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SLP: La hegemonía de lo anodino

Mediocridad y falta de propuestas definen las campañas electorales en México, donde incluso los debates carecen de relevancia. | Adriana Ochoa

Escrito en OPINIÓN el

Con alguna tilde relacionada con la capacidad económica que exhiban partidos o candidatos, las campañas electorales a últimos años suelen ser todas parecidas y suenan iguales, como las pianolas de los abuelos, con cilindros y fuelles para ejecutar música automática perforada en un papel.

Si a esta temporada de campañas de manivela hubiera que ponerle un denominador común, “mediocre” no iría exagerado. Fuera de las presidenciales, donde el agarrón está a todo trapo desde el mismo Palacio Nacional, las campañas federales son un muermo. 

No es que la oposición esté mejor, pero las candidaturas de la coalición del aspiracionismo histórico anuncian de lleno los tiempos de la hegemonía de lo anodino: los candidatos son sujetos con características de estúpidos de manual a quienes se les ha facilitado, por obra y gracia de algo o alguien más arriba, en Morena o el Verde, el ascenso a cargos importantes. Si acaso alguno habrá, candidato a legislador federal, que pueda explicar su postulación.

Agarrados de la imagen presidencial, o de la expectativa de futuro venturoso con Claudia Sheinbaum, no hay forma de recordar a esta hora nombres y propuesta propia de los abanderados de Morena. Son pura rezoca, material de los botaderos de la política, que espera subir a las curules con el “Plan C” de doña Claudia Sheinbaum: “votar todo Morena”, una instrucción digna de acatar en un país que compita por el récord de mayor número de tontos por unidad de superficie.

Y lo mismo los candidatos federales y locales del aliado potosino de Morena, el Partido Verde del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, Pocos tienen algo que decir por sí mismos, a fin que no les eligieron candidatos por eso. A algunos más el pobre mobiliario de sus cabezas apenas les da para emprender con enjundia prácticas cavernarias, como la abanderada del Verde a diputada por el distrito IV, Jaquelin Jáuregui, denunciada por vandalizar sin recato alguno la propaganda de sus adversarios. 

Un PRI reducido a mínimos, un PAN con dirigentes que apuestan a las derrotas rentables y un PRD que ya es puro hálito de ultratumba, le han puesto las cosas fáciles a la coalición oficial con candidaturas cuestionadas, desgastadas o sin aporte. 

La movilización para Xóchitl Gálvez en San Luis viene más de los Xochilovers, y del alcalde capitalino que busca su elección consecutiva, que de las descoloridas dirigencias locales, carentes de liderazgo y desacreditadas. Al contrario, al igual que morenistas y verdes, sus campañas son testimoniales y dependientes de la contienda presidencial.

El partido del mandatario estatal se ha volcado en la campaña al Senado de la primera dama del Estado, Ruth González de Gallardo. Ella puntea todos los esfuerzos y lidera las campañas locales, federales y municipales del Verde según se mueva por territorio estatal. Todos, absolutamente todos los demás candidatos son coristas de acompañamiento, además encantados de serlo.

En este esquema local de mecanismo programado, ni los esfuerzos mejor intencionados alcanzan la virtud de provocar un trazo diferente, una grieta de luz para el momento político o sobre las capacidades de un competidor.

Ocurrió con los debates a cargos federales y locales. El Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), organizó ejercicios públicos de contraste para los candidatos a las diputaciones locales de mayoría y a cinco alcaldías, entre ellas la de San Luis Potosí capital. La mayoría de los que van, hasta ahora, malitos, pobres y con ausencias.

Los de los diputados locales, verdaderamente intrascendentes. Al del distrito VIII, quizá el más competido por los perfiles de candidatos en pugna, no se presentó la candidata que busca la reelección, Aranza Puente, de Fuerza y Corazón por San Luis. Cuando se es puntero un debate no aporta nada y es más un piso de riesgo, pero en el caso de Aranza, su paso por el Congreso ha dejado expuesto que lo suyo no es la argumentación. 

El encuentro de candidatos por el distrito XI, con sede en Rioverde, estuvo aún más desolado: cuatro de siete participantes, sin el puntero, Ramón Torres, de Fuerza y Corazón por San Luis

Más movido el debate por la alcaldía de Rioverde, entre el alcalde en pos de su reelección, Arnulfo Urbiola Román, por el Verde; José Antonio Castillo Govea, por el PAN, y la sorpresa, Leobardo Guerrero Aguilar, de Movimiento Ciudadano. Urbiola, que presume ser alcalde de “la mejor ciudad del mundo” (¿?) y el sitio con más altos índices de seguridad (¿?), acabó desencanchado, iracundo y recurriendo al ataque personal. El emecista y el panista no desaprovecharon para desmadejar el autobombo de Urbiola. 

El contraste por la alcaldía de San Luis es el de mayor foco. Los candidatos de las coaliciones Fuerza y Corazón por San Luis, Enrique Galindo Ceballos, y Sigamos Haciendo Historia, Sonia Mendoza Díaz, llevarán mayor presión. El candidato de MC, Sebastián Pérez, va por su oportunidad de alternativa a las dos propuestas, sobre todo entre votantes jóvenes. 

El resto de los candidatos a la alcaldía su registro es testimonial y dos de ellos, los de Conciencia Popular y de Nueva Alianza, enfocados a sacar los votos para conseguir una regiduría, pues van en la planilla como candidatos a presidentes municipales y en la primera posición de regidores, su interés más real. 

Para cuando ese debate estelar se realice, las preferencias ya estarán mayoritariamente configuradas, pero los candidatos de mayor competitividad no pueden confiase, el defensor Galindo aún menos: un segundo periodo en la alcaldía de SLP, si lo consigue, lo coloca en una posición política muy notoria en la entidad. 

Por supuesto, no es el único que lo sabe.

ROLLOS SUELTOS 

DE FISCAL A POLI. Finalmente, el renunciante fiscal José Luis Ruiz Contreras se convirtió en secretario de Seguridad, en sustitución del general Guzmar Ángel González. El secretario de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, aseguró a la prensa que el cambio fue para “dinamizar” el sector, lo que hace suponer que encontraron “lento” o estancado el trabajo del militar. 

AHÍ ESTÁ BIEN… Ahora anuncia el gobernador que quiere poner a la presidenta del Supremo Tribunal del Estado, María Manuela García Cázares, en la Fiscalía. ¿Para qué? ¿Y ella quiere? Porque, la verdad, parece que más bien le quieren “hacer camino” a uno o dos parientes.

 

Adriana Ochoa

@ArterialPresion