La advertencia es explícita y terrible: ¡Esta podría ser la última elección democrática en México! afirman la escritora Guadalupe Loaeza, la senadora Josefina Vázquez Mota y el analista político Macario Schettino en el conversatorio “El México que anhelamos”, un evento para reforzar la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, que durante este año se ha presentado en las principales ciudades del país.
“En qué México queremos despertar el 3 de junio, en el de la democracia o en el de la dictadura, en el de los puentes de diálogo o en el de los muros de odio”, es la admonición que repite Vázquez Mota, excandidata presidencial panista que en 2012 estaba convencida de que “un milagro de Dios” le permitiría ganar la elección.
Un mensaje apocalíptico que sólo se transmite a grupos elegidos, auténticos panistas, empresarios de la Coparmex y simpatizantes de la ultraderecha, para que se conviertan en misioneros promotores del sufragio y busquen alcanzar el número cabalístico 65, ya que si 65% o más de los mexicanos salen a votar crecerán las posibilidades de que Xóchitl sea la próxima presidenta.
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“El México que anhelamos, en el que las familias pueden vivir en paz y en el que nuestras hijas e hijos, nietas y nietos pueden alcanzar sus metas, está a un voto de distancia –ha sentenciado Josefina–. Defendamos la libertad con nuestro voto”.
Hace un mes, el 16 de abril, de manera accidental fui invitado al Conversatorio “El México que anhelamos”, que se realizó en el auditorio Expo Convenciones Chiapas, ubicado a un costado el hotel Hilton en Tuxtla Gutiérrez; el recinto tiene capacidad para 3 mil personas y el acceso fue exclusivamente por invitación RSVP.
La principal atracción del evento, al menos para mí, era escuchar a Guadalupe Loaeza, la cronista de la clase alta mexicana y autora de “Las Niñas Bien” (1987), cuyo último libro “La amante de Río Nilo” se publicó el año pasado.
Podría haber platicado sobre su próxima obra en torno al periodista Miguel Ángel Granados Chapa y el surgimiento del PRD que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas, pero Loaeza abrió el Conversatorio para compartir su decepción por Andrés Manuel López Obrador y la advertencia de que “en el país ya hay señales claras de dictadura”.
Puso como ejemplo su caso, ya que dos semanas antes había sido despedida de TV Mexiquense, donde participó durante 14 años, con la única explicación de que “habían pedido su cabeza”.
A continuación, Macario Schettino presentó unos pronósticos estadísticos, donde señaló que sólo hay seis estados, entre ellos Chiapas, en los que Morena podría alcanzar 60% de los votos; en los demás podría ser menor al 50% y hay cuatro en donde sería de 30%. En pocas palabras, si la participación ciudadana supera 60%, el triunfo será de Xóchitl.
Y para cerrar, habló la senadora Vázquez Mota,coordinadora de “Líderes en Campaña” para apoyar a Xóchitl. Bajo el tema “El México que anhelamos”, el conversatorio ha recorrido las principales ciudades del país en una Cruzada por el voto. El mensaje se ha repetido una y otra vez: “México es un país en riesgo de perder su libertad, donde el crimen avanza”.
Aunque es reconocida por haber sido candidata del PAN a la presidencia en 2012, antes de llegar a la escena política de la mano de Vicente Fox, Vázquez Mota se había dado a conocer como autora de un libro de autoayuda titulado “Dios mío, hazme viuda por favor” (1999).
En aquella campaña, por cierto, Josefina ante los panistas poblanos, afirmó: “Los milagros sí existen, Dios siempre hace su parte, y nosotros saldremos victoriosos el primero de julio”. Algo sucedió allá en las alturas, porque perdió la elección.