El festival que organiza el Centro de la Imagen cada dos años, llega ahora a su décimo quinta edición, y se presenta como un evento crucial en el panorama de la fotografía en México. Sin embargo, es fundamental cuestionar si realmente ha estado a la altura de las expectativas que los profesionales del medio tienen sobre él. A lo largo de sus 31 años, este festival ha sido testigo de una evolución en técnicas y enfoques fotográficos, pero ¿ha logrado adaptarse a los cambios constantes en la industria? Algunas ediciones sí, otras no.
La originalidad es un aspecto que debería ser prioritario en cualquier exposición fotográfica; sin embargo, muchas veces parece que se repiten fórmulas y estilos que ya no sorprenden ni inspiran. Veremos qué ofrece esta nueva propuesta visual.
De entrada, lo que vi en la noche de su apertura me gustó, la sección dedicada a España es muy interesante, emotiva y valiosa. Además, me gustó ver por ahí el trabajo de Alejandra Leyva, tapatía y ex compañera mía en la redacción de El Universal, sin duda talentosa fotoperiodista, representando a Jalisco, Estado invitado de honor en esta edición.
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La primera edición de Fotoseptiembre tuvo lugar en 1993, marcando el inicio de un evento que se ha convertido en un referente de la fotografía en México. Desde su creación, el festival internacional de fotografía ha celebrado quince ediciones, organizadas cada dos años por el Centro de la Imagen, fundado en 1994. Este festival no solo se enfoca en la exhibición de obras fotográficas, sino que también promueve una fiesta de la imagen que reúne a fotógrafos, críticos y amantes del arte fotográfico.
A lo largo de los años, Fotoseptiembre ha sido una plataforma esencial para la difusión y promoción del talento local e internacional. Las exposiciones presentadas durante el festival abarcan una amplia gama de temas y estilos, reflejando así la diversidad y riqueza del panorama fotográfico contemporáneo. La importancia de este evento radica no solo en las imágenes mostradas, sino también en su capacidad para fomentar diálogos sobre la fotografía como forma artística y medio comunicativo.
El programa expositivo oficial de este año está conformado por nueve muestras que reflejan la rica relación entre “archivo y memoria”. Con España y Jalisco como invitados de honor, estas exposiciones destacan la importancia de preservar nuestra historia a través de la fotografía.
Entre las actividades programadas, se incluyen diálogos que fomentan el intercambio cultural y artístico. Este festival, reconocido como uno de los más longevos en México con tres décadas de historia, no solo celebra la tenacidad del arte fotográfico en el país, sino que también promueve propuestas originales y profesionales. Las 160 muestras presentadas ofrecerán al público una visión amplia sobre la evolución de la fotografía en México, resaltando su papel fundamental en la construcción de nuestra identidad colectiva.
El festival se inauguró el pasado miércoles 18 de septiembre en el Centro de la Imagen y ahí tuve la oportunidad de saludar a su directora, la estimada Jo Trujillo, quien a revitalizado sin duda, este epicentro de la imagen en México. Calculo que la noche de la apertura había más de 300 personas, entre fotógrafos emergentes, curadores, críticos, estudiantes de foto y artistas visuales.
Con el tema “archivo y memoria”, la edición de este año invita a los asistentes a reflexionar sobre las diversas formas de narrar, conservar y olvidar viejas historias. Este enfoque busca resaltar el papel fundamental que han desempeñado la fotografía y la imagen en la construcción de nuestras memorias colectivas, al ponerlas al servicio de las prácticas y usos del archivo.
Las nueve muestras que se presentan son un ejemplo del enorme esfuerzo realizado por profesionales en el ámbito artístico y cultural. Cada exposición se destaca por su originalidad, ofreciendo una perspectiva única sobre cómo la fotografía en México ha influido en nuestra comprensión del pasado. A través de estas obras, los visitantes podrán explorar las complejidades de la memoria, cuestionando no solo lo que elegimos recordar, sino también lo que decidimos olvidar. Esta reflexión me encanta y es esencial para entender nuestro presente y construir un futuro más consciente.
Este año, el Centro de la Imagen presenta un directorio que reúne a los actores más influyentes del ecosistema de la fotografía en México. Este directorio no solo es un compendio de profesionales creativos, sino que también refleja la riqueza y diversidad del trabajo fotográfico en el país.
La Red de la Imagen se concibe como un circuito dinámico de iniciativas distribuido por toda la nación, dedicado exclusivamente a promover y exhibir la fotografía en sus múltiples facetas. A través de exposiciones, talleres y eventos, se busca destacar el talento original y profesional que caracteriza a los fotógrafos mexicanos.
Además, este directorio servirá como una herramienta fundamental para impulsar la promoción y celebración de la imagen, fomentando una mayor interacción entre artistas, curadores y el público. Así, se crea una auténtica fiesta de la imagen que celebra no solo las obras mostradas sino también el compromiso continuo con el arte fotográfico en México. Todo puede verse en
el sitio web: ci.cultura.gob.mx
Como parte del compromiso del festival por dar a conocer en la Ciudad de México la producción fotográfica que sucede en otras latitudes del país, se presentará también una treintena de artistas de distintas generaciones de Jalisco. Esta muestra representa una rica diversidad en las formas de explorar y documentar la realidad, así como una invitación a cuestionar las narrativas visuales tradicionales.
La fotografía en México ha experimentado un crecimiento notable, con exposiciones que resaltan tanto el talento emergente como el establecido. Estas iniciativas no sólo promueven el arte visual, sino que también crean un espacio para la reflexión y el diálogo sobre temas contemporáneos. La promoción y fiesta de la imagen se convierte así en un vehículo esencial para conectar a los artistas con el público y fomentar un aprecio más profundo por la cultura visual.
En esta exposición, cada obra cuenta una historia única que invita al espectador a mirar más allá de lo superficial, explorando las complejidades sociales y culturales que caracterizan al país. Con esta propuesta, el festival reafirma su papel como plataforma clave para visibilizar y celebrar la riqueza de la fotografía mexicana.
Fotoseptiembre se ha consolidado como un evento emblemático en la fotografía en México. Bajo la curaduría de Estela Treviño, el festival no solo celebra el arte de la imagen, sino que también ofrece un recuento detallado de su historia y evolución a lo largo de los años.
Desde sus inicios, Fotoseptiembre ha sido un espacio para exposiciones que destacan tanto a fotógrafos establecidos como a nuevos talentos, promoviendo así una rica diversidad visual. Casi todos los fotógrafos hemos expuesto alguna vez en este contexto.
Además, el festival se ha convertido en una verdadera fiesta de la imagen, donde los asistentes pueden disfrutar y reflexionar sobre las obras presentadas. La revisión a las obras ganadoras de la Bienal de Fotoperiodismo -clave en la historia de nuestro acontecer informativo- es una parte fundamental del evento; esta iniciativa busca honrar el esfuerzo constante de los fotoperiodistas que documentan realidades diversas y complejas. En este contexto, Fotoseptiembre reafirma su compromiso con la promoción del arte fotográfico y su relevancia en la sociedad contemporánea.
Ojalá esta fiesta colectiva, ayude a reactivar la participación de los fotógrafos documentales y fotoperiodistas, para volver a un espacio protagónico en este importante Centro.
Y que no se nos olvide: “Fotoseptiembre es consecuencia de la celebración de los 150 años de la fotografía en México, organizada en 1989 por Pablo Ortiz Monasterio y un comité conformado por Emma Cecilia García Krinsky, Agustín Martínez Castro y Olivier Debroise, entre otras personas, desde la Coordinación Nacional de Exposiciones y Eventos Temporales del recién constituido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). El festejo constó de ocho grandes exposiciones en la Ciudad de México, además de las muestras presentadas por veinticuatro galerías privadas. Dicho impulso por los 150 años y la participación, en 1991, de México como país invitado en la Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife, conocida como fotonoviembre, llevó a este grupo junto a otros fotógrafos y fotógrafas a impulsar la creación del mes de la fotografía, bajo el nombre de fotoseptiembre.” Así lo cuenta Johan Trujillo Argüelles, directora del Centro, en el texto de presentación de esta nueva edición. Honor a quien honor merece.
Vienen actividades interesantes. La programación completa y detallada se puede consultar en: fotoseptiembre.ci.cultura.gob.mx