Por primera vez se tiene un registro centralizado de la vida sindical en nuestro país. Antes se tenían 33 ventanillas para atender todo lo relacionado con las Tomas de Nota de los sindicatos del apartado A del artículo 123 constitucional. Ahora es el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCyRL) quien, como un monstruo de mil cabezas, con escaso presupuesto y bajos salarios, hace malabares para atender a los sindicatos.
Antes de la reforma laboral de 2019, los registros de los sindicatos eran atendidos por las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje en las 32 entidades del país. Atendían lento, pero muy lento (con botes de basura cerca para rechazar los trámites), a los sindicatos no cercanos a los gobiernos locales, y muy rápido a los leales a los regímenes políticos en turno.
Desde el gobierno federal, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a través de su Dirección General de Registro de Asociaciones, era quien se encargaba de los registros sindicales, donde la firma del Secretario General era suficiente para realizar cualquier trámite.
Te podría interesar
Los líderes de los sindicatos presumían en voz baja haber comprado sus registros sindicales, con amplia competencia para dar cobijo. En algunos casos, de cientos, o de miles de contratos colectivos de protección. Los sindicatos, los trabajadores y sus derechos colectivos, solo eran sus negocios. Otros, los menos, no necesitaban de comerciar sus trámites. A veces con mucha diligencia, cumpliendo los requisitos lo lograban, al menos en el último periodo anterior a la reforma.
Ahora en este Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral hay quejas por doquier. En diversos foros públicos y privados se acusa de lentitud en los procesos, de criterios contradictorios, de injerencia en la vida interna de los sindicatos, de mucha burocracia digital.
En respuestas oficiales que hemos solicitado al Centro Federal hay datos que son importantes resaltar. Uno de ellos es el de las Tomas de Nota por registro de nuevos sindicatos del periodo de 2020 hasta enero de 2024, que alcanza el número de 90 registros sindicales:
Otro dato que informa el CFCyRL es el relativo a las Tomas de Nota de modificación de directiva, que deriva de los procesos electorales que se realizan mediante voto personal, libre, directo y secreto.
En este se incluye al cuestionado proceso electoral del Sindicato de Pemex realizado mediante voto electrónico, el cual no garantizó la identidad de los votantes.
Suman un total de 2 mil 597 organizaciones sindicales que lograron el reconocimiento de su Comité Ejecutivo. De los 6 mil sindicatos reconocidos por Alfredo Domínguez Marrufo, director del CFCyRL, en este supuesto solo el 43.28% habría renovado su directiva sindical utilizando el voto secreto, sin tomar en cuenta que algunas de ellas han tenido una vigencia de 2 o 3 años.
Las Tomas de Nota de los padrones sindicales que se supone que los sindicatos deben rendir cada tres meses, han alcanzado las 1,236 validaciones. ¿Los sindicatos cumplen cuando es estrictamente necesario para ellos y no en relación con sus obligaciones de ley?
En las Tomas de Nota de rendición de cuentas, las organizaciones sindicales se resisten a dar informes de su patrimonio sindical. Son muy pocos quienes lo hacen, alcanzando un total de 853 actas de rendición aprobadas. Algunos sindicatos lo han hecho más de una vez, esto reduce el universo de cumplimiento sindical.
En el caso de las Tomas de Nota de las reformas estatutarias existen quejas en torno a la injerencia del Centro Federal de cómo redactar las obligaciones de los estatutos. Incluso hay amparos interpuestos ante el poder judicial por este motivo.
En este caso, el número es mucho menor que los otros trámites (incluso por rendición de cuentas) y revela un fenómeno de poca intención de modificación de las normas internas de los sindicatos.
Muchos estatutos tienen lineamientos antiguos, con muchos requisitos innecesarios que los dirigentes sindicales prefieren mantenerlos en lugar de tener normas más ágiles y participativas. Aunque claro, el CFCyRL pretende interpretar la ley en temas ajenos a su función, confundiendo las Asambleas Generales con los procesos electorales.
Uno de los temas oscuros de la Reforma Laboral es haber omitido el voto secreto en la elección de las directivas de las Federaciones y Confederaciones. Allí sigue existiendo el voto abierto e indirecto y no secreto, que permite que se mantengan liderazgos que ya no caben en estos tiempos.
En este caso son trece las Federaciones y Confederaciones registradas desde 2020:
Haciendo un ejercicio de participación de los trámites de los sindicatos ante el CFCyRL, resulta lo siguiente:
Estas cifras revelan una realidad de los sindicatos que en los trámites registrales ante el CFCyRL encabezan las Tomas de Nota por modificación de directiva a diferencia de los rezagos en padrón de miembros, rendición de cuentas y reformas estatutarias.
Es necesario preguntarnos: ¿Cuántas organizaciones sindicales se encuentran en apuros en el trámite de sus tomas de nota?