Hasta la elección parecía que todo marchaba de maravilla. Los fanáticos de Morena publicaban todos los días el precio del dólar y se sentían seguros de que México estaba en el buen camino. Qué podía fallar si el presidente es popular, si los programas sociales son aprobados y promovidos por propios y ajenos, y si el precio del dólar se convirtió en la mejor prueba de que las cosas estaban bien.
Más tardaron en celebrar el triunfo de Sheinbaum que la moneda en caerse y no hay día que no se haga más evidente el deterioro del país. Algunos comentarios al respecto:
- El fin de semana pasado y hasta el lunes, hubo un colapso en los mercados del mundo y sí nos afectó a nosotros, pero el problema no venía de ahí. El 21 de mayo el dólar costaba 16.60 pesos y para el 10 de junio ya costaba 18.58. Hoy (martes 6 de agosto) está en 19.34 y el fin de semana pasó la barrera de los 20. Lo que cambió fue la elección presidencial y la forma en que están manipulando los resultados para sobrerrepresentar de manera ficticia a la coalición de partidos del gobierno. Lo cambió es que ante el resultado electoral López Obrador anunció que pasaría su reforma para destruir al Poder Judicial y aunque Claudia Sheinbaum intentó matizar el problema ratificando al secretario de Hacienda y nombrando a personas con cierta confianza internacional, de poco ha servido ya que López Obrador ha tomado como tema personal, terminar los contrapesos. Un país sin contrapesos es un país sin seguridad jurídica y las inversiones corren de eso. También hay que decirlo, con un interés del 10% (o mayor) era buen negocio tener el dinero en pesos para los inversionistas extranjeros, pero eso cambia con la volatilidad de la moneda porque la depreciación es mayor a ese 10% y el capital busca lugares donde ganar. Las señales autoritarias tienen un precio y ahí está.
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- La seguridad es una desgracia y lo ha sido años. Estamos en el sexenio más violento de la historia y por mucho que quieran culpar a Calderón y a García Luna (personas que dejaron de tener poder alguno hace 12 años) tiene mucho no hay “muertos de Calderón”, hay muertos de López Obrador y es la peor cifra de la historia. Esta realidad se matizaba por la falta de temas escandalosos pero la extraña captura del “Mayo” abrió la caja de preguntas y se van acumulando sin respuesta alguna. ¿Por qué se fue a entregar en EEUU? ¿Por qué hubo medios que dieron la nota como que “la estrategia de la Guardia Nacional lo orilló a entregarse”? ¿Por qué el presidente no sabe o niega saber qué pasó? ¿Por qué el presidente parece que se disculpó con los criminales diciendo que él no tuvo nada que ver? ¿Por qué parece que vinieron y se lo llevaron, y el presidente se esmera en negarlo? Fue Morena quien modificó la Ley de Seguridad Nacional en 2020 para incluir el artículo 74 que dice que, si un gobierno extranjero sustrae a alguien del territorio nacional para ser llevado a juicio en otro país, el Estado mexicano suspenderá la ejecución de los convenios de cooperación bilateral… Quizás por eso es mejor “no saber” ya que si supiera tendrían que suspender convenios y eso sería un problema mayor. Si se pregunta cómo se vio la noticia del otro lado del Río Bravo, es simple, como una gran victoria de Biden (quien por cierto necesitaba una victoria). Siguiendo el concepto de la navaja de Ockham lo más probable es lo más simple y a mí me suena que vinieron de EEUU y se lo llevaron.
Los principales temas para juzgar a un gobierno son la seguridad y la economía, y López Obrador dejará un desastre en ambos temas. Difícil tarea tendrá Claudia Sheinbaum en recibir tremendas deficiencias y tener que poner una sonrisa y mantener la mentira -sin hacer gestos- de que López Obrador deja un país seguro y con una economía boyante.