Esa niña obrera (nueva reforma laboral) que nació un primero de mayo de 2019 está cumpliendo cinco años. Cuando nació la llenaron de regalos, todo fue un gran festejo. En la puerta de su casa había filas de miles de trabajadores y pocos patrones, todos asomándose para ver si recibían al menos una sonrisa de ella.
El gobierno, padre de la niña, en su nacimiento la presumía hasta en otros países. Pero, con el tiempo la dejó abandonada. Su decepción fue porque le empezaba a recordar a sus hijas mayores, las Juntas de Conciliación y Arbitraje, que las había mandado al muladar con más de un millón de expedientes. No dejaba de compararlas, tanto que hasta le bajó su mesada a la infante.
Necesitaba sangre laboral, pero le transfundieron de civilistas, mercantilistas, administrativistas, penalistas, alguno que otro de electoral y pocos conocedores del derecho del trabajo. Todos querían una rebanada del pastel de la cumpleañera.
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Con los pocos deberes (expedientes) que tenía al inicio, la niña parecía superdotada. Trabajaba rápido y hasta emitía sentencias rápidamente dentro de los cinco días como decía su acta de nacimiento. Hoy la realidad es otra.
De acuerdo con reportes oficiales de la Secretaría del Trabajo, la niña obrera está cargando sobre sus hombros para el día de su cumpleaños (1° de mayo): 270 mil 191 expedientes; 190 mil 323 (70.44%) en los tribunales locales y 79 mil 868 (29.56%) federales.
Algo que no se imaginaban, ya que, los centros de conciliación que operan en todas las capitales del país serían las encargadas de atajar la llegada de los expedientes a los juzgados laborales, misión que no han cumplido cabalmente.
Los sindicatos tuvieron que legitimar sus Contratos Colectivos de Trabajo para que siguieran existiendo. El primer candado fue que solo los Secretarios Generales podían iniciar el trámite, nadie más. Después del voto personal, libre, directo y secreto a los trabajadores, 30 mil 529 continuaron vigentes, 5 siguen en trámite y más de 108 mil se dieron por terminados.
Este fue para muchos trabajadores, el primer acercamiento a la democracia, y sobre todo a conocer el pacto colectivo. Aunque las autoridades no verificaron que los contratos que se les entregaron a los trabajadores para “legitimarlos” eran los reales.
En este proceso se observó que los patrones, a través de los sindicatos que controlan, tuvieron un papel activo en el proceso de legitimación y al menos un 40% de estos impulsaron la votación para continuar con un contrato colectivo de trabajo con prestaciones mínimas para no ser molestados en el futuro.
Los emplazamientos a huelga fueron disminuyendo desde el nacimiento de la reforma laboral:
De los 7 mil 95 que hubo en 2019, pasaron a ser únicamente 893 en 2023, lo que evidencia una drástica reducción del 87.41%, por parte de los sindicatos por el reclamo de mejores condiciones a través de sus Contratos Colectivos de Trabajo. Pocos sindicatos se han atrevido a intentar firmar uno inicial, y ahora están en el difícil camino de conseguir una Constancia de Representatividad.
Sin embargo, en estos 5 años de la reforma laboral, ha habido buenas noticias como el incremento a los salarios mínimos generales (de $102.68 en 2019 a $248.93 en 2024). Ha habido otras malas, como que, los salarios contractuales alcanzaron menos del 4% en promedio, contra el 110% que se presume en los salarios mínimos.
Otra buena noticia fue el incremento del número de mujeres trabajadoras aseguradas en el IMSS, de pasar de 7 millones 714 mil 527 (37.84% comparado con los hombres) en mayo de 2019 a 8 millones 877 mil 291 (39.82% en comparación con los hombres) en marzo de 2024.
Sin embargo, el trabajo del hogar informal aumentó a 97 mil 390 trabajadoras al pasar de 2 millones 263 mil en 2022, a 2 millones 360 mil 390 en 2023, de acuerdo con datos de INEGI.
Para los hombres, su porcentaje disminuyó desde mayo de 2019, pasando de 12 millones 668 mil 383 (62.15% en comparación a las mujeres) a 13 millones 412 mil 54 en marzo 2024 (60.17% comparado con las mujeres). Es una mala noticia ya que, este porcentaje se ha disminuido ya que muchos pasaron al sector informal.
A cinco años de la reforma laboral, uno de los principales problemas que enfrenta la clase obrera es que el 70% de ellos percibe sólo hasta dos veces el salario mínimo general, de acuerdo con datos del INEGI.
Uno de los principales objetivos de la reforma laboral sería la mejora sensible a los salarios, lo que no se ha cumplido.
Parece que este primero de mayo apenas alcanzará para comprar un pequeño pastel para celebrar los primeros cinco años de la niña obrera. Nos dicen que no hay presupuesto para más.