Primero fue el repudio generalizado, que se expresó en la movilización ciudadana por las calles de todo el país, el sábado 15 de noviembre del 2025.
Exitosa protesta que exhibió el hartazgo social entre todos los estratos ciudadanos y en todos los rincones de la patria, a causa de los fallidos gobiernos del Partido Morena.
Luego la prensa extranjera hizo su parte y se encargó de decirle “pan al pan y vino al vino”, sobre los peligros de la “narco-dictadura” de la señora Sheinbaum, a cuyo gobierno le acreditan uno de los mayores niveles de violencia de la historia y una inocultable alianza criminal.
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Pero si aún existían dudas del paulatino derrumbe de la llamada “4T” y de sus gobiernos, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), difundió una de las más severas críticas que se recuerden a los gobiernos de Morena y a la propia “señora presidenta”, luego del encuentro anual de la máxima representación católica en México.
Y no es un asunto menor que obispos de la Conferencia del Episcopado se hayan sumado al reclamo social contra la violencia y el crimen, ya que más del 90 por ciento de los mexicanos son católicos y los jerarcas de esa denominación religiosa están en lo suyo; en la solidaridad con su feligresía.
Por eso, en las últimas horas apareció en redes sociales un mensaje contundente de los obispos mexicanos, quienes dicen, palabras más, palabras menos que, a pesar de la violencia, del crimen y de la complicidad oficial con los cárteles, México “no ha sido olvidado por el padre eterno” y tampoco “por María de Guadalupe”.
El mensaje más reciente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advierte que México enfrenta una grave realidad de violencia, impunidad y pobreza que contradice los discursos oficiales.
Sí, después de su Asamblea Plenaria, los obispos mexicanos señalaron que, si bien algunos esfuerzos de seguridad parecen rendir frutos, el dolor de las familias sigue siendo una realidad innegable. Por eso, reiteraron su compromiso de no permanecer indiferentes y alzar la voz por el bien del país.
Los obispos de la CEM afirman que, a pesar de los discursos oficiales, la violencia sigue siendo lacerante en todo el país, afectando directamente a cientos de comunidades y miles de familias.
Los representantes católicos destacaron que las estadísticas no alcanzan a reflejar el sufrimiento concreto de miles de familias que han perdido a sus seres queridos.
En el mensaje difundido en video, a través de redes, los integrantes del Episcopado dicen que, en tanto pastores, no pueden ser indiferentes ante esta situación y que su llamado a la paz no es ni revancha ni disputa, sino un acto de amor por México.
Por esa razón promueven la campaña "Somos PAZ", que busca movilizar a la ciudadanía para construir y defender la paz, invitando a la participación activa en la comunidad.
Y de manera clara, la CEM anima a la ciudadanía a no permanecer pasiva, sino a unirse y tomar acción para transformar la realidad del país ya que, aseguran “la paz no llega sola: se construye, se reclama, se defiende". (FIN DE LA CITA)
Sin duda un mensaje que contradice de manera radical la postura y el discurso oficiales y que va en consonancia con las protestas sociales desatadas luego del crimen de Carlos Manzo y de otros líderes sociales michoacanos.
Pero las malas noticias para el gobierno de la señora Sheinbaum no terminan ahí.
No, resulta que según el Global Organized Crime Index 2025 (Índice Global de Criminalidad 2025), México se ha colocado como el tercer país con mayor criminalidad en el mundo.
La organización explica que el crimen organizado “opera como un sistema profundamente arraigado y con creciente infiltración en instituciones públicas y en donde la corrupción es uno de los mayores facilitadores del crimen, con actores incrustados en el Estado… La infiltración se extiende desde municipios, hasta el nivel federal, afectando procesos electorales, aduanas, fuerzas de seguridad y el sistema judicial…” (FIN DE LA CITA)
En efecto, como dice una interpretación libre del clásico de la Literatura Universal, “El Quijote”: el gobierno de la señora presidenta “topó con la Iglesia, Sancho”.
Y chocar con la Iglesia Católica no es un asunto menor para cualquier gobierno. Peor aún, explica el pánico en Palacio.
Al tiempo.
