Es un hecho que con el asedio que occidente ha instrumentado en contra de Rusia, cualquier otro país ya estuviera de rodillas, los ejemplos sobran en el mundo, sólo para no perder de vista nuestra vecindad están Cuba y Venezuela.
El asedio no sólo se ha dado en el terreno económico, también se han bloqueado accesos en los puertos y, sufrió ataques a su infraestructura con la destrucción del gasoducto Nordstrem. Este sólo hecho, hubiera sido suficiente para que Estados Unidos o Reino Unido, hubieran bombardeado al régimen que hubieran considerado culpable en caso de que el atentado hubiera sido en sus instalaciones e intereses diseminados por el mundo.
Pese a las provocaciones de occidente, Rusia se ha mantenido ecuánime y prudente, para algunos analistas esa pasividad es síntoma de debilidad del Kremlin, así como la falta de poder militar para enfrentar a sus oponentes occidentales. Por supuesto que pensar así, es aceptar la provocación abierta de los Estados Unidos a la Federación Rusa.
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Lo cierto es que, si Rusia hubiera bombardeado Kiev desde el minuto uno del inicio de la guerra, occidente lo hubiera tachado de estado terroristas y el curso de los acontecimientos hoy sería otro. Vladimir Putin ha sido muy mesurado en la estrategia implementada en Ucrania y el juego de desgaste de occidente parece revertirse pues son los voceros de occidente y de la OTAN quienes han buscado la confrontación diplomática por todos los medios a su alcance.
Por supuesto habrá quienes siguen pensando que Rusia es el país invasor y Ucrania la víctima de un gobierno autoritario, pero quienes opinan así, guardan silencio de lo que está ocurriendo en Gaza que es ya un genocidio para muchos líderes, menos para Israel y algunos de sus aliados.
Sólo para volver a colocar el conflicto en contexto ¿qué pasaría si Rusia mandara dos o tres bombarderos a las aguas internacionales de Cuba? Dirían que Putin es un provocador y Estados Unidos velaría sus armas desde Guantánamo. Pues algo así o peor, es lo que la OTAN pretenden instalar en Ucrania que, su capital, no está a más de diez horas de distancia por carretera a Moscú.
Así que la instalación militar en cualquiera de las ciudades al este de Kiev, estarán al menos de ocho horas de Moscú. Sólo para ponernos en contexto, ese es el tiempo de recorrido por carreta entre la Ciudad de México y la ciudad de León. ¿qué país en su sano juicio permite semejante maniobra en su patio trasero?
En este espacio ya mencionamos el plan de occidente para desmembrar a la Federación Rusa en distintos estados pues hoy su territorio, es varias veces más grande que toda Europa incluidos los países que formaron parte de la Unión Soviética, por eso resulta irrisorio que Rusia pretenda recorrer sus fronteras hasta Lisboa como señalan algunos analistas y medios de información descerebrados. ¿qué necesidad tendría Rusia?
No, ahora la confrontación es comercial y por el dominio de los mercados estratégicos, quien domine el mercado de intercambio comercial, dominará el mundo en los años por venir, y Rusia y China, han entendido muy bien el juego a tal grado que pusieron en jaque a los padres del capitalismo, Reino Unido y Estados Unidos.
El atentado del pasado viernes 22 de marzo en el Crocus City Hall de Moscú, en el que han fallecido más de 160 personas por causa de los ataques, es un intento más por desestabilizar al gobierno de Rusia con la intención de abrir más frente de combate.
En un intento de cronología de hechos, en los primeros días de marzo, las embajadas de Reino Unido y Estados Unidos lazaron una alerta de un “posible” ataque terrorista en suelo ruso en el que especificaban que podría ocurrir en lugares concurridos como “conciertos”. Las elecciones en Rusia celebradas el 8 de marzo fueron descalificadas por occidente, unos días después, el presidente Macron declara estar dispuesto a mandar tropas francesas al frente de Ucrania pues señala que no se pueden permitir que Rusia gane la guerra.
Una semana después de esas declaraciones, un comando armado ataque a los asistentes a un concierto. La autoría material, se la atribuyeron los medios occidentales de inmediato a Daesh y descartaron a Ucrania. La captura de cuatro de los implicados sucede a unas cinco horas de Moscú y a unas tres horas de la frontera con Ucrania, la única vía de escape terrestre. Los terroristas son originarios de Tayikistán, país que tiene no tiene frontera con Rusia, perteneció a la Unión Soviética y al menos un millón de sus ciudadanos viven en Rusia.
Apenas en diciembre pasado, quien fuera secretaria del departamento de Estado en Washington Victoria Nuland durante su visita a Ucrania, advirtió que, en 2024, Ucrania traería “sorpresas” en el campo de batalla. Dos meses después, el nuevo secretario de estado también declaró: “este año, Ucrania tiene algunas “sorpresas” planeadas para Rusia”.
En este espacio, no estamos a favor de ninguno de los involucrados en el conflicto, pero está claro el plan de desestabilización desde occidente contra Rusia. Lamentamos las vidas perdidas de uno y otro lado, pero no aprobamos la insensatez de Zelensky ni la de los líderes de la OTAN. Rogamos de verdad que la apuesta de occidente no se convierta en una guerra en la que todos perderemos.