El Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) y el Centro de la Imagen organizaron para la próxima semana un encuentro bilateral entre investigadores y fotógrafos principalmente franceses, argentinos y mexicanos para reflexionar sobre el presente del fotoperiodismo. “Fotografiar en tiempos de incertidumbre” lo titularon. Se trata de un curioso cruce de miradas entre Argentina y México en torno a esta rama de la fotografía periodística. El encuentro será de manera presencial los días 15 y 16 de julio de la próxima semana en la Ciudadela.
Aunque la diferencia entre ambos ecosistemas son enormes en ambos países, –por poner solo un ejemplo: en nada se parecen los niveles de organización del gremio entre nuestras naciones– resultará interesante su confrontación y diálogo.
Y así viene el evento: el próximo lunes 15 a las 11:00 hrs. Se dará la conferencia inaugural: “Hacer visible. Fotografía documental y prensa militante en los años 20” a cargo de Christian Joschke, historiador de arte de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París (ENSBA), Francia (actividad en francés con traducción simultánea a español).
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A las 13:00 hrs. habrá una mesa redonda titulada “Militancia política, fotografía y medios de prensa¨, ahí participarán: Cora Camarnik, historiadora, Universidad de Buenos Aires (UBA), de Argentina; Daniel Merle, fotógrafo e historiador, Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), de Buenos Aires y Valeria Sánchez Michel, historiadora, de la Universidad Iberoamericana (IBERO), Ciudad de México.
Si bien la mezcla de militancia política, fotografía y medios de prensa puede ser problemática, ser un fotógrafo militante que trabaja para medios de prensa conlleva riesgos de imparcialidad y objetividad que radicalizan su posición. Esto puede comprometer la credibilidad y la confianza de la audiencia. Es importante mantener una clara separación entre estos roles para preservar –en lo posible– la integridad del trabajo periodístico. Si bien la militancia puede motivar al fotógrafo, debe evitarse que influya en la cobertura informativa.
Nuestro país tiene mil ejemplos de ello. Sin embargo, yo creo que los medios deben priorizar la presentación equilibrada de los hechos sobre cualquier agenda política. En resumen, es fundamental entender las diferencias y límites entre estos conceptos para evitar conflictos de intereses y mantener altos estándares éticos. Pero claro, esto es lo que yo pienso. Veremos qué dicen los expertos.
Luego a las 16:00 hrs. habrá una mesa redonda bajo el tema “Circulación de prácticas, ideas e imágenes, entre fotoperiodismo y fotografía documental” donde participarán Marion Gautreau, historiadora, Universidad de Toulouse II; Jean Jaures (UT2), de Francia; Ariel Arnal, Doctor en Estudios Humanísticos, Universidad Iberoamericana (IBERO), Ciudad de México y Alberto del Castillo, historiador, Instituto Mora, de Ciudad de México.
En este tema, a reserva de saber hasta la próxima semana qué piensan los invitados a este encuentro, me aventuro a adelantar algunos apuntes. La circulación de prácticas, ideas e imágenes entre el fotoperiodismo y la fotografía documental es un tema complejo que merece un análisis crítico. Si bien comparten ciertos elementos, es importante reconocer las diferencias fundamentales entre estos géneros fotográficos. En “teoría” el fotoperiodismo se enfoca en capturar eventos noticiosos de manera “objetiva", mientras que la fotografía documental busca una mirada más “subjetiva” y “personal” sobre la realidad. Esta distinción es crucial a la hora de comprender cómo se producen y consumen estas imágenes. Por lo tanto es necesario cuestionar la forma en que circulan estas prácticas e ideas en la era digital. ¿Cómo afecta esto a la percepción y el impacto de estos trabajos fotográficos? Debemos adoptar una postura crítica para entender el futuro de estos géneros en un mundo cada vez más visual y mediatizado. Creo que esta mesa se pondrá interesante.
Para el martes 16, se retoman actividades a las 4 de la tarde con la mesa redonda “Hacer fotografía documental o fotoperiodismo en contextos violentos”, en esta participan el gran Antonio Turok, fotógrafo mexicano de mil batallas; Daniel Merle, fotógrafo argentino a quien no conozco; Jair Cabrera, fotógrafo mexicano y el querido Pedro Pardo, fotógrafo también mexicano asignado en China para la France Press, pero con enorme experiencia en nuestro país en cobertura de narcotráfico y otras calamidades nacionales.
Y como nada tengo que ver con la organización de dicho evento, debo decir que me sorprende el desnivel de esta mesa, porque fuera de Turok y Pardo a quienes conozco muy bien, francamente no entiendo la participación de Jair Cabrera, conozco su mirada y está muy lejos según yo, de aportar algo interesante a esa mesa, –quizá me equivoque– pero hacer fotografía documental o fotoperiodismo en contextos violentos requiere mucho más que un simple talento con la cámara. Se necesitan valentía y serenidad inquebrantables, así como una gran experiencia previa, y en este contexto tanto Turok como Pedro Pardo tienen credenciales de sobra, pero en los otros dos casos desconozco su experiencia en el terreno.
Demasiados fotógrafos contemporáneos creen que pueden simplemente entrar en zonas de conflicto y capturar imágenes “impactantes”, sin comprender los enormes riesgos y desafíos que conllevan esos entornos. La realidad es que el fotoperiodismo en áreas violentas y sobre todo en nuestro país, exige un nivel de preparación y habilidad que la mayoría de los colegas no poseen. Antes de embarcarse en este tipo de proyectos, los fotógrafos deben reflexionar seriamente sobre su capacidad y formación para enfrentar estas situaciones de manera responsable y segura. Ojalá la mesa arroje luz sobre el tema.
Y en este mismo sentido ya para cerrar, a las 17:30 hrs. se dará la última mesa sobre “Violencia, fotografía y ética” donde participan Maya Collombon, socióloga del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), de la Ciudad de México e Ileana Diéguez, investigadora, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), también de la Ciudad de México. Dos mujeres investigadoras que seguro cerrarán muy bien este primer encuentro bilateral.
La fotografía de eventos violentos y relacionados con el crimen organizado en México plantea serios dilemas éticos. Si bien los fotógrafos profesionales tienen un gran talento y valentía, su trabajo conlleva riesgos significativos y debe abordarse con sumo cuidado. Es crucial que los fotoperiodistas que cubren estos temas tengan un sólido código de ética que guíe sus decisiones. Deben considerar el impacto de sus imágenes en las víctimas y las comunidades afectadas. La búsqueda del impacto visual no puede estar por encima de la responsabilidad moral. Los editores y directores también tienen una responsabilidad importante al seleccionar y publicar este tipo de contenido, deben examinar detenidamente cada imagen y asegurarse de que se respeta la dignidad de los sujetos. En última instancia, la ética debe ser la prioridad, incluso si eso significa renunciar a algunas tomas fotográficas. En fin. Al final podrán ver la Expo de aniversario que ahí se presenta y ojalá se trate de una buena jornada para revalorar a la fotografía periodística en nuestro país.
En todo caso, felicito a la dirección del Centro de la Imagen por retomar temas fundamentales del quehacer fotoperiodístico nacional y latinoamericano; pero ojalá para la siguiente administración independientemente de quien quede, el fotoperiodismo retome su lugar en la galaxia del Centro de la Imagen. Es urgente.
Por último no quiero cerrar esta columna sin felicitar a los nuevos galardonados con la medalla al Mérito fotográfico que otorga la Fototeca Nacional, y que hoy mismo se entregará en el Museo de Antropología al querido y admirado Gerardo Montiel Klint y la talentosa Flor Garduño. Hoy nos fundiremos en un respetuoso abrazo en medio del bosque de Chapultepec. Ahí nos veremos al rato.
PD. Ya por último, hoy viernes nos escuchamos en Imagen Líquida a las 2.30 PM por el 98.5 de su radio FM para hablar de imagen con el buen Salvador García Soto. Hasta la próxima.