MUNDO

El atentado y el incendio en Medio Oriente

Se estima que Estados Unidos ha destinado más de 76 mil millones de dólares en apoyos para Ucrania. | Ismael Jiménez

Escrito en OPINIÓN el

Justo unas horas antes de cerrar esta entrega, Israel bombardeo la ciudad de Damasco, específicamente el consulado de Irán en ese país, y no es que fuera el primer ataque de Israel contra el suelo de Siria, sino que ésta vez, sin menoscabo, el ataque fue directo para eliminar seis generales del ejército iraní y siete personas más para sumar 13 muertos hasta el momento.

¿Qué tiene que ver esto con el atentado de Moscú la semana pasada? Simple, los terroristas detenidos por el Kremlin acusados por la masacre de civiles en el Cracus, se autodenominaron miembros del Isis o Daesh que para el caso son lo mismo, este grupo, es precisamente el grupo “insurgente” que busca derrocar el gobierno de Bashar Al-Asad en Siria al cual combaten con la ayuda militar de Rusia con el objetivo de contrarrestan el apoyo militar y logístico que Estados Unidos proporciona a los rebeldes sirios.

La anterior, es una historia ya tantas veces visita y repetida, la fórmula es la misma, encontrar o detonar puntos clave que ayuden a debilitar o derrocar al gobierno que desde occidente o mejor dicho desde los Estados Unidos, se considera hostil y con ello, encubrir las operaciones desde Ucrania.

La baraja de posibilidades para contener el avance de Rusia en Ucrania todavía es amplia para occidente, en Georgia aún late el espíritu separatista checheno y Uzbekistan y Kazahastán podrían ser zonas que Washington estaría tentando a explorar para abrir más frentes de batalla contra el Kremlin para con ello minar las fuerzas rusas.

¿Suena descabellado? Me parece que, a estas alturas, ya nada no nos debería de sorprender de la política de occidente desde donde se busca moldear un orden global a imagen y semejanza bajo principios en los que resulte beneficiado. Puede parecer conspiranóico pero en estos momentos, quienes más se benefician con la guerra en Ucrania son las gaseras y petroleras norteamericanas.

También puede sonar desproporcionado relacionar la guerra en Gaza con la de Ucrania, pero en una conflagración más grande, todos esos “topes” desaparecerían y arrastraría a más gobiernos “hostiles” a la hoguera encendida por occidente. Esa sería la mejor estratagema para terminar de moldear el proyecto de “desarrollo sostenible” que es hacia donde se empuja al mundo a bajo supervisión y anuencia de occidente.

En ese contexto, falta China. El gobierno de Xi Jinping, está bajo alerta ante un “atentando” o altercado en sus aguas territoriales o en territorio taiwanés que pudiera desatar un conflicto en la región.

Y mientras esto sucede en los campos de batalla, en los mercados financieros, las principales empresas estadounidenses de la industria armamentística se regodean con el favor de los inversionistas que han revaluado el valor de esas empresas hasta en 70 por ciento desde que inició la guerra en Ucrania.

Lockheed Martín considerada la empresa armamentista más importante de los Estados Unidos, registra un crecimiento de 30 por ciento en el valor de sus acciones desde el inicio de la guerra; Raytheon Technologies reporta un aumento de 44 por ciento; Northrop Grumman 58 por ciento y General Dynamics 77 por ciento.

Las firmas armamentistas europeas Dassault Aviation, Thales, Lenardo, BAE Systems, MTU Aero Engines y Rheinmetall AG, también han sido beneficiadas por el interés de los “inversionistas” que están favoreciendo la industria militar en un contexto en el que la crisis de deuda de los bancos centrales, es sustituida por la economía de guerra.

Las cifras difieren, pero se estima que sólo los Estados Unidos destinan más de 880 mil millones de dólares al año en gasto militar, mientras que la Unión Europea, destina anualmente cerca de 300 mil millones de dólares para la adquisición y desarrollo de armamento, cifra aparentemente similar a la de China.

Se estima que sólo el gobierno de Estados Unidos, ha destinado más de 76 mil millones de dólares en apoyos para Ucrania y se espera la aprobación del congreso para otorgar al menos otros 65 mil millones de dólares en tanto que, la Unión Europea, ha enviado apoyos por más de 11,500 millones de dólares al gobierno del tinterillo Zelensky.

Las cifras son desproporcionadas cuando millones de niños se mueren de hambre en el planeta y cuando desde occidente, se alardea con la urgencia de acelerar la transición a energías renovables debido al calentamiento global. Por supuesto esas cifras no comprenden el gasto de Israel que sigue masacrando palestinos como si de un deporte se tratara. Aún así, hay quienes insisten que no se debe dar ayuda a nadie, pues si quieren comer, deben trabajar.

 

Ismael Jiménez

@ijm14