A pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Economía junto con los empresarios para promover el nearshoring, el panorama no es tan amigable como parece.
De acuerdo con una encuesta de la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP), el 91% de los integrantes de este organismo que se consultaron reportaron alguna afectación con la oferta de energía y 63% enfrentaron problemas con el agua.
Si bien es cierto que estos impactos se relacionan, en su mayoría, con falta de capacidad y acceso a suministro, el 74% de los parques aseguran que la afectación también se vincula con la falta de facilidad y velocidad de trámites.
En la actualidad, la decisión de las empresas para instalarse en un parque industrial de México depende de distintos factores, tales como la perspectiva del mercado doméstico y exterior, de las condiciones comerciales y tratados de libre comercio, incluido el T-MEC, así como la infraestructura energética y de agua.
No hay que olvidar que entre 2018 y 2022, México captó 19% menos Inversión Extranjera Directa (IED) respecto al periodo que comprende entre 2013 y 2017. El sector de manufactura reportó la mayor caída con 41%. Las disminuciones se observaron principalmente en las zonas metropolitana y sur, con pérdidas de alrededor de 15 mil y 11 mil millones de dólares, respectivamente.
No obstante, los sectores de electrónicos y computación en la región noroeste, mientras que los ramos de equipo de transporte y metálica básica en el noreste mostraron avances.
Nos cuentan que para detonar el nearshoring y que México resulte más atractivo a nivel internacional, es indispensable atender una de las grandes limitantes que es la oferta de energía limpia a precios competitivos, la infraestructura hidráulica, así como temas de seguridad pública y eficiencia en los trámites para maximizar las oportunidades.
De acuerdo con analistas, el traslado de equipo e infraestructura productiva que tiene que enfrentar una empresa al desplazarse de un continente a otro es altamente costoso, no solo en temas de transporte, sino en términos de planeación y desarrollo de nuevas redes de proveeduría, así como en la obtención de permisos, por lo que se requiere facilitar el acceso a los inversionistas para que el nearshoring realmente funcione.
Desde el inicio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos en 2018, México fue uno de los grandes ganadores, ya que recibió 830 nuevos inquilinos extranjeros, de éstos 20% fueron de origen asiático.
A pesar de los obstáculos, se espera un crecimiento en la demanda de espacios industriales, incluso, se prevé que podrían arribar 453 nuevas empresas en los siguientes dos años, de las cuales 20% son de origen chino. En promedio serán 227 compañías cada año, lo que significa un incremento de 9.1% respecto al periodo 2018-2022.
En este momento, nos cuentan, hay compañías que se encuentran en etapas preliminares de relocalización hacia México y en consecuencia, la Inversión Extranjera Directa puede funcionar como un indicador adelantado de crecimiento en exportaciones.
Así las cosas…