DEBATE PRESIDENCIAL

Lo que nos dejó el primer debate presidencial

Este primer debate permitirá ir generando en la ciudadanía un voto informado para que, en su oportunidad, con elementos, decida el sentido de su voto. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

Este pasado domingo 7 de abril, presenciamos uno de los actos más significativos de todo proceso democrático:  el desarrollo del primero de tres debates presidenciales entre las candidatas Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, y de las coaliciones “Fuerza y Corazón por México” y “Sigamos Haciendo Historia”, respectivamente, y Jorge Álvarez Máynez por el partido político Movimiento Ciudadano.

El primer registro que destaca de este debate es que el mismo se construyó a partir de preguntas recolectadas por mexicanas y mexicanos de los 13 años en adelante provenientes de redes sociales y plataformas digitales, lo que pone de manifiesto la importancia que han adquirido los medios digitales hoy en día.

El segundo rubro importante fue la temática que el INE aprobara a principios de enero de este año: “La sociedad que queremos”, en donde el debate expreso las ideas, propuestas y diferencias entre las y el candidato en los temas relacionados con la educación y la salud, la transparencia y el combate a la corrupción, la no discriminación, grupos vulnerables y la violencia contra las mujeres.

El tercer aspecto es que, por primera vez en la historia de los debates presidenciales, éste se realizó en las oficinas centrales del INE en la llamada “Herradura de la Democracia”, es decir, el centro neurálgico donde el Consejo General del INE, su máximo órgano de dirección sesiona para delimitar, debatir y aprobar la ruta de la organización y el desarrollo de los procesos electorales federales y locales. El resultado: un extraordinario escenario para el debate.

De los moderadores. La designación del INE tanto de Denise Maerker Salmón como de Manuel López San Martín fue una buena determinación y su desempeño, me parece, estuvo a la altura que el debate exigió, sobre todo que su ejercicio se ciñó estrictamente a la formulación de preguntas de acuerdo a los bloques de temas establecidos.

Ahora bien, el INE haciendo énfasis de su política de inclusión tanto para este primer debate como para los dos subsecuentes, seguirán siendo transmitidos con interpretación simultánea en tres lenguas originarias: maya, náhuatl y tzotzil.

No obstante, y a pesar de lo descrito hasta ahora, lo mejor de este primer debate es que el INE garantizó la transmisión de un ejercicio propio de una democracia, en donde la ciudadanía va obteniendo elementos de la destreza discursiva, las propuestas y las acciones que, bajo los temas discutidos por las y el candidato presentaron ante la población.  

Le tocará a cada ciudadana y ciudadano, juzgar el desempeño de las candidatas y el candidato; las propuestas planteadas que cada persona va haciendo suyas. En tanto, los medios de comunicación, de acuerdo a su ejercicio periodístico, emitirán diversas opiniones sobre lo planteado por este debate presidencial

Esto permitirá ir generando en la ciudadanía un voto informado para que, en su oportunidad, con elementos, decida el sentido de su voto por la coalición, el partido político, la candidata o candidato de su preferencia. Y esto, es el sentido mayor de un ejercicio democrático como lo fue el debate presidencial.

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo