2024 UN MUNDO VIOLENTO

2024, el desastre que viene

2023 fue el peor año de violencia en el mundo desde la caída del muro de Berlín; hoy estamos ante un mundo más caótico, más desordenado y sobre todo más violento. | Francisco Santos

Escrito en OPINIÓN el

El panorama mundial no puede ser peor. La guerra en Ucrania se estanca y el apoyo de Occidente a ese país y en contra de la invasión del dictador Vladimir Putin disminuye. En el Medio Oriente el apoyo al país víctima del peor atentado terrorista de este siglo es escaso y la posibilidad de una guerra generalizada donde Irán, Líbano, Hizbola y Siria enfrenten a Israel es hoy más posible que nunca.

En Asia, China –palabras más palabras menos– ya le advirtió a Estados Unidos que no va a respetar la democracia de Taiwán y que más temprano que tarde va a invadir la isla. Azerbayan invadió una región de Armenia y no se descarta una guerra. En África, Sudán está en guerra civil, la amenaza terrorista islámica avanza a lo largo y ancho del África meridional, Etiopía está en un cese al fuego luego de su guerra civil en la región de Tigray pero ahora se enfrenta a Somalia por la región de Somaliland.

Todos los estudios serios hablan del 2023 como el peor año de violencia en el mundo desde la caída del muro de Berlín. El fin de la Pax Americana y de su primacía –que gústenos o no generó el período más pacífico de la historia moderna– ahora abre paso a un mundo más caótico, más desordenado y sobre todo más violento. Esta nueva guerra fría que enfrenta a Occidente y las democracias contra China, Rusia, Irán y las dictaduras tiene, como la anterior guerra fría, su tablero de juego en los países del sur o del mundo en desarrollo.

La cartilla es clara, el juego es claro pero con China el balance positivo para Occidente que existía en la anterior guerra fría se evapora. Rusia e Irán solo aportan disrupción y violencia, que lo llevan haciendo desde 1918 y 1978 respectivamente, pero China tiene el mercado más grande del mundo para los productos que el tercer mundo, si así les podemos llamar, hoy producen. China utiliza esa ventaja económica para lograr sus objetivos políticos y geoestratégicos que son los de un imperio. Los grandes sacrificados en esta lucha que apenas comienza son la democracia y la libertad.

Si a este difícil panorama le agregamos la debilidad de Estados Unidos producto de su polarización y el auge del aislacionismo tanto en la sociedad como en los extremos de los partidos –mucho más en los republicanos que en los demócratas aunque esto ya se ve cambiar– pues el mundo liberal, de libertades, del individuo y de la democracia está más en riesgo que nunca.

América Latina es quizás el tablero que está más en juego en el mundo en este nuevo momento de la historia. Y el populismo y las dictaduras se unen para jugar un papel fundamental en la lucha contra la democracia pero sobre todo para crearle problemas a Estados Unidos en su patio trasero, palabra que lastimosamente nos define como prioridad.

Para Rusia, Irán e incluso China lo que pase con nuestros países de la región les importa poco. Lo que necesitan es que los líderes serviles como Diaz-Canel, Maduro y Ortega obedezcan sus órdenes para generarle conflicto y distracción al gran rival, Estados Unidos. Son peones a sacrificar en esta nueva guerra pero mientras les sirvan seguirán teniendo su apoyo en termas militares, de seguridad y de represión.

El caso del supuesto ciudadano colombiano de origen sirio capturado en Argentina donde iba a realizar atentados contra la comunidad judía es apenas el principio de un accionar para el que se han venido preparando Irán y Rusia especialmente. El entrenamiento y el equipo para la estrategia de guerra asimétrica naval de las lanchas rápidas con misiles como hoy las utilizan los huties de Yemen en el estrecho de Hormuz hace parte de una capacidad que Irán le entrega a Venezuela. Lo mismo pasa con la estrategia de drones que implementan en ese mismo país. ¿Necesitan crear caos en Guyana? Ya Irán le dio la capacidad a Venezuela de hacerlo a muy bajo costo.

Rusia con su base de operaciones de inteligencia en Bogotá donde la embajada es el epicentro de la región para generar caos, reclutar agentes, financiar organizaciones armadas anarquistas –como la primera línea– y coordinar acciones de desinformación, nunca paró de actuar y fortalecer su accionar en este sentido. Mientras las agencias de inteligencia de Estados Unidos y británicas solo se preocupaban por el terrorismo islámico y abandonaban la inteligencia sobre otros actores, Rusia hacia todo lo contrario. América Latina nunca dejó de ser un asunto geoestratégico prioritario para las agencias de inteligencia soviéticas y luego rusas.

Este año veremos como una gran parte de la acción de disrupción va a ser concentrada en Argentina. No es casualidad que el atentado a la comunidad judía se fuera a dar allí. El éxito de Milei es la gran derrota de ese eje dictatorial que representan en la región Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Los demócratas de la región debemos asumir esa soledad que viene y entender que la batalla nos toca solos. El espejo del caos de Venezuela, Cuba y Nicaragua facilita por lo menos el entender las razones por las que se lucha. Y esa lejanía de Estados Unidos hacia la región hoy se les devuelve en la migración masiva que no van a poder controlar y que además se ha convertido en un instrumento muy efectivo de sus enemigos. 

Llegó el 2024 con toda su alegría. Amárrense los cinturones, que el viaje va a ser muy accidentado.

Francisco Santos 

@PachoSantosC