EFECTO DUNNING-KRUGER

¿Saber menos de lo que crees? El efecto Dunning-Kruger

El efecto Dunning-Kruger explica por qué, cuanto menos sabe una persona sobre un tema, más segura está de dominarlo, en un mundo hiperconectado, este sesgo se amplifica en redes sociales. | Blanca Lilia Ibarra

Escrito en OPINIÓN el

Imaginemos que después de ver un par de videos en YouTube, alguien se sienta listo para dar clases de nutrición, economía, seguridad, o política internacional, entre muchas otras temáticas.

Esta combinación de exceso de confianza y falta de conocimiento tiene nombre: el efecto Dunning-Kruger. Y sí, probablemente lo has visto en acción, ¡o incluso has caído en él alguna vez! Este fenómeno psicológico es un sesgo cognitivo en el que cuanto menos sabe alguien sobre un tema, más seguro está de que lo domina.

Este término surgió cuando los psicólogos David Dunning y Justin Kruger decidieron investigar por qué algunas personas con escasos conocimientos tendían a sobreestimar sus habilidades. Este estudio mostró que quienes sacaban bajas calificaciones en temas como lógica o gramática se evaluaban a sí mismos con una gran seguridad. En otras palabras, los que menos sabían eran los más seguros de sí mismos. Al otro lado del espectro, los más hábiles dudaban más de su nivel, creyendo que otros también sabían lo mismo o incluso más que ellos.

¿Y qué hay detrás de este exceso de confianza? Para reconocer nuestra falta de conocimiento en algo, primero necesitamos saber lo suficiente como para entender qué no sabemos. Pero el efecto Dunning-Kruger muestra que sí existe una ausencia de una visión crítica combinada con el uso de las redes sociales, un espacio en donde todos pueden opinar, el resultado puede ser explosivo.

En plena era digital, vivimos rodeados de información sustentada en opiniones sobre temas importantes, desde salud hasta política. Por ejemplo, en la pandemia de COVID-19, millones de personas, tras leer algunos artículos o ver noticias de un solo medio, cuestionaban análisis científicos o promovían remedios. O en los debates sobre múltiples temáticas en las que muchas personas están convencidas de que su postura es la única válida. 

El llamado efecto Dunning-Kruger no solo distorsiona nuestra percepción de la realidad, sino también afecta nuestras decisiones y relaciones con otros. Esa confianza excesiva puede hacernos rechazar información valiosa reforzando una “burbuja” de opiniones basada en pocas o malas fuentes. En términos más simples: entre más pensamos que sabemos, menos estamos dispuestos a escuchar otras ideas.

Las redes sociales han potenciado este efecto. Hoy mediante cualquier posteo  emitimos una opinión que si recibe apoyo de personas que piensan igual puede alimentar una ilusión de que esa postura es correcta. Los algoritmos en redes nos muestran lo que  queremos ver, y nos encierra en un círculo de opiniones similares, haciendo más difícil que lleguemos a informarnos de manera equilibrada. Este "síndrome de la burbuja" refuerza la idea de que sabemos más de lo que en realidad entendemos, y disminuye la  posibilidad de aceptar que pudiésemos estar equivocados.

¿Cómo podemos evitar caer en este sesgo? Primero, es útil desarrollar una actitud de curiosidad y respeto intelectual. No importa qué tan convencidos estemos de nuestra postura, siempre hay espacio para aprender. Preguntarnos, “¿qué me falta por saber?”, “¿qué opina un especialista sobre esto?” o “¿de dónde viene esta información?”, puede ayudarnos a evitar confiar ciegamente en lo que sabemos. 

Segundo, conviene ampliar y seleccionar fuentes de información verídicas. En lugar de quedarnos solo con redes sociales o un par de medios informativos, es recomendable consultar estudios, leer artículos científicos o escuchar a quienes llevan años estudiando los temas que nos interesan. La duda y la curiosidad son aliadas poderosas contra la ilusión de saberlo todo, y una llave de conocimiento que debemos emplear.

El efecto Dunning-Kruger es una especie de trampa mental en la que todos podemos caer, por eso es importante concientizarnos, cuestionarnos y recordar que el conocimiento es infinito. Cuando reconocemos que nunca lo sabemos todo, empezamos a aprender de verdad. La escucha a la pluralidad de voces y el respeto a la libertad de expresión deben de ir acompañadas de la apertura a seguir aprendiendo.

 

Blanca Lilia Ibarra

@bl_ibarra