La agenda de género debería ser central dentro de las propuestas de campaña de las dos candidatas a la Presidencia. Ambas han tenido oportunidades para pronunciarse sobre los temas relevantes en la agenda feminista, pero lo han evitado; quizás por prudencia, miedo o por no afectar los intereses diversos de los grupos y personas que las apoyan.
Los siete partidos políticos nacionales establecieron propuestas en materia de género dentro de sus plataformas electorales. Adicionalmente, dentro del sitio web del INE se encuentran las propuestas de género de las candidatas punteras.
Dentro de las plataformas electorales de los partidos que conforman la coalición Sigamos Haciendo Historia, Morena plantea la transformación para la igualdad de género con prioridad en la justicia social, económica, laboral y reproductiva y reconoce las demandas de las mujeres organizadas en las calles; el Partido Verde se enfoca en la atención a víctimas y plantea la educación para la erradicación de la violencia; el PT establece el reconocimiento y la paridad de derechos, tiene una perspectiva anti patriarcal, propone evitar la trata, establecer un sistema de cuidados y eliminar la brecha salarial.
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Las propuestas de Claudia Sheinbaum en materia de género no dan continuidad a las plataformas de los partidos que la postulan y se centran en pensiones y subsidios a mujeres de 60 a 64; elevar a rango constitucional la igualdad sustantiva y el derecho a una vida sin violencia, así como la erradicación de la brecha salarial. Propone incluir derechos en la Constitución, pero no define acciones para garantizar los derechos.
Dentro de las plataformas de los partidos que conforman la coalición Fuerza y Corazón por México, el PAN prioriza la igualdad de oportunidades, el acceso a la justicia y a una vida libre de violencia; el PRI adicionalmente, plantea la participación y representación política paritaria; y el PRD es el único que plantea abiertamente la despenalización del aborto, la lucha contra la trata y la pornografía infantil, el apoyo a una menstruación digna y en general, la erradicación de las desigualdades de género.
Las propuestas de Xóchitl Gálvez tampoco reflejan las plataformas de los partidos que la postulan. Su propuesta se centra en: “cero tolerancia” a la violencia, protección y apoyo a madres buscadoras, no impunidad para agresores, subsidios a mujeres vulnerables, acceso a carreras STEM y establecer un Sistema Nacional de Cuidados.
Las candidatas incluyen en sus propuestas algunas de las exigencias de las mujeres, pero no las integran en sus discursos de campaña y ninguna se pronuncia sobre derechos sexuales y reproductivos. Las tensiones entre las ideologías de izquierda y derecha que conviven dentro de las coaliciones hacen imposible que las candidatas se manifiesten abiertamente por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
En temas de inseguridad y violencia, dado que el gobierno no reconoce responsabilidad sobre las desapariciones ni feminicidios, Sheinbaum no los atiende y Gálvez culpa de todo al gobierno. Se enfrenta el problema desde la óptica de las víctimas y no de la prevención ni de la reconstrucción del tejido social.
Las candidatas no hacen suyas las demandas de las colectivas feministas y a ambas les faltan propuestas de política pública que atiendan la multiplicidad de factores para garantizar la protección de las mujeres, la igualdad de oportunidades y la paridad de género.