ELECCIONES 2024

El derecho a la Verdad

En las elecciones del 2 de junio se definirá el futuro democrático del país. | Marco Adame

Escrito en OPINIÓN el

Otto von Bismarck, el canciller de hierro del imperio alemán, acuñó la célebre frase “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”, así, el artífice de la reunificación alemana durante la segunda mitad del siglo XIX, resumía el comportamiento humano esperado, cuando se viven momentos de incertidumbre, de tensión o de algarabía, al margen de las responsabilidades éticas y sociales de la vida ordinaria.

El proceso electoral de 2024 es un momento extraordinario y de alta incertidumbre en la vida de nuestro país, no solo por el ambiente preelectoral propio de las campañas políticas, sino por lo que está en juego al decidir en las urnas la presidencia de la República, nueve gubernaturas, la representación nacional en el congreso federal, en los estados y municipios.

En las elecciones del 2 de junio se definirá el futuro democrático del país. Más allá de las legítimas aspiraciones de los candidatos y de las pocas propuestas que se discuten en los debates, estamos ante un cruce de caminos, una disyuntiva entre la continuidad de un régimen autoritario, que ha generado graves afectaciones al funcionamiento de las instituciones democráticas, a la seguridad y a la salud de la población; o el cambio y la alternancia política en defensa de la democracia y las libertades de los ciudadanos.

Por ello, la candidata Xóchitl Gálvez, de la alianza Fuerza y Corazón por México, ha llamado a la participación de todos en las elecciones más importantes de nuestra vida democrática y a la defensa de la vida, la verdad y la libertad.

Tenemos derecho conocer la verdad sobre la realidad del país, es un derecho humano y constitucional irrenunciable. El grupo en el poder ha instalado, a partir de “otros datos”, la posverdad en el ejercicio de gobierno; con habilidad, ha operado un transbordo ideológico inadvertido a partir de la “distorsión deliberada de la realidad y de la manipulación de creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en las actitudes sociales” (RAE).

Al momento de definir el voto en las elecciones, los ciudadanos tenemos derecho a conocer la verdad sobre el manejo de la pandemia y las muertes violentas que ya cobraron más de un millón de muertos; a exigir que el gobierno actual y el que surja de las urnas, tome la pala de las madres buscadoras y desvele la verdad sobre los miles de desaparecidos hoy, doblemente victimizados, con la manipulación de las listas que manejan las autoridades a conveniencia.

Es urgente desmontar el andamiaje de desinformación, difundido por encuestas pagadas para vender triunfos anticipados que condicionan la voluntad popular, no hacerlo, es dejar impune un atentado a los derechos sociales y políticos de los ciudadanos. Al mismo tiempo, se debe exigir que se haga efectivo el ofrecimiento anunciado por las autoridades electorales, de limpiar las redes sociales de las llamadas fake news, que confunden y coartan la libertad de los electores.

Tenemos derecho a ejercer un voto libre, informado y secreto. El voto informado se sustenta en el derecho a la información y al conocimiento de la verdad sobre todo lo relacionado con los aspirantes a un cargo de elección popular. El financiamiento público destinado a la promoción y obtención el voto, implica la obligación de hacerlo con verdad y respetando la ley.

 

Marco Adame

@MarcoAdame