La foto de la candidata Claudia Sheinbaum junto a Cuauhtémoc Cárdenas, en el 86 aniversario de la expropiación petrolera, mostró la vigencia del Cardenismo en el debate que sostienen los aspirantes presidenciales, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, además de Sheinbaum, en torno a Pemex y la política energética del próximo sexenio.
Después de hacer una guardia de honor en el Monumento a la Revolución, donde yacen los restos de su padre Lázaro Cárdenas, el pasado 18 marzo, Cuauhtémoc Cárdenas acompañó a Sheinbaum en el evento donde presentó su propuesta denominada “República Soberana con Energía Sustentable”.
El pasado recordado se convierte en mito, afirma el historiador Peter Burke (1997) y cada año, el 18 de marzo, la figura mítica de Lázaro Cárdenas se renueva a través del ritual. Así, Cuauhtémoc, el hijo de Tata Lázaro, en un acto simbólico y legitimador, afirmó su apoyo a la política energética anunciada por la candidata de Morena, al señalar la necesidad de dar “un fuerte impulso a la petroquímica y cuidar que Petróleos Mexicanos sea un organismo autónomo que, efectivamente, impulse al desarrollo del país”.
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En la semana previa a la conmemoración de la Expropiación Petrolera, hubo un fuerte debate entre Xóchitl y Claudia en torno al cierre de refinerías y la posible privatización de Pemex, al grado que la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, tuvo que dejar en claro: “Nadie, y escuche bien señora Sheinbaum…¡Nadie quiere privatizar Pemex! Lo que queremos es modernizar a Pemex para que deje de contaminar, para que le apueste a energías renovables, para que deje de perder dinero”, indicó Gálvez.
Sin embargo, más allá de los discursos, lo que más llamó la atención fue el simbolismo de la foto de Sheinbaum y Cárdenas. Fue la segunda vez en menos de dos meses que se dejan ver juntos, luego de que Cárdenas ha hecho críticas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. La primera fue el pasado 29 de enero, cuando la aún precandidata de Morena visitó a Cárdenas y a sus hijos, destacó la revista Proceso.
“El gesto vale su peso en oro –escribió Carmen Morán Breña, corresonsal de El País–. Sheinbaum, necesitada de apartarse de algunas sombras que el presidente (López Obrador) proyecta sobre el electorado, consigue con esta foto mantener la imagen de izquierda obrera y humilde que proyecta el ingeniero, pero también la de una clase media que López Obrador ha espantado en su mandato y, de paso, la distancia con el propio presidente que tantos le reclaman a la candidata”.
Hasta la fecha, la figura del general Lázaro Cárdenas es un símbolo central en el debate sobre la reforma energética, en la medida en que la expropiación del petróleo –la iniciativa presidencial más importante desde las Leyes de Reforma– consolida el nacionalismo de la Revolución Mexicana, señala la maestra Verónica Vázquez Mantecón.
En el libro “El mito de Cárdenas” (UAM-X, 2012), Vázquez Mantecón plantea que éste es un mito político que conformó al Estado-nación y consolidó al Estado mexicano. Tuvo dos lecturas: la estatista y la popular; también expresó las aspiraciones de justicia del pueblo. Los valores que se expresan en la memoria popular de Lázaro Cárdenas son paternalismo, asistencialismo, providencialismo, justicia social y soberanía nacional.
Pese a que no todos están de acuerdo con las medidas tomadas por el General en su gobierno, la mayoría coincide en que la expropiación fue la base del crecimiento y la independencia económica. Por eso la fecha es fuente inagotable del mito, que se renueva año con año a través del ritual.