PARTIDO ACCIÓN NACIONAL

Patria, familia y libertad

La nueva narrativa del PAN no es un simple maquillaje, es una recuperación de su esencia: hoy nos presentamos de frente, con ideas propias, con propuestas y con una identidad firme que nos distingue y nos convoca. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

Durante muchos años se ha pensado que presentar de forma atractiva a la centro-derecha era poco menos que imposible. Las etiquetas y caricaturas impuestas por sus adversarios habían hecho más ruido que las ideas. Pero eso empezó a cambiar.

Hoy, el Partido Acción Nacional ha dejado de ser definido por sus enemigos para definirse por sí mismo. No es poca cosa. A eso le llamamos victoria cultural en los 90 y estamos cerca de una segunda; y se puede definir cuando tú marcas el terreno, cuando tus ideas se discuten, cuando tus palabras resuenan. Por eso hoy todo el círculo rojo y muy buena parte de México está hablando de “Patria, familia y libertad”.

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Tres palabras sencillas, pero de un significado profundo. Tres valores que conectan con millones de mexicanas y mexicanos y que, por más que se intente desprestigiar desde ciertos sectores, no sólo resisten, sino que entusiasman.

La nueva narrativa del PAN no es un simple maquillaje: es una recuperación de su esencia. Pero ahora dicha con claridad, con fuerza, con belleza. Ya no pedimos permiso para existir. Hoy nos presentamos de frente, con ideas propias, con propuestas y con una identidad firme que nos distingue y nos convoca.

Veamos por qué esta narrativa está funcionando y por qué está sacudiendo a propios y ajenos: 

  • Primero: porque definimos al PAN por lo que es, no por lo que dicen que es. Durante años se permitió que los adversarios ideológicos del PAN lo etiquetaran como un partido de “los ricos”, “de neoliberales o conservadores”, “de los mismos de siempre”. Hoy, el PAN vuelve a hablar con voz propia: es el partido de las y los ciudadanos libres, de la clase media trabajadora, del México que se levanta temprano, que cree en el mérito, que protege a su familia y que no quiere que el poder lo controle todo.
  • Segundo: porque logramos que la gente repita nuestras ideas, incluso quienes no son panistas. En menos de una semana, miles de personas han compartido contenidos, frases, memes, críticas, opiniones y reflexiones que giran en torno a estos tres ejes: patria, familia y libertad. La izquierda cultural lo ha notado y por eso ha reaccionado con descalificaciones. Pero cuando te insultan por defender lo que millones valoran, sabes que estás en el camino correcto.
  • Tercero: porque nuestra narrativa no es retórica vacía: se conecta con causas reales. Defender la patria no es una pose nacionalista hueca, es rechazar el entreguismo frente al crimen y el desprecio al Estado de Derecho. Defender la familia no es imponer un modelo único, sino proteger el espacio donde se ama, se educa y se aprende. Defender la libertad no es solo un principio abstracto, es una trinchera frente al autoritarismo que todo lo quiere controlar: desde tu empresa hasta tu conciencia.
  • Cuarto: porque demostramos apertura sin renunciar a nuestros principios. La nueva narrativa del PAN también pasa por una modernización institucional: una app para afiliarse, métodos abiertos para elegir candidatos, invitación a participar a ciudadanas y ciudadanos libres. La apertura no es una concesión: es una decisión estratégica. Y se hace desde una convicción, no desde la culpa.
  • Quinto: porque estamos volviendo a emocionar. Por años se creyó que el PAN debía “moderarse” para ser “aceptable”. Hoy entendemos que la emoción también puede estar de nuestro lado. Cuando se habla de proteger a tus hijos, de poder decir lo que piensas sin miedo, de vivir sin que te roben el fruto de tu trabajo, hay emoción. Hay convicción. Hay un fuego que estaba encendido, pero que necesitaba ser avivado.
  • Sexto: porque hemos vuelto a ofrecer futuro. El oficialismo representa un pasado estatista, centralista, autoritario. El PAN representa un México de reconciliación, no de odio. De soluciones, no de promesas. De futuro, no de nostalgia. Gobernamos bien cuando nos toca, pero además tenemos claro lo que hay que reconstruir: seguridad, salud, educación, economía y libertades. Y lo decimos sin rodeos.
  • Séptimo: porque incluso en el debate de qué tan conservador debe ser el PAN, ganamos. El relanzamiento ha tenido respuesta de todos lados, quienes comparten visiones más conservadoras claman la necesidad de definir familia por sus integrantes para alejarnos de posiciones “progresistas” y los más “progresistas” claman que el PAN ya se hizo de ultraderecha por hablar de “patria y familia”. En realidad, el PAN nunca ha definido familia por sus integrantes, lo ha hecho por su función social y por el lugar que tiene la familia como institución anterior al Estado. Lo que estamos viendo es como crece y se hace narrativa nacional un debate que se ha vivido al interior del PAN desde su fundación y cada generación lo ha enfrentado de diferente manera. 

Hoy, hablar de “Patria, familia y libertad” no es un acto de nostalgia, es un acto de rebeldía. En tiempos donde todo se relativiza, defender valores claros es un acto de valentía.

El PAN ha vuelto a la conversación. Pero no como comparsa, no como “oposición testimonial”. Ha vuelto como alternativa real: como la principal fuerza de oposición de México (que es) y como la mejor opción de cambio por sus resultados locales. 

Vamos por una segunda victoria cultural, porque si logramos hacer de nuestras ideas un nuevo sentido común, la victoria ya comenzó.

Y si hasta la Presidenta de México está hablando de esto, es porque algo estamos haciendo bien.

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL