VENEZUELA

Venezuela, hacia el fin de la dictadura

Nicolás Maduro y su dictadura acabaron con la esperanza de millones de venezolanas y venezolanos, por fortuna, todo apunta a que ese régimen está llegando a su fin. | Omar Cepeda

Escrito en OPINIÓN el

Impacta ver cómo la sociedad venezolana sigue desencadenando éxodos migratorios a países vecinos y no tan cercanos. México es un recibidor de miles de ciudadanos de ese país, en familia o solos, se les ve en avenidas, mercados o puestos ambulantes tratando de ganarse la vida entre la fe y la desesperanza.

Esa realidad con muchos trasfondos tiene un culpable, Nicolás Maduro y su dictadura que fue acabando con la esperanza de millones de venezolanas y venezolanos, quienes no dejan de recordar con añoranza la época de bonanza económica, una clase media robusta y desarrollo sostenido a partir de ser una potencia petrolera, materia prima que ha sido parte de su gloria, pero también esencia de su infierno.

Por fortuna, todo apunta a que el régimen que inauguró el populista Hugo Chávez, y que se ha instaurado por más de 25 años, está llegando a su fin. Esta dictadura disfrazada de izquierda ha intentado perpetrarse infinitamente, pero inquieta que aún existan gobiernos que se hacen llamar demócratas, como el de México, que apoyan su continuidad, cuando internamente se rasgan las vestiduras defendiendo el “sufragio efectivo no reelección”. 

Pero falta poco, y los tiros de gracia que pondrá fin al régimen dictatorial en Venezuela, se darán a partir de tres efectos externos que canalizarán en una mujer, que más temprano que tarde, gobernará el país del turpial. 

Primero fue el premio Nobel de la Paz que se le otorgó a María Corina Machado, una valiente y persistente opositora que vive a salto de mata por la persecución abrumadora del régimen de Nicolás Maduro. 

Literal, bajo riesgo de muerte, Machado abandonó su escondite para llegar a Oslo enfrentando una compleja travesía que consistió en una pequeña embarcación que se extravió por algunas horas al caerse su rastreador al mar. Después, tuvieron que aparecer fuerzas de élite en seguridad y rescate para llevarla a su siguiente destino, Estados Unidos, desde donde volaría finalmente hacia Noruega, donde la esperaba su familia y un galardón que le cambiaría la vida a ella y a Venezuela

Llegó tarde a la premiación, pero eso ya era lo de menos. Incluso contribuyó a reforzar la temible realidad que se vive en Venezuela, un país sin libertades y en pobreza, cuyo recurso primario, el petróleo, ha enriquecido a la clase gobernante y sus aliados. Como percebes, las potencias del mundo se le han pegado para amamantarse del oro negro.

Justo en ese sentido va el segundo factor externo, Estados Unidos, quien no va a permitir que la influencia en la región recaiga en Rusia y China. Abiertamente, Donald Trump ha comenzado una nueva Doctrina Monroe, cuyo ejército está alineado para incursionar por tierra, si es necesario, y derrocar a Nicolás Maduro, todo esto, sabedor de que Rusia está muy entretenido en la invasión a Ucrania, mientras que China sabe asumir que mientras no toquen su influencia geopolítica en Asia, no se meterán en otras regiones fuera de sus esferas de poder. 

Pero hay un tercer factor externo, que ayudará al regreso de María Corina Machado, y es que la izquierda ha caído en desgracia en la región y la derecha se está imponiendo en países clave como Bolivia y Chile, además de Argentina y Paraguay. Ellos han formado una línea de contención que repercutirá para impulsar el cambio de régimen y una nueva etapa democrática. Por cierto, el próximo año se celebran elecciones en Colombia y Brasil. 

 

Omar Cepeda

@OmarCepedaCastr