Contra todo pronóstico de la oposición, la economía mexicana va saliendo avante pese a las aspiraciones de los bloques antagonistas de la 4T. En sus peroratas de descalificaciones sobre cifras oficiales incluso de las internacionales, no se han percatado que, con el paso del tiempo, han dado la razón a López Obrador sobre el manejo de los datos.
De esta manera, los distintos analistas, principalmente los opositores a la 4T, realizan su propia interpretación y manejo de los datos con lo que aseveran y ratifican el manejo de otros datos, y no es que unos datos sean más confiables y fidedignos que otros, simplemente es la interpretación y el sentido que se quiera dar de ellos.
En ese tenor, es más que contundente la proyección de la CEPAL quien dio a conocer el crecimiento del PIB mexicano para 2023 el cual ubicó en 3.6% una cifra por mucho superior a la estimada a principios de año. El Banco Mundial en su última estimación prevé un crecimiento para México de 3.2% y la OCDE de 3.4%.
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El peso cerró con una revaluación de 13% con respecto al dólar al cierre de diciembre de 2023 para ubicarse en 16.97 pesos por cada billete verde. Esta cifra es inédita no sólo en el último sexenio, si no en las últimas cuatro décadas cuando menos pues, al menos tres generaciones de mexicanos, crecimos con la mentalidad inherente que, de facto, el peso tenía que devaluarse cada principio de año.
La política de asistencia mejoró, por el momento, la situación precaria de 5 millones de mexicanos que salieron de la pobreza extrema y la inversión extranjera directa se encuentra en niveles récord en muchos años. Mientras que la inversión en infraestructura, sobre todo en el sureste mexicano, aumentó significativamente, y tanto el tren maya que alternará pasaje y carga, como el tren transístmico, detonará en unos años, el crecimiento y desarrollo que esas zonas requerían desde hace décadas.
Pero está claro que la oposición no le otorgará el mínimo reconocimiento a cualquier logro del gobierno de López Obrador, pues a pesar de anhelar que el país se desquebraje y que la economía quebrara, la realidad de los fundamentales económicos se les impuso.
Cierto, el buen momento de la economía durante 2023 no es perfecto, en este espacio, hemos señalado que la política económica de este sexenio, dista mucho de lo que el país necesita para encaminarse al desarrollo y crecimiento económico sostenido y que, en todo caso, los buenos resultados del momento, están sustentados en los principios y fundamentos del modelo neoliberal del que ni el sexenio de López Obrador puedo escaparse. Pragmatismo puro es lo que ha caracterizado la política económica de este sexenio.
Cierto, el gobierno actual ha empujado el incremento de los salarios, pero el empleo informal representa el 24% de la fuerza laboral activa. Habrá quienes en sus análisis, señalen que lo anterior es síntoma de la falta de certidumbre para invertir en nuevas empresas para crear fuentes de trabajo y que ello ocasiona menores créditos por parte de la banca para las empresas o nuevas inversiones para expandir el negocio. El asunto es que ese es un mal endémico que se viene repitiendo desde que Miguel de la Madrid implementó el modelo neoliberal en México y desde entonces, ningún gobierno posterior incluido el actual, han podido resolver.
Que los ingresos de los trabajadores y los hogares tampoco han mejorado, pese a los aumentos al salario mínimo, también es cierto, pero es difícil resarcir el rezago histórico de los salarios en el que los gobiernos netamente neoliberales, sumieron a los trabajadores por cuatro décadas.
Muchos son los temas y puntos a debatir en materia económica y cada uno se merece un texto y atención particular, pero lo que sí está claro, es que la oposición no puede debatir las cifras de los organismos internacionales que en otros momentos elogiaron. Hoy saben, que los análisis deben ser más agudos y profundos que sólo citar referencias sobre datos macroeconómicos como hacían cuando eran gobierno.
Se podría decir también que su trinchera, López Obrador venció a la oposición, pues está cosechando los frutos de la economía neoliberal.