¡La democracia en México está en riesgo! Lo que sucedió hace unos días en el Instituto Electoral de la Ciudad de México es un asalto descarado y autoritario por parte de Morena para imponer una mayoría ilegal y fraudulenta en el Congreso. Con total desprecio por el voto ciudadano, Morena ha demostrado que no está dispuesta a tolerar ni a respetar la diversidad de nuestra representación política.
El instituto, en una maniobra sin precedentes, otorgó a Morena siete diputaciones plurinominales adicionales, estableciendo un peligroso precedente para la integridad de nuestras instituciones electorales. De acuerdo con los resultados, debido a la alta votación obtenida, a Morena solo le correspondían dos diputaciones por el principio de representación proporcional. Varias diputadas y diputados morenistas, una vez electas y electos, decidieron cambiar de partido, permitiendo que Morena ya no pareciera haber ganado tantas curules y, de esa manera, reclamaran más plurinominales. Esta jugada maquiavélica no es más que una muestra de la desesperación de Morena por mantener un control absoluto y silenciar cualquier disidencia en el Congreso.
Por ello, en el Partido Revolucionario Institucional impugnamos el ilegal acuerdo de asignación de diputados de representación proporcional del instituto. El PRI debe de tener más diputaciones, ya que esta redistribución fraudulenta perjudica no solo a nuestro partido, sino a la verdadera representación de la ciudadanía en el Congreso. Defenderemos incansablemente la justicia y la legalidad en este proceso, porque cada escaño debe reflejar fielmente la voluntad de las y los votantes.
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Es evidente la intromisión gubernamental para manipular los resultados y atentar contra el voto popular. Este golpe autoritario no solo destruye la confianza en nuestras instituciones electorales, sino que también amenaza con instaurar un régimen donde la oposición es sistemáticamente marginada. Morena no quiere críticas; quiere un coro unánime que aplauda sin cuestionar.
Lo que está en juego aquí es más que una simple distribución de curules; es la esencia misma de nuestra democracia. La democracia no puede sobrevivir sin una oposición fuerte y representativa. Necesitamos representantes que cuestionemos, fiscalicemos y aboguemos por los diversos sectores de nuestra sociedad. La jugada de Morena es un ataque directo a este principio fundamental.
Este es un llamado a la ciudadanía a estar vigilantes y defender nuestras instituciones. No podemos permitir que la democracia se convierta en una herramienta al servicio de unos pocos. La voz del pueblo debe ser respetada, y las instituciones electorales deben funcionar con integridad y transparencia.
Nuestra respuesta a estos desafíos definirá el futuro de nuestra democracia. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se desmantela el sistema por el que tantas y tantos hemos luchado. Es momento de unirnos y exigir que se respete el voto ciudadano, que se protejan nuestras instituciones y que se garantice una representación plural y auténtica en nuestro congreso.
Juntas y juntos, defendamos nuestra democracia. Juntas y juntos, luchemos por un México donde la pluralidad y la crítica sean valoradas y protegidas. Juntas y juntos, digamos no al autoritarismo y sí a una verdadera representación democrática.