En 2017, el Colegio Americano de Toxicología Médica y la Academia Americana de Toxicología Clínica emitieron un informe conjunto afirmando que el riesgo de sobredosis accidental por exposición cutánea a fentanilo es bajo. Esto debido a que los dispositivos transdérmicos de fentanilo tardan entre 3 y 13 horas en obtener dosis terapéuticas (más no letales) y 35 horas en lograr concentraciones pico. Con relación a la inhalación, tomaría 200 minutos de respirar fentanilo a la concentración más alta posible para lograr una dosis terapéutica (no una dosis fatal). Por lo que en dicho documento se concluye que el riesgo de sobredosis por exposición accidental al fentanilo (cutánea o respiratoria) es muy baja. Este reporte respondía a las falsas creencias que prevalecían en los departamentos de policía de los Estados Unidos sobre el riesgo de sobredosis al entrar en contacto o respirar fentanilo ilegal de manera accidental durante su trabajo de campo.
Como mencioné en una columna previa (las dos caras del fentanilo), esta sustancia es una maravilla médica y, también, un peligro enorme para la salud pública. Es fundamental entenderla y regularla; pero no debemos de crear o perpetuar falsas creencias. Es una irresponsabilidad propagar falsas ideas y mentiras con relación a ella, sobre todo cuando se hace desde el gobierno. Recordemos que las sobredosis por fentanilo se pueden tratar con la administración nasal o intramuscular de naloxona, por lo que sostener la mentira de que entrar al contacto con la piel o inhalarlo inadvertidamente puede causar una sobredosis sólo favorece que las personas que si están sufriendo una sobredosis no reciban el tratamiento (naloxona) por un miedo injustificado a la sustancia.
En 2022, el doctor Brandon del Pozo, publicó un artículo académico en la Revista Internacional de Políticas sobre Drogas (International Journal of Drug Policy) en donde analizó los reportes de la policía de San Diego relacionados con sobredosis accidentales con fentanilo en el trabajo de campo. En dicha publicación escribe sobre un video difundido por la policía de dicha ciudad (y que ha vuelto a salir a la luz en México en las últimas semanas), en donde se observa a un agente supuestamente sufrir una sobredosis de fentanilo durante una investigación de campo. Con relación a dicho video, se determinó que los síntomas que presentó el oficial no eran consistentes con una sobredosis, por lo que probablemente se trató de un ataque de pánico. Es falso que el fentanilo actué de esa manera.
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En otra publicación (Health and Justice, 2021), el doctor del Pozo escribe sobre la necesidad de brindar entrenamiento a los agentes de policía para evitar que sigan prevaleciendo ideas falsas con relación a riesgo de sobredosis relacionadas con la exposición cutánea o respiratoria con fentanilo. El autor menciona que estas ideas erróneas provienen, en parte, de un informe de la DEA publicado en 2016, en donde se informaba de manera incorrecta sobre el riesgo de absorber fentanilo a través de la piel o las vías respiratorias. Dicho informe de la DEA llevó a que los policías tomaran medidas innecesarias al responder a una escena en donde estuviera involucrada dicha sustancia y, más grave, contribuía a estigmatizar a la población que consume fentanilo y evitar que se les de atención de manera rápida al pensar que existe una riesgo mayor del real de entrar en contacto con la sustancia.
Por lo tanto, el riesgo de sufrir una sobredosis por fentanilo por el simple hecho de entrar en contacto con la piel o inhalarlo de manera inadvertida es muy bajo. El mismo doctor del Pozo menciona: “muchos de los incidentes entre agentes de policía con relación a la exposición accidental al fentanilo presentan los síntomas de ataques de pánico, más que de sobredosis y no es de nuestro conocimiento ningún caso de sobredosis por exposición accidental.”
La evidencia es clara, no importa si es fentanilo legal o ilegal, el riesgo de sobredosis por exposición inadvertida cutánea o respiratoria es muy baja. Continuar propagando estas falsas creencias sólo estigmatiza a las personas que utilizan dichas sustancias y evita que reciban una atención adecuada en caso de presentar una sobredosis.
Por último, en 2020 se publicó un artículo en donde se analizaba la difusión de información errónea sobre el riesgo de sobredosis por contacto accidental con fentanilo. Se encontró que en un periodo de enero de 2015 a diciembre de 2019, de 551 noticias relacionadas al tema 92% contenían información falsa. La más viral de estas noticias estaba relacionada con un agente de policía de Liverpool, Ohio, quien afirmaba que después de una detención de tráfico sintió que su cuerpo se “apagaba” cuando notó un polvo blanco en su uniforme. El oficial recibió cuatro dosis de naloxona para tratar el evento, pero ni la sustancia fue identificada como fentanilo, ni se encontró un cuadro compatible con sobredosis.
Seamos cuidadosos con la información que compartimos con relación al fentanilo, ya que es una sustancia que tiene una faceta muy peligrosa que ha causado miles de muertes y no hace falta ayudarla creando falsas ideas a su alrededor.