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Edmundo González en España, Maduro respira tranquilo

España le otorga asilo Edmundo González, una decisión que implicó una negociación con el régimen de Maduro y que ha generado controversia. | Rubén Beltrán

Escrito en OPINIÓN el

El 7 de septiembre, en un avión de la Fuerza Aérea Española, el candidato a la presidencia de Venezuela, Edmundo González salió de Caracas rumbo a España y llegó a Madrid el domingo 8. Hoy sabemos que previamente estuvo refugiado por varias semanas en la embajada de los Países Bajos en Caracas, pero que salió hacia el aeropuerto desde la embajada Española, en la cual estuvo algunos días. 

En España, dos posiciones: el Partido Popular contra el gobierno de Sánchez

Desde ahora, el caso Edmundo González se ha convertido en un nuevo punto de desencuentro entre el Partido Popular y el gobierno de Pedro Sánchez y es ya un tema álgido de la agenda interna de la política española. Sin embargo, es probable que la discusión política entre los principales partidos de España nada aporte en concreto a la solución del conflicto venezolano. 

Hoy, 10 de septiembre, desde China, el presidente Pedro Sánchez señaló que a su regreso a Madrid se reunirá con el líder opositor venezolano Edmundo González y, de acuerdo con EFE, desde Shanghai, señaló “que cualquier lectura política que se haga de la presencia (de Edmundo González) en España es inapropiada” porque “se trata de una cuestión de humanidad.”   

La posición del gobierno español refleja, por más que se diga lo contrario, una posición política y que fue producto de una gestión y un entendimiento entre los personeros españoles y el gobierno de Maduro. En ese acuerdo está, según reconoce el propio ministro de Exteriores de España, la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente español que ha servido de apoyo negociador del régimen chavista ya desde hace años. Edmundo González está fuera por una razón humanitaria, así lo ve oficialmente el Gobierno de España. Maduro no habría otorgado el salvoconducto para tener a otro presidente en el exilio; la evocación del asunto de Guaidó es una variable determinante. Maduro respira, es un tanque de oxígeno. 

Por otro lado, Pedro Sánchez, aunque nunca lo admita, le pasa una factura de política interna española a la oposición venezolana, misma que es consecuencia de los acercamientos públicos de María Corina Machado con Milei y la extrema derecha española. Los contactos de Machado con VOX rompieron cualquier posibilidad de compromiso más allá de esos “gestos humanitarios” hacia Edmundo González para entonces ceñirse a la línea de la Unión Europea de no reconocer la victoria de Maduro, pero tampoco la de Edmundo González

El canciller español deja ver las razones 

Desde que el candidato opositor partió de Venezuela, el ministro de Exteriores español José Manuel Albares salió a todos los medios a señalar que Edmundo González había pedido asilo al embajador de España en Venezuela el cual se había concedido por razones humanitarias. España respondía a una petición personal del hoy asilado, el mensaje ya estaba claro. 

Albares negó que la salida de González hubiera estado atada a alguna negociación política con el gobierno venezolano y afirmó que sólo hubo conversaciones y que, como recoge El País, la acogida responde a razones “humanitarias y políticas”, que “no hay ningún tipo de contrapartida” El ministro clarificaba que España mantiene su negativa a reconocer la victoria de Nicolás Maduro si no se publican todas las actas electorales. “Yo fui -señaló Albares- , el 29 de julio, el primer ministro de la UE en decir que había que exhibir las actas de todas las mesas electorales. Sin eso no se podría reconocer una supuesta victoria. En el último Consejo de Asuntos Exteriores [de la UE] - sigue diciendo Albores- planteé que teníamos que rendirnos a la evidencia de que probablemente nunca podríamos conocer esas actas y, por tanto, no íbamos a reconocer esa victoria [de Maduro]. La política común [de la UE] en estos momentos sobre Edmundo González es tampoco hacer un reconocimiento, porque muchos países evocan lo que se hizo en torno a Juan Guaidó [reconocido como presidente encargado en 2019], la energía que se empleó entonces [sin efectos prácticos]”. (Cita y corchetes de El País, 9 de septiembre). 

El fondo 

Hoy sabemos que esa "no negociación" en la que Zapatero habría participado de manera oficiosa, llevó varias semanas. La obtención del salvoconducto para Edmundo González implicó gestiones que fueron mucho más allá de la tramitación de un permiso de sobrevuelo. España construyó para Maduro un puente de plata que le resultó muy útil al régimen y que consiguió la salida segura del candidato de la oposición. La ganancia para Maduro es evidente, el candidato opositor deja el campo de batalla y se asila en un país que no le va a reconocer el triunfo en las elecciones; el hecho de que el mismo país que concede el asilo tampoco le reconozca a él su reelección, es un costo que Maduro ya tenia descontado en su balance político. Ese es el corazón del diálogo que afirma el ministro Albores no existió. Las palabras intercambiadas no tenían que ser tan explícitas como lo que escribo,  de esa negociación que insisten nunca existió se dio el  resultado lógico esperado a la luz de las circunstancias políticas prevalecientes. Casi todos ganan, la oposición venezolana no. 

España, reitero, encuentra un claro soporte en la posición vigente de la Unión Europea por la cual no se reconoce la victoria de Maduro por no presentar todas las actas e, irónicamente, la ausencia de esas mismas actas parece imposibilitar, hoy por hoy,  el reconocimiento a Edmundo González.  Maduro respira tranquilo. 

Hoy, 10 de septiembre, desde China, Pedro Sánchez, presidente del gobierno español señaló que a su regreso a Madrid se reunirá con el líder opositor venezolano Edmundo González. De acuerdo con EFE, desde Shanghai, Sánchez señaló “que cualquier lectura política que se haga de la presencia (de Edmundo González) en España es inapropiada” porque “se trata de una cuestión de humanidad.”   

Por otro lado, Pedro Sánchez, aunque nunca lo admita, le pasa una factura de política interna española a la oposición venezolana, y es consecuencia de los acercamientos públicos de María Corina Machado con Milei y la extrema derecha española. Los contactos de Machado con VOX rompieron cualquier posibilidad de compromiso más allá de esos “gestos humanitarios” hacia Edmundo González y seguir la línea de la Unión Europea de no reconocer la victoria de Maduro, pero tampoco la de Edmundo González

Una legislación española que difícilmente cambiaría algo

En Madrid, ya desde ayer lunes, el Partido Popular criticó al gobierno de Sánchez por no declarar formalmente a Edmundo González como presidente electo y señaló que  presentará hoy martes una propuesta legislativa para que el Estado español reconozca a Edmundo González como presidente electo. 

Sí la propuesta del Partido Popular fracasa en el Congreso, representará un duro golpe a la oposición venezolana. Ciento veinte mil venezolanos que encontraron refugio en España, serán los primeros decepcionados, los efectos de su descontento pronto se harán sentir. 

Es probable que el Partido Popular consiga los apoyos suficientes que hagan que la legislación se apruebe y se convierta en una llamada al gobierno de Sánchez para que reconozca a Edmundo Gonzalez como presidente electo. 

Aunque esta legislación fuera aprobada y desatendida por el gobierno, en los hechos correría en sentido contrario al propósito del acuerdo (que insisten no existió) con el régimen de Maduro. Para la oposición venezolana este hecho amortiguará el impacto de la salida de González Urrutia y fortalecerá la posición de María Corina Machado quien en las últimas horas ha señalado que González seguirá la lucha desde el exilio. 

Las razones de un candidato

No todo termina ahí, González continuará en la búsqueda de una solución para Venezuela y, aunque de manera menos intensa y poco efectiva, sin duda hará espejo de mensajes que sostengan María Corina Machado y el resto de la oposición. Debe de señalarse que su salida, si bien lo debilita como personero, pero no lo hace un renegado de su causa. Sin embargo, de la boca de González ha salido una palabra  que Machado no pronuncia, "diálogo"; ello, en sí, es un cambio de fondo. Machado ha establecido que el diálogo con Maduro no es posible. 

Ya en España, Edmundo González escribió  “Solo la política del diálogo puede hacernos reencontrarnos como compatriotas. Solo la democracia y la realización de la voluntad popular puede ser el camino para nuestro futuro como país y en ello seguiré comprometido", y explicó que salió hacia España “para que cambien las cosas” y “se abra una nueva etapa para Venezuela”.  lo que parece más claro es que desde su exilio su mensaje está lejos de fortalecer a la oposición, María Corina Machado queda sola al frente del movimiento, aunque siempre lo estuvo. Con el diseño que le ha dado a su exilio, González se autoexcluye de la alineación de un eventual gobierno que sucediera a Maduro

La reacción de Maduro

Maduro, por su parte, con un lenguaje corporal relajado, el video es muy revelador, señaló “comprende el paso que (González Urrutia) ha dado y lo respeto y espero que le vaya bien en su nuevo camino y en su nueva vida”. 

Es probable que el gobierno Venezolano nunca presente las actas de las elecciones y que, si algún día lo hace, el tiempo transcurrido desde que la oposición y una cantidad muy importante de países exigieron presentarlas, haría que estas actas, las que se llegaran a presentar,  estarían cubiertas con una pátina de desconfianza casi generalizada. 

Un futuro incierto

España y la Unión Europea no reconocen la victoria de Maduro, pero tampoco la de Edmundo González, se sigue exigiendo la presentación de unas actas que muy probablemente no se presentarán. No se espera que esa situación cambie, a menos que suceda algún evento extraordinario que altere dramáticamente el estado de cosas. 

¿Se resignará la historia a ver que un Maduro, cuya victoria no reconoce una parte muy significativa de la comunidad internacional, siga gobernando y que la oposición encabezada por María Corina Machado languidezca?. El cambio en Venezuela llegará, pero hoy el episodio Guaidó, que a todos debió ofrecer una lección, proyecta una sombra que no presagia buenas noticias. Estemos pendientes de las reacciones en nuestra región, en especial las de Brasil, Colombia y Chile. Al norte, las elecciones de noviembre parecen copar toda la narrativa. Esta historia aún no acaba. 

Rubén Beltrán

@RubenBeltranG