La salud es un factor al que en ocasiones dejamos de lado. No le tomamos importancia hasta que nos encontramos en riesgo mortal o que nos saque de la vida cotidiana. A veces vivimos con dolor, pero no le hacemos caso. Pensamos que se pasará y que es normal que nos duela aquí o allá. Y así nos sucede con la salud pública: ignoramos dolores que después se pueden transformar en riesgo de muerte.
Los asuntos de salud han sido recurrentes en este espacio surgido en noviembre de 2018 (Enanismo opositor frente a López Obrador, ¿y los intelectuales?).
Hoy se presenta aquí un documento oficial que refleja una realidad inquietante para los habitantes de la Ciudad de México. Unos 9.3 millones de personas. Lo que sigue es versión textual de un problema que se nos ha ocultado… ¿cuántas cosas más están en la misma situación? Lea usted:
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“La mayoría de los hospitales de segundo nivel en la Ciudad de México, tienen una vida útil, en promedio, de más de 40 años. En ciertos casos, la sustitución del equipamiento no se ha hecho desde entonces, por lo que han rebasado por mucho su vida útil. La obsolescencia de dichos equipos ha acentuado la necesidad de sustitución.
“Las unidades médicas no pueden costear las acciones de mantenimiento preventivo y/o correctivo a los equipos médicos obsoletos, debido a que estos tienen un costo elevado y una frecuencia alta. Además, en algunos casos ya no se encuentran refacciones en el mercado porque el equipo médico ha sido descontinuado o reemplazado por tecnología más avanzada en el sector.
“El uso de los equipos médicos se interrumpe cuando necesitan algún tipo de mantenimiento, ya sea para prevenir o corregir fallas. Esto implica que los pacientes que dependen de esos equipos no puedan recibir la atención adecuada, lo que agrava el problema de la falta de servicio médico en los centros de salud.
“Un requisito indispensable para ofrecer servicios médicos es disponer de la infraestructura (instalaciones apropiadas), equipo médico en buen estado y personal médico. Si alguno de estos recursos falta, no se puede ofrecer servicios médicos de calidad.
“En enero de 2023, la Secretaria de Salud de la Ciudad de México realizó un diagnóstico de necesidades de tomógrafos en los hospitales de segundo nivel de la entidad (40 unidades); en dicho diagnóstico se concluyó que la adquisición por sustitución de equipo médico, requería acciones prioritarias en 7 hospitales.
“La antigüedad de los equipos es de entre 9 y 14 años con un promedio de 12 años, lo que rebasa su vida útil de 10 años. De acuerdo a Sedesa la falta de equipamiento está causando la pérdida de productividad de las unidades médicas identificadas, lo que impacta negativamente a los habitantes del área de influencia del proyecto al retrasar sus tratamientos y a probablemente incrementar sus gastos de bolsillo al agravarse su situación de salud”.
Hasta aquí el diagnóstico oficial. ¿Qué más cosas suceden y los ciudadanos ni enterados? Este documento es de 2023. ¿Ya sustituyeron los equipos que les hacían falta? Los subrayados y cursivas fueron hechas por el autor de este espacio. ¿Le inquieta a usted?
Más diagnóstico:
“El estado físico de los tomógrafos de Sedesa no es óptimo debido a diversos factores como el uso intensivo, el mantenimiento deficiente, la falta de personal capacitado y la escasez de insumos. Estos factores afectan la calidad y la seguridad de los estudios realizados, así como la disponibilidad y el acceso a los mismos. Algunas consecuencias son el aumento de las listas de espera, la saturación de los servicios, el desperdicio de recursos y el riesgo de complicaciones o errores diagnósticos”.
Si aún no se asusta, lea lo siguiente:
“Existe un déficit de servicios de tomografías en todas las unidades médicas de la zona de influencia, excepto para el Hospital General Dr. R. Leñero. Sin embargo, el exceso de la oferta es menor al 10%, lo cual coloca la oferta en un nivel cercano a la saturación”.
Sigamos en campaña. La salud como quiera va y viene. Es sarcasmo.