REFORMA DE PENSIONES

Qué lío con la reforma de pensiones

Una verdadera reforma pensionaria sería quitar a las aseguradoras privadas y darle un sentido social, y no como ahora ocurre que se traduce en pensiones de miseria para los trabajadores. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

Cuantas mentiras se han escrito en los últimos días sobre la llamada reforma de pensiones, que solo se ha usado como ariete político de uno y otro lado en tiempo de elecciones y que crea ilusiones falsas para los trabajadores pensionados o en proceso de serlo.

Les prometen que podrán retirarse con una pensión, con el equivalente al último salario que percibían al momento de separarse del empleo. Pero no les dicen cuándo tendrán ese derecho. Ya veremos si es en el siguiente gobierno, en el que sigue, o en el que le seguirá. Al fin que prometer es fácil.

Por el otro lado de la calle, los opositores alegan que la reforma de pensiones es un robo, un atraco, hasta dicen que es una expropiación sin precedentes y que los únicos afectados serán los pensionados, pero todo es una falsedad. Se han convertido en una fábrica de mentiras.

La verdad es que la reforma del fondo de pensiones se ha quedado corta, ya que empiezan desde los 60 años las pensiones por edad avanzada y a los 65 por vejez. Darles un plazo de gracia a las aseguradoras privadas para que sigan haciendo negocio con los fondos pensionarios hasta que cumplan 70 años, para quienes no hayan hecho uso de ese derecho, es un regalo desmedido que no merecen esas empresas agiotistas.

Una verdadera reforma pensionaria sería quitar a las aseguradoras privadas y darle un sentido social, más inclusivo y solidario, y no como ahora ocurre que se traduce en pensiones de miseria para los trabajadores.

La propuesta no arrebata el derecho de los trabajadores que no se hayan pensionado después de los 70 años, para que ese recurso no sea parte del fondo de pensiones bienestar ya que podrán hacerlo cuando ellos dispongan.

Además, que convierte los derechos de pensión en imprescriptibles lo que significa un avance con la legislación vigente que señala un plazo de 10 años para ejercer derechos.

El problema de la propuesta para que los trabajadores perciban una “pensión de retiro por vejez sea igual a su último salario hasta por el monto equivalente al salario promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social” requiere de una reforma constitucional, y esta no se ve cercana. Requiere de la aprobación de las dos terceras partes del Congreso de la Unión y de más del 50% de los estados de la República.

La aprobación de un fondo de pensiones no será suficiente si éste no se puede ejercer para los propósitos que fue concebido de beneficiar a los trabajadores con más de 65 años de edad con el equivalente a su último salario. Todo quedará en una propaganda de campaña.

Es inadmisible engañar a los trabajadores con promesas que no se puedan cumplir, aunque sean tiempos de campaña. 

Manuel Fuentes

@Manuel_FuentesM