IGLESIA CATÓLICA

El papa Francisco ofreció disculpas a la comunidad gay

¿Cómo fue la reunión y cómo usó la polémica palabra el Papa Francisco? | Fred Álvarez

Créditos: Especial
Escrito en OPINIÓN el

Los diarios se escandalizaron por el simple hecho de que de la boca del Papa haya salido la palabra “frociaggine”.

La mañana del pasado lunes 20 de mayo, el papa Francisco se reunión a puerta cerrada en el Aula Pablo VI con alrededor de 200 obispos della Conferenza Episcopale Italiana. Uno de los temas abordados en la charla abierta que duró alrededor de 90 minutos, fue la de que pueden o no ser admitidos candidatos homosexuales en los seminarios de Italia, y el papa usó sin querer un comentario inadecuado, discriminatorio. No hubo comunicado oficial.

Pero ocho días después, la prensa italiana dio a conocer el "escándalo" llevándose incluso las primeras planas por un comentario realizado por Francisco I al referirse a los gays como maricones, usando la expresión "frocciagine", palabra que contiene un fuerte tono peyorativo, y aunque la frase fue hecha en tono de broma, para muchos fue considerada hiriente y despectiva, por lo que el papa tuvo que salir a ofrecer disculpas.

Hay que ver el contexto y sobre todo como lo dijo, no fue nada agresivo.

Debemos decir que el primo en difundir la noticia fue el sitio Dagospia...

El tema fue abordado recientemente en Asis. De hecho, los obispos italianos aprobaron una enmienda que se limitaba a distinguir entre actos y tendencias, reiterando la obligación de celibato para todos los seminaristas, homosexuales y heterosexuales, abriendo así -de hecho- la puerta de los seminarios a candidatos homosexuales.

¿Cómo fue la reunión y cómo lo dijo Francisco?

La periodista Elisabetha Pique comenta detalles en una nota en el periódico La Nación.

Comenta que el encuentro duró una hora y media, y en la charla uno de los obispos preguntó en forma directa al Papa qué había que hacer cuando un candidato declaradamente homosexual pide ingresar al seminario.

Fue entonces -escribe Pique, apoyada en la reconstrucción que hizo el diario La Repubblica-, cuando Francisco, como en otras ocasiones, respondió en forma negativa, destacando, de todos modos, que debe respetarse a toda persona, cualquiera que sea su orientación sexual. E indicó que, de todos modos, deben ponerse límites para prevenir el riesgo de que algún homosexual que entra al sacerdocio caiga en una doble vida, sufriendo ellos mismos esta situación.  

Como es el caso de Francesco Lepore, ex cura gay que colgó los hábitos y fue una de las fuentes del explosivo libro denuncia 'Sodoma' del periodista y sociólogo francés Frédéric Martel, una investigación sobre la cuestión de la homosexualidad y el celibato en la Iglesia católica.

Y fue exactamente en ese momento que Francisco usó la expresión “frociaggine”, palabra que ya había sido utilizada en la reunión por otro obispo y que nadie le recriminó.

El Corriere della Sera recalca que algunos de los obispos asistentes a la reunión recibieron la frase “más que con vergüenza, con algunas risas incrédulas”, aunque intentaron explicar que “era evidente que el Papa no era consciente de lo ofensiva que resulta esa palabra en italiano”.

El quid es que el exabrupto del Papa se llevó las primeras planas de los medios y causó protestas de colectivos LGBTQ+, que se sintieron obviamente ofendidos y discriminados.

Hay que decir que Francisco ha tenido una gran apertura para con los homosexuales, pero es claro su posicionamiento negativo sobre la entrada de ellos al sacerdocio católico.

La Santa Sede, expidió en 2005 una instrucción del Dicasterio del Clero durante el papado de Benedicto XVI, que fue confirmada por el papa Francisco en 2016, que estableció que la “Iglesia, aún respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir aquellos que practican la homosexualidad, o aquellos que presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la llamada cultura gay”.

Control de daños

Jamás pensó el papa Francisco que el tema llegará a los medios.

Un día después, consciente del ruido generado en la Santa Sede, salió a aclarar las cosas y lo hizo a través de su vocero Matteo Bruni.

En respuesta a preguntas de periodistas, el director la Sala de Prensa de la Santa Sede aseguró que “el Papa estaba informado acerca de las notas salidas sobre una conversación a puertas cerradas con los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana”. Y destacó que Francisco “nunca quiso ofender o expresarse en términos homófobos y que pedía disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso del término, mismo que fue utilizado antes utilizado por algún obispo italiano asistente.

Bruni cuidó la identidad de ese obispo quién fue el primero en discriminar con su expresión.

Bruni recordó, además, que más de una vez el Papa dijo que “¡en la Iglesia hay espacio para todos, todos!”, que “nadie es inútil, nadie es superfluo, hay espacio para todos. Así como somos todos”.

Hubo comentarios a favor y en contra.

 “El Papa tiene razón acerca del hecho de que el número de seminaristas y clérigos homosexuales es muy elevado, pero la sencillez del lenguaje nada tiene que ver con la vulgaridad”, comentó Francesco Lepore.

Por otro lado, en una entrevista en el diario La Stampa, el conocido teólogo italiano Vito Mancuso se mostró consternado porque la expresión de Francisco contrastaba con el famoso “quién soy yo para juzgar a un gay si busca a Dios”. Comentó que el Papa tiene que dar una gran lección pidiendo disculpas, como lo hizo posteriormente. 

El Corriere della Sera atribuyó la información a obispos anónimos, quienes sugirieron que el Papa pudo haber cometido una metida de pata sin la intención de ofender.

En efecto, fue como lo dijo El Corriere Della Sera.

El Papa confió -siempre lo hace- en sus hermanos en Cristo al hablar en una reunión fue privada, y salió el comentario sin querer, sin darse cuenta y toda vez que ya había sido usado por un obispo italiano presente en la reunión.

Confieso que cuando vi la nota en la red social me sorprendió. Un medio me pidió un comentario a botepronto y pedí esperar. 

Conociendo al papa Francisco me dije que quizá había sido tergiversado, que lo había hecho sin querer y que había que investigar el contexto. Francisco nunca ha querido ofender o discriminar a la comunidad LGBTQ+

He seguido de cerca su pontificado y uno aprende a conocer a las personas. Conozco el posicionamiento de Francisco sobre el tema de la defensa de la comunidad gay desde el inició de su papado.

También sabemos que hay grupos conservadores que quisieran amarrar navajas; no es la primera vez.

Al inicio de este año, Francisco fue nota mundial por una declaración en el marco de una entrevista con la agencia AP que fue mal encabezada.

¿Qué sucedió?

El 24 de enero le dio entrevista a Nicole Winfield, corresponsal de la agencia Associated Press, que se publicó un día después y que fue nota a nivel mundial, sobre todo por el encabezado: “ser homosexual no es un delito”, pero sí es pecado: Papa Francisco."

Como lo comenté en este espacio (LSR, 1 de febrero de 2024), casi nadie leyó la entrevista completa, solo el encabezado y de ahí empezaron a opinar irresponsablemente.

Obviamente su declaración fue sacada de contexto al grado que James Martin SJ, cura que desarrolla su apostolado entre personas de la comunidad LGTB+ y que ha sido cuestionada por grupos conservadores, le escribió al Papa tres preguntas a fin de precisar sus palabras, ya que consideró que “algunos medios de comunicación” habían atribuido al Papa el sentimiento de que la homosexualidad es un pecado.

Francisco le respondió con una breve carta personal fechada el viernes 27 de enero para aclarar el sentido de sus palabras:

i) “No es la primera vez que hablo sobre la homosexualidad y sobre personas homosexuales”;

ii) Quise aclarar que no es un delito, para subrayar que toda criminalización no es ni buena ni justa;

iii) Cuando dije que es pecado -subraya el Papa-, simplemente me referí a la enseñanza moral católica, que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es un pecado; 

iv) Agrega, "Y a quien quiera criminalizar la homosexualidad les diría que están equivocados".

En una entrevista televisada donde se hablaba con naturalidad y con un lenguaje de conversación, es comprensible que no se hagan este tipo de precisiones, concluye Francisco en su misiva dirigida al jesuita James Martin.

Incluso en aquella entrevista con AP, el Papa pidió que se despenalice el tema ya hay varios países que lo tienen contemplado en sus códigos penales. Desgraciadamente, en algunos se castiga hasta con pena de muerte.

El Papa reiteró lo que dijo aquel lunes 29 de julio de 2013 cuando volvía de Río de Janeiro a Roma tras haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud:

 “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, y eso quedó como doctrina del papa Francisco...

Y ya lo ha dicho ene número veces: “Repetiré lo mismo que he dicho en el primer viaje. Repito lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica. No son discriminados, deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.

Ahora bien, hay obispos y curas homófobos, y a ellos el Papa ha pedido que cambien de actitud con sus hermanos homosexuales, muchos de los cuales desafortunadamente no le hacen caso.

Por último, sabemos de los problemas que tiene el papa argentino con un grupo de cardenales conservadores que ya tienen puestos los ojos en la sucesión, y que han abierto una columna en su contra, un asunto normal en estos tiempos.

Ahora, si bien el papa apapacha a la comunidad LGTB+, es claro que no los quiere de sacerdotes.

Pero con todo respeto a los medios italianos, intentaron generar un escándalo por una palabra sacada de contexto. 

¡Ah! si viviera Renato Leduc, les habría dicho no hay buenas ni malas palabras.

Ojalá se filtrará la grabación correspondiente donde Francisco uso la palabra "frociaggine". Ello nos ayudaría mucho.

 

Fred Álvarez

@fredalvarez