El ingreso de calzado proveniente de China, Vietnam e Indonesia empezó a poner en jaque a los industriales mexicanos. Por lo pronto, en el 2022 se disparó cerca de 40% la importación de zapatos asiáticos que arriban al país a precios subvaluados y que ya generaron un impacto negativo entre los micro y pequeños empresarios del sector.
Nos cuentan que para frenar esta creciente afectación, ya se tomaron cartas en el asunto e iniciaron pláticas con los altos mandos de Secretaría de Economía, que encabeza Raquel Buenrostro y con directivos de la Agencia Nacional de Aduanas de México, a fin de analizar de manera conjunta la posibilidad de acudir ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para hacer una revisión de aranceles y llevar a cabo un análisis y en su caso, promover medidas antidumping.
Lo que se busca con estas acciones es impedir que estos productos se vendan el mercado local a un precio menor al costo de fabricación y con ello evitar un perjuicio a la industria local por competencia desleal. Por lo pronto, son cerca de 123 millones de pares que ingresan al país en condiciones de presunta subvaluación.
La intención es que en las próximas semanas se tenga una respuesta por parte de la Agencia Nacional de Aduanas y a la brevedad se establezcan mecanismos más claros para frenar la subvaluación de las mercancías. También se trabaja de manera directa con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) con el objetivo de denunciar aquellos productos que se venden de manera ilegal en el mercado digital.
Sólo en el estado de Guanajuato se registran poco más de 130 mil personas que trabajan directa o indirectamente en el sector del calzado. Con la pandemia por covid-19 el empleo se desplomó en alrededor de 40%; en 2022 se logró una recuperación de hasta 96%, pero en abril se observó un ligero descenso de 4%. Sin embargo, con el arribo de las importaciones subvaluadas ya se observa un impacto en las fuentes de trabajo.
Y la Prosoc ¿todavía existe?
Cada vez son más los casos de personas defraudadas por administradores de condominios independientes y la pregunta es dónde está la Procuraduría Social (Prosoc) y por qué este organismo permite una creciente impunidad de las empresas.
Nos cuentan que a pesar de las quejas y hasta denuncias penales en contra de los administradores “profesionales”, la Prosoc les mantiene su registro vigente.
Lo que más alarma es que muchos de los casos se llevaron ante funcionarios del gobierno de la Ciudad de México sin que nada ocurriera.
Lo que es una realidad es que las malas prácticas de los administradores condominales darán mucho de qué hablar en los siguientes meses, el aumento en los casos se está convirtiendo en una bomba de tiempo que le podría estallar en las manos a las autoridades capitalinas.
Así las cosas…