En días pasados tuvimos conocimiento por los medios del desbordamiento de presas y ríos en una región conocida como la Huasteca; que abraza cinco estados Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y Veracruz su orografía y geografía, así como su vegetación, fauna y climas son muy peculiares. Sobra decir que es casi siempre verde, húmeda, con ríos, cascadas y caminos muy sinuosos. En todos los estados que la conforman se pueden apreciar paisajes bellos. Todos los escurrimientos buscan cauce al Golfo de México, y es por ello que las poblaciones más devastadas después de haber tenido unas lluvias muy fuertes se encuentran en el estado de Veracruz.
Cómo ya lo había dicho en alguna ocasión en este espacio de reflexión; Veracruz desde la época de la conquista y hasta nuestros tiempos no ha dejado de ser saqueado; y su gente es de todos los orígenes y mezclas; hay pueblos originarios, afroamericanos, españoles, libaneses, etc. Ha habido un sinfín de situaciones a lo largo de la historia de este estado relacionadas con los fenómenos naturales y meteorológicos, sin embargo, antes se tenía un fondo nacional de desastres que permitía que fluyera la ayuda, sin embargo desde 2021 eso es historia, y ahora se paga la falta de recursos. No hay suficiente personal para mover lodo, escombros, no se ha limpiado nada, salvo lo que los propios damnificados han hecho con sus recursos o los de sus familiares. También ha habido opacidad con los gobernadores de Veracruz e Hidalgo respecto al seguro contra catástrofes.
De forma y fondo, en Veracruz la tragedia es en dos sentidos, por un lado, se tiene a una gobernadorA indolente, según su propia historia y su dicho. Cada vez que tiene un micrófono enfrente no se contiene, ya también en su momento se abordó aquella anécdota de la muerte de una mujer que “falleció de un infarto” o la pifia de su cuando le preguntaron por el desbordamiento del Río Cazones, que lo calificó de “ligero”... me preguntó cómo sería algo severo si ahora se sabe de 66 personas muertas y 75 desaparecidas, pero lo de mayor torpeza es molestarse ante la pregunta de los medios sobre el seguro contra catástrofes, y decir que esto no es un problema de dinero cuando las pérdidas son multimillonarias en más de 50 municipios. Además, muestra arrogancia en la poca coordinación interinstitucional con los funcionarios federales como la Marina y Defensa, entre otros, o pidiendo hacer caso omiso a las autoridades de la fiscalía general de la República para que ignoren la reunión de una alcaldesa con un familiar de Rafael Caro Quintero en un rancho en el norte de Veracruz, o con la entrega de víveres por parte de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. La segunda tragedia que vive Veracruz está relacionada con las circunstancias evidentes de que mucha gente se quedó con lo que traía puesto y el tiempo que van a tardar en recuperarse. Todo se juntó y la justificación de las autoridades federales encargada de este tema refieren que estaban distraídos con el huracán “Priscila”.
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Por suerte para la clase política gobernante, el pueblo de México es el más solidario y noble, como pasó en el sismo de 1985 habrá una forma de reconstruir la zona huasteca y todo el país.
Nota al pie de página
Los abogados, debemos de seguir estudiando y cuidarnos, la pérdida de la vida de David Cohen, nos debe de indignar a todos, mi más sentido pésame a su familia y amigos.