Tres años se dicen muy fácil pero la verdad es que se fueron volando. En unas horas, aproximadamente 24 horas yo dejaré de ser Diputada de la Ciudad de México y se habrá dado por terminado un proyecto que yo busqué durante más de 14 años. Mi experiencia política me ha permitido entender de muchas maneras la forma en que se toman las decisiones en la ciudad y en el país, yo comencé como una joven cualquiera, una mexicana más que se ha preparado intelectualmente y que ha buscado entregarse a proyectos y causas para poder aportar a soluciones de esas que a México le urgen. La manera en la que he crecido me ha permitido tener a mi alcance la posibilidad de hacer cada una de mis etapas políticas públicas, gracias a mi participación en medios de comunicación y por ello hoy dedico esta columna a despedirme de la diputación y poder compartir a las y los lectores lo que significa llegar a un cargo como este.
Más allá de las pasiones y más allá de las siglas con las que te comprometes en algún momento es muy importante hacer la reflexión de porqué y para qué ser Diputado y Diputada, las y los diputados tienen a su cargo no solo la creación de leyes, modificación de reglamentos y estatutos legales que rigen esta ciudad, sino también poder influir en otras autoridades y en muchos espacios públicos simbólicos y de poder de facto para poder cambiar la realidad de las personas pero también poder influir en la toma de decisiones, en la vida de los animales, en la manera en que conservamos el ambiente en la manera en que una ciudad como la nuestra opera.
Por ello mi convicción desde el día 1 fue a dedicarme a construir puentes y relaciones públicas que nos permitieran alcanzar consensos y avanzar aunque sea un milímetro soluciones que eso es lo que siempre me ha movido y mientras continúe en el ejercicio de la vida pública seguirá moviéndome todos los días, sin embargo si ya conoces mi historia, esta manera de entender la política y cuestionar las actitudes y acciones de estos políticos fue lo que me llevo a tener un rompimiento por el PAN, sin embargo también me acerco a muchos actores del Plan C y el partido gobernante que vieron que yo tengo la convicción de construir y que si bien en algún momento yo me negué a la posibilidad de formar parte de sus filas, hoy después de la terrible decepción que me llevo con el partido que le entregué 16 años de mi vida, es que yo he puesto por encima de los intereses partidistas de mi ex jefe, y de un líder y un grupo, la convicción de poder seguir participando para aportar a soluciones.
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Con ello, querido lector, yo quiero decirte que la política es más amplia que un partido cualquiera, la política es actitud y convicción y por ello es que yo quiero que la gente que nos lea siga creyendo en la posibilidad de participar y no participar para enriquecerse o convertirte en un pequeño coto de poder sino poder solucionar algo que le genera dolor a otro ser vivo.
Mi experiencia como Diputada tuvo capítulos muy agrios, pero también capítulos dulces. Tuve enseñanza todos los días respecto a cómo se debe de plantear un tema y de los errores que cometí y les juro que he aprendido para poder avanzar, de los aciertos que obtuve con mi equipo y la gente que cree en mí son la base para poder enseñar a otros y sobre todo ayudarnos a construir una red de políticos que sean los que otorguen a las y los mexicanos lo que se merecen.
Tener la clase política que merecemos y que ocupamos requiere de un compromiso social porque se trata de la generación de un cambio de educación y de mente. La política no tiene que verse para enriquecerse aunque los sueldos sean muy competitivos y muchas de las personas en este medio se enriquezcan ilícitamente lo que te tiene que mover no es quedar bien con tu jefe o aparecer por unos segundos en televisión. Lo que te tiene que mover es la posibilidad de más allá de las diferencias, encontrar los caminos y centrarnos en los puntos medios que nos enriquezcan como sociedad.
Para tener los políticos que los capitalinos buscan necesitamos ser mejores personas, comprometernos con lo social para entender que al final los partidos son instrumentos de gente que busca ser el bien, si eso es lo que moviera a las personas que aspiran a ser Diputada o Diputado y que se llega a sentar en alguna de las curules del Congreso de la Ciudad de México, la calidad de decisiones que se tomarán serian diferentes.
Hoy yo no te puedo decir si hicimos la diferencia o no, pero te puedo asegurar capitalino y capitalina que cada peso que las finanzas públicas me asignaron fueron aprovechadas en proyectos de causas y mi equipo de trabajo que me acompañaron por tres años y tu servidora no descansamos ni en Navidad, trabajamos todos los días para construir un mejor Cuauhtémoc, un mejor Iztacalco y muchos temas que te he presentado en mis redes sociales.
Agradezco a La Silla Rota y a cada medio de comunicación que me han permitido estar cerca de la gente que cree en mí como proyecto político a pesar de mis circunstancias actuales y el rompimiento tan doloroso por el que yo pasé así como las amenazas de muchos actores políticos del PAN con las que vivo todos los días yo hoy creo en el Plan C, creo en la Presidenta Claudia Sheinbaum y sobretodo creo que Clara Brugada será la mejor Jefa de Gobierno porque nosotras y nosotros estaremos acompañándola en todo lo que emprenda para que las cosas salgan como las y los capitalinos merecen.
Gracias Congreso de la Ciudad de México, Gracias a la vida y Gracias a ti que me has acompañado.