Al primer trimestre del año, la economía avanzó un 2.0% anual de acuerdo con cifras del INEGI. El sector servicios tuvo un crecimiento de 2.5% mientras que el agropecuario y el industrial avanzaron 1.3% y 1.5%, respectivamente. Recordemos que la SHCP anticipa un crecimiento de entre 2% y 3% este año. Si la economía logra avanzar un 2.6% en 2024, el crecimiento promedio del sexenio se ubicaría en 1.2%, el menor de las últimas cinco administraciones federales, inferior incluso al 1.5% del período 2007-2012. Sin embargo, llama la atención que, tras la pandemia, esto es de 2021 a 2024, el crecimiento promedio sería de 4.1%.
En cuanto al desempleo, de acuerdo con cifras del INEGI, este se ubica en niveles mínimos históricos. La tasa de desocupación al cierre de marzo de este año fue 2.7% de la población económicamente activa. De mantenerse esa tasa en el año, la desocupación promedio en el sexenio sería de 3.5%, que se compara favorablemente con el promedio observado en el sexenio 2013-2018 de 4.1% y con el sexenio 2007-2012 cuando fue 4.7%.
En materia de inflación, durante la primera quincena de abril, esta se ubicó en 4.63%, todavía por arriba del objetivo del Banxico (que va de 2% al 4%), lo anterior impide que la reducción de las tasas de interés se lleve a cabo con la velocidad deseada. La tasa de interés de referencia de Banxico se encuentra en 11.0%, mientras que la SHCP prevé, en su documento de Precriterios 2025, que el promedio anual de la tasa de cetes a 28 días sea de 10.3% este año.
Te podría interesar
En lo que se refiere a las finanzas públicas los resultados contrastan, de cierta forma, con algunos de los datos positivos que se observan en la economía. Los ingresos públicos crecieron a una tasa real anual de 2.4% durante el primer trimestre de 2024. Sin embargo, los ingresos petroleros del gobierno federal retrocedieron 60.8% en el periodo pese a los mayores precios internacionales del crudo y por los menores derechos el gobierno cobra a Pemex. Por su parte, los ingresos tributarios avanzaron 3.4%, destacando los aumentos del IVA y del IEPS a combustibles automotrices por 4.1% y 195.1% en términos reales, respectivamente. Sobresale también la caída en la recaudación del ISR por 5.1%.
Asimismo, contrasta el aumento de 24.9% en el gasto programable con el 2.4% de avance en los ingresos. Al interior del gasto, sobresale el aumento del 100% del presupuesto del INE (por ser año electoral), pero también, el de 301% para Energía; de 123.8% para Trabajo y previsión social; de 97% para Medio Ambiente y Recursos Naturales; de 79.4% para Bienestar; de 74.4 para Educación Pública; y de 56.4% para Agricultura y Desarrollo Rural, por mencionar algunos. En cambio, los Ramos que reportan caídas en su gasto son: Salud con 63.7%; Desarrollo Territorial y Urbano con 22.9%; Relaciones Exteriores con 5.8%; y el Poder Judicial con 4.7%.
Esta disparidad entre ingresos y gasto se refleja en el déficit presupuestario, el cual alcanzó los 452 mil 370.9 mdp, es decir, fue 3.6 veces mayor al que se observó en el primer trimestre del año pasado.
Como ciudadanos debemos ser conscientes de los desequilibrios fiscales que se están gestando y de que, en el corto y mediano plazo, nosotros mismos como contribuyentes, tendremos que hacerles frente. Mes a mes, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publica información relevante sobre la evolución de las finanzas públicas. Consúltala en www.ciep.mx.
José Luis Clavellina Miller | Director de investigación.
Es doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como maestro y licenciado en Economía por la misma Universidad. Realizó una estancia de investigación doctoral en la Universidad de Kent en Canterbury. Se ha desempeñado como investigador en el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados y en el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores. Actualmente es director de Investigación en el CIEP. Entre sus intereses se encuentran la sostenibilidad de las finanzas públicas, la equidad fiscal intergeneracional y el financiamiento para el desarrollo.