La renovación de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional representa un momento crucial en la historia de nuestro partido. Durante más de una década, los procesos internos estuvieron marcados por la imposición de líderes alejados del verdadero consenso y la militancia. Sin embargo, este año hemos dado un paso significativo hacia la apertura y la democracia interna, permitiendo a todos los priistas participar y expresar su voluntad.
Como integrante de la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI, fui testigo de este importante cambio. Por primera vez en muchos años, se emitió una convocatoria abierta a toda la militancia, permitiendo que cualquier priista del país se registrara para participar en un proceso verdaderamente democrático. El día de los registros solo dos fórmulas se presentaron: la encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, y otra por Lorena Piñón Rivera y Cuauhtémoc Betanzos Terroba.
Este cambio interno se da en un contexto nacional complejo. México ha enfrentado tiempos de inseguridad, violencia, polarización y una pandemia que transformó profundamente nuestras vidas. Además, hemos visto ataques constantes del gobierno a los opositores, partidos políticos, periodistas, instituciones y organismos autónomos. En este difícil panorama, Alejandro Moreno Cárdenas ha demostrado ser un líder que enfrenta estos desafíos con valentía y determinación, defendiendo los principios del PRI y los derechos de la ciudadanía.
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La elección de la nueva dirigencia llega también después de un periodo de reflexión y autocrítica tras las elecciones del 2 de junio. Nuestro partido demostró un sólido compromiso con México, al sacrificar sus intereses para fortalecer el Frente Amplio por México y la coalición opositora, apoyando candidaturas ciudadanas como la de Xóchitl Gálvez. Este espíritu de colaboración resalta nuestra dedicación a poner los intereses del país por encima de los propios.
En la Ciudad de México, hemos superado adversidades en el pasado y lo haremos nuevamente. Somos un partido caracterizado por la unidad y la disciplina. Presentaremos una oferta política seria, profesional y con respuestas a las necesidades sociales, siempre poniendo a México por delante y tomando decisiones basadas en la justicia social.
El PRI, con sus 95 años de historia, sigue y seguirá escribiendo capítulos importantes para México. La renovación de la dirigencia es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con los principios y valores que han guiado al partido desde su fundación. Este proceso fortalece nuestra capacidad para construir un México más justo y democrático. En estos momentos críticos, se necesita un liderazgo firme y experimentado. Alejandro Moreno Cárdenas ha demostrado ser esa persona, guiando al PRI con determinación y visión hacia los retos del futuro.
Estamos listos para enfrentar cualquier desafío y seguir trabajando por el bienestar de nuestro México.