Para desviar la atención a los cuestionamientos por la presunta compra de un avión de la Fuerza Aérea por un monto superior a 6 mil 370 millones de pesos, el nuevo distractor será la participación del ejército ruso en los festejos de la Independencia de México.
Nos adelantan que tanto diputados como senadores ya redactan Puntos de Acuerdo en los que condenarán el total desconocimiento de la diplomacia mexicana por parte del gobierno federal y el apoyo a una potencia extranjera involucrada en una intervención militar en otra nación.
La polémica por el desfile de soldados del 154 Regimiento Preobrazhenskiy, llevó a un extrañamiento de la Embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarestka, quien cuestionó la política de neutralidad del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre los artículos que se evalúan por posibles violaciones a la Constitución es el 89 fracción X, en el que se establece que en la conducción de la política exterior el titular del Poder Ejecutivo debe observar principios de autodeterminación de los pueblos, la no intervención, igualdad jurídica de los estados, cooperación internacional para el desarrollo, el respeto y la promoción de los derechos humanos, así como la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Por lo pronto, los legisladores ya pusieron a trabajar a su equipo de asesores, a fin de que se sancionen incumplimientos a la Constitución, ya que en este momento se reconoce al ejército ruso como beligerante al encontrarse en conflicto militar con Ucrania.
Además, no descartan que la participación de la delegación rusa en el desfile militar constituya una transgresión al artículo 76 fracción III de la constitución, que establece que son obligaciones del Senado autorizar al Ejecutivo para permitir el paso de tropas extranjeras por territorio nacional, por lo que ésta debió avalar la presencia de la representación rusa, con base en una solicitud previa del Ejecutivo, ya que se trata de una unidad militar en situación de guerra.
A diferencia del resto de las delegaciones que asistieron al desfile, el Regimiento 154 ruso -de acuerdo con el derecho internacional- forma parte de una fuerza beligerante por lo que su presencia en territorio mexicano, independientemente que porten armas o no, se clasifica como sujeta a responsabilidades y reglas de confrontación y combate.
Lo anterior también contraviene la definición de neutralidad que estable la Organización de las Naciones Unidas de mantener una actitud de imparcialidad hacia los beligerantes.
Los que más saben nos aseguran que, sin lugar a dudas, México perdió el rumbo de su historia diplomática, ya que no respeta los principios históricos de su política exterior y no actúa como una nación neutral en el conflicto armado entre Ucrania y Rusia.
Y volviendo a la aeronave de transporte estratégico que planea adquirir el ejército nacional en 6,370millones de pesos, nos adelantan que este tema dará mucho de qué hablar en los siguientes días. De entrada, hay quien insiste que el avión presidencial que se vendió a la República de Tayikistan, le sigue costando mucho al gobierno mexicano.
Así las cosas…