En la víspera de las elecciones del 2 de junio, Xóchitl Gálvez y los candidatos de la alianza opositora Fuerza y Corazón por México han mostrado su fuerza en su último y máximo esfuerzo, la Marea Rosa y el Tercer Debate Presidencial, semejante a un emotivo sprint antes de enfrentar en las urnas a los contingentes morenistas encabezados por Claudia Sheinbaum.
Aunque es evidente el entusiasmo y se han mostrado optimistas de ganar la Presidencia de la República, existe el riesgo de que los dos eventos del domingo sean como la batalla de Ligny, el combate librado el 16 de junio de 1815 donde las tropas francesas de Napoleón derrotaron al ejército prusiano, antes de la batalla de Waterloo.
A doce días de las elecciones, Xóchitl Gálvez, aspirante a la presidencia de la República y Santiago Taboada, quien busca la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, fueron los oradores principales en la multitudinaria concentración que se reunió en el Zócalo de la Ciudad de México: más de 95 mil personas, según las cifras oficiales o cerca de 200 mil de acuerdo a otras estimaciones.
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“Vamos a ganar para abrir la puerta de Palacio Nacional para todos los mexicanos”, afirmó Xóchitl, en un templete colocado frente a la catedral, ante miles de seguidores, en una concentración presuntamente organizada por la “sociedad civil” que se convirtió en un acto proselitista.
Ha sido, tal vez, el más impactante evento de la alianza opositora previo a la elección, ya que la Marea Rosa se replicó en más de 100 ciudades del país y en varias del extranjero, como Madrid, Barcelona, Londres y Washington.
Aunque, en este último tramo, Xóchitl intentó mostrarse como la candidata de la sociedad civil y haber asistido como “invitada” a la manifestación de la Marea Rosa, ésta en realidad fue un acto proselitista.
De acuerdo con el reportaje que publicó el diario El País, firmado por Zedryk Raziel (8 de mayo), se descubrió que las marchas de la “marea rosa” no fueron manifestaciones espontáneas de la sociedad civil, sino que fueron promovidas por los empresarios y políticos ligados al Partido Acción Nacional.
Un multitudinario respaldo “ciudadano”, en las concentraciones de la Marea Rosa, que Xóchitl no supo capitalizar, en el tercer debate presidencial. Así, la mejor arma electoral construida por la alianza opositora, sólo fue utilizada por Gálvez al inicio del debate cuando mostró la foto de un Zócalo lleno de simpatizantes de la Marea Rosa y expresó: “Los mexicanos ya despertamos, ya ganamos. Hoy en muchísimas ciudades los mexicanos salimos a las calles a defender la democracia”.
Fue la única referencia que hizo a las marchas de la sociedad civil. Había elevadas expectativas de que el tercer debate, por sus temas sobre seguridad, crimen organizado, política exterior y migración, fuera aprovechado por Xóchitl para señalar las principales fallas del gobierno de AMLO.
Sin embargo, la candidata opositora mantuvo la estrategia de los debates anteriores y sólo aumentó los ataques personales contra Claudia, además de informar la primicia de una presunta investigación del gobierno de Estados Unidos a Mario Delgado por “huachicoleo”.
En muchos quedó la impresión de que Jorge Álvarez Máynez fue quien tuvo el mejor desempeño y las propuestas más atractivas, mientras que Sheinbaum evitó meterse en problemas al mostrarse omisa ante las acusaciones de Xóchitl.
Al final, de acuerdo a la encuesta flash de Enkoll para El País y W Radio, Claudia Sheinbaum ganó el tercer y último debate presidencial, con 49% de apoyo de los encuestados. La candidata oficial sacó 23 puntos de ventaja a Xóchitl Gálvez (26% de apoyo) y 31 a Jorge Álvarez Máynez (18%).