Es cierto que muchas cosas pueden pasar y pasarán en México y Estados Unidos una vez que las elecciones de junio y noviembre de 2024 se lleven a cabo en cada país, pero si bien las encuestas no son un parámetro contundente de cómo votarán los mexicanos y los estadounidenses, sí dan muestra de que México tendrá por primera vez a una mujer como primera mandataria. Mientras, en Estados Unidos todo indica que la contienda electoral será muy cruda entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, al tiempo que indican que este último tiene altas probabilidades de salir victorioso.
Sólo por mencionar algunos escenarios, una encuesta de noviembre de 2023 colocó a Trump a la cabeza en cinco de los seis estados en disputa (Arizona, Georgia, Michigan, Nevada y Pensilvania); un sondeo de febrero pasado realizado por NBC News mostró que el índice de aprobación del presidente Biden cayó al 37%; en tanto el sitio Gallup señala que la aceptación del trabajo de Biden en la Casa Blanca pasó del 57% al 40%.
Hay muchas explicaciones para analizar el por qué el apoyo a Biden ha disminuido, entre ellas se encuentran las cuestiones internas y externas del país. En el caso de las primeras es un hecho de que en Estados Unidos los salarios han incrementado y el desempleo está en su punto más bajo de todos los tiempos; respecto a la economía ésta está creciendo alrededor del 3% y se prevé que las tasas de interés bajen, aunque éstas han estado en su punto más alto durante más de dos años. Incluso, en enero pasado el analista Neil Irwin destacó que, si Estados Unidos estuviera en beligerancia económica contra el resto del mundo estaría “ganando”; pero, aún así Biden sigue abajo en las encuestas frente Trump, incluso, una encuesta del mes pasado de CBS News mostró que el 65% de los estadounidenses recuerdan que la economía durante la administración de Trump era buena, mientras que sólo el 38% señala que con Biden la economía es positiva.
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Entre las explicaciones de política interna vinculadas con la política exterior de Estados Unidos quizá la más notoria para los votantes del vecino del norte es el aparente fracaso de Biden para detener los flujos migratorios ilegales, los cuales de acuerdo con Aduanas y Protección Fronteriza se han duplicado desde 2020, y que en muchos casos culpan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Por otra parte, pese a que en términos generales la política exterior del presidente Biden tiene buen puntaje de aprobación no precisamente juega a su favor, especialmente en lo que se refiere a los conflictos de Rusia con Ucrania, China y la Franja de Gaza.
En el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, y aunque la mayoría de los estadounidenses apoyan a este último, muchos creen que carece de sentido respaldar militarmente a los ucranianos si esto extiende por mucho más tiempo el conflicto con los rusos, por lo que los estadounidenses preferirían votar por Trump que ha prometido negociar un acuerdo de paz con Vladimir Putin para acabar con una conflagración en la que los estadounidenses aparentemente no tienen que inmiscuirse a sabiendas de lo que está en juego puede ser mayor.
Respecto a China, tanto Biden como Trump concuerdan en que el coloso asiático es el único país con la capacidad y la intención de desafiar a Estados Unidos, sin embargo, mientras Biden alude que por razones económicas es mejor cooperar con China, Trump es enfático en apaciguarla como lo hizo durante su administración. En este jaleo político el 81% de los republicanos, el 59% de los independientes y el 56% de los demócratas ven a China como una amenaza, porcentajes que dejan muy mal parado a Biden frente a China y lo exponen a ataques del Partido Republicano durante la contienda por la Casa Blanca.
Sobre la crisis en la Franja de Gaza, si bien el gobierno de Joe Biden está trabajando para frenar las políticas militares del gobierno de Netanyahu y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la percepción de quienes exigen un cese de la guerra es que todo es una fachada que no contribuye en nada a disminuir la crisis humanitaria en la región, incluso un buen número de estadounidenses, particularmente dentro del propio partido Demócrata, no respaldan la ayuda militar a Israel.
Este escenario de encuestas indica que la posición del presidente Biden no es favorable para su reelección, y aunque tampoco sean decisivas para el triunfo de Trump, son un buen indicador. Sin duda lo que decidan los estadounidenses en noviembre tendrá consecuencias para el mundo, pero particularmente para México si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, en consecuencia, el equipo de la presidenta mexicana tendrá mucho trabajo que hacer en materia migratoria, narcotráfico, seguridad y economía, entre otros. Si bien a simple vista estos temas son los de siempre en la agenda México-Estados Unidos, la personalidad de Trump buscará la manera de sancionar a nuestro país.