#RECOVECOS

Elecciones 2024: El poder divide a todos

Los estertores de lucha interna en los partidos y alianzas políticas están presentes. | Jorge Ramos Pérez

Escrito en OPINIÓN el

A 81 días de las elecciones, los cuarteles de Morena y Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD) andan sudando la gota gorda porque en su interior los distintos grupos de poder comienzan a realinearse ante lo que esperan que ocurra el 2 de junio, día de la elección, la más grande en la historia. El problema es que no están acuerpados, sino que como suele suceder en la pugna por el poder, se dividen.

Por más que se empeñen en sostener con videos o propagandistas, en cada uno de las dos principales candidaturas presidenciales, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, hay fisuras que suelen ser normales. Pero que en la ruta al 2 de junio, también pueden ser definitorias de una elección.

Quién no se acuerda, por ejemplo, la pugna -que a veces se expresaba a gritos hasta en el baño- entre Felipe Calderón y Manuel Espino, en 2006, que al final se resolvió cuando el propio Calderón tomó el control de las negociaciones con los actores de poder que le permitieron doblar a López Obrador.

Quién no se acuerda cómo también en ese 2006 el coordinador de campaña de Andrés Manuel López Obrador era de oropel, y no por falta de experiencia o de ganas, sino porque Jesús Ortega era visto con muy malos ojos por el candidato presidencial, quien se recargó en quienes eran de su confianza, y que lo siguen siendo: Alejandro Esquer, Octavio Romero Oropeza, César Yáñez… y esos eran los verdaderos operadores y con ellos logró la proeza de llegar a la presidencia de la república en 2018.

Y así podríamos revivir muchas divisiones en el pasado. Porque al final la pugna por el poder saca a relucir a las personas.

Por ejemplo, no escapa a la mirada interna que en el equipo Fuerza y Corazón por México se están realineando. ¿Es malo? Es humano. Pero en esa ruta está el camino del éxito o de la derrota.

En el caso de Sheinbaum y Brugada hacen esfuerzos por mostrarse aliadas, unidas. Pero abajo, en sus equipos, las dentelladas están a la orden del día. No es el único caso, pero Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México, busca a toda costa acumular poder… y posiciones. Por ejemplo, el hecho de que se dispute puestos en la administración pública que él encabeza, pero que fueron designados previamente, es una pequeña muestra del jaloneo.

Dante Delgado, por su parte, se lleva las cosas con calma. Perdida la plaza de Jalisco, donde no pudo imponer desde el centro al candidato de su preferencia, lo más seguro es que esa gubernatura se mantenga en manos de Movimiento Ciudadano. ¿Se están jaloneando en su interior? Todo indica que el pleito fue en los últimos meses del 2023 y al arranque del año. Hoy ya todos tiene su parcela y lo que saquen ya es ganancia. Y su candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, sabe que es testimonial, pero el sacrificio tendrá su recompensa. Todos ganan. Aunque sea poquito.

Están a 81 días de la gran batalla final del 2 de junio de 2024. Los aspirantes presidenciales no estarán en el centro de las propuestas, que como ya vimos son meras ocurrencias: no saben de dónde van a sacar el dinero (bueno, sí saben: del erario que es producto de nuestros impuestos), ni cuánto va a costar cada idea y menos cuándo se va a llevar a cabo.

Pero esos estertores de lucha interna están ahí. Para quien los quiera ver. Y ellas lo saben.

Punto y aparte. ¿Cuándo conoció Roberto Salcedo Aquino, secretario de la Función Pública, a Andrés Manuel López Obrador? ¿Cuál es el grado de confianza que le tiene Andrés Manuel López Obrador? Siempre bajo las sombras, Roberto Salcedo ha sido un personaje clave en los gobiernos de Carlos Salinas y de Ernesto Zedillo. Sí, ambos personajes a quienes destina el presidente tantos ataques. Pero Salcedo y López Obrador se conocen desde finales de los años 80. Y ambos lo saben. Por eso será el hombre que cubra, ya lo está haciendo, las espaldas a López Obrador en uno de los puntos más delicados de la 4T: la corrupción. Salcedo es el encargado de poner bajo 7 llaves toda la podredumbre. Pero deben cuidar bien las 7 llaves. Hoy sigue siendo lo que ha sido en más de 60 años de carrera en el servicio público: sabe nadar en aguas hediondas apenas tapándose la nariz. Pero de cuándo se conocieron Salcedo y López Obrador, ya será otra historia de estos #Recovecos.

Punto final. Ana Villagrán es una de las más jóvenes políticas en la Ciudad de México. Explosiva e inquieta cometió el error de renunciar al PAN ante las violencias que ella misma ha denunciado por parte de Jorge Romero. Esta historia continuará.

 

Jorge Ramos Pérez

@jorgeramos7773