Supongamos, sin conceder, que existe un dios justo que castiga cuando una persona comete errores y recompensa a aquellos que se comportan correctamente y ayudan a los demás. En este escenario, no hay necesidad de juicio, solo se aplica el criterio de esa deidad que todo lo ve y todo lo sabe.
Algunos creen en ese dios justo, mientras que otros no, o reconocen que la justicia divina no es tan directa. No hay una relación causa-efecto clara. Por esta razón, los seres humanos hemos construido sistemas legales basados en leyes e instituciones.
Cada país es diferente, pero en términos generales, los delitos se investigan, se sancionan y se llevan a juicio en el Poder Judicial, con posibilidad de instancias de apelación. Algunos lugares tienen un poder judicial independiente, mientras que en otros no. Cuando una autoridad investiga un delito, interviene una fiscalía. El anhelo de todos los expertos en impartición de justicia es contar con una fiscalía independiente. Sin embargo, esto no siempre se cumple.
En el caso de México, está claro que no existen fiscalías independientes a nivel nacional, como Alejandro Gertz Manero, ni a nivel de la Ciudad de México, como Ernestina Godoy. Ambos personajes obedecen al Poder Ejecutivo, uno al presidente y la otra a la Jefa de Gobierno. La falta de independencia de Gertz ha sido evidente en el uso personal que ha hecho de su cargo para perseguir a la familia de su difunto hermano. Godoy ha aceptado ser cómplice de esta situación. Además, el Código Penal de la Ciudad de México no contempla el "Homicidio Doloso por Omisión de Auxilio", una artimaña legal creada por la Fiscala de la Ciudad de México para agradar al Fiscal de la República. Al final, el montaje se desmoronó en la Suprema Corte de Justicia, después de haberle robado un año de vida a Alejandra Cuevas. Por este hecho en particular, Ernestina Godoy debería estar tras las rejas.
Ahora, con respecto al caso de Benito Juárez, es la propia Fiscalía la que adopta el nombre de "El cartel inmobiliario", politizando un asunto que debería ser puramente jurídico. Es importante determinar cuáles son las faltas reales que deben ser perseguidas penalmente, cuáles son cuestiones administrativas y hasta qué punto todo esto forma parte de la estrategia de resistencia de Morena para mantener el control de la ciudad. Ernestina Godoy dirige una fiscalía que relativiza la justicia.
En el caso del exdelegado de Benito Juárez, puedo entender que si se cometió el delito de simulación de un contrato, de ser el caso, proceda su detención. Sin embargo, en el caso de su hermana, quien fue detenida semanas antes que él, es más difícil sustentar su arresto, ya que no había recursos públicos involucrados en su conducta. Parece más bien que fue utilizada como una medida de presión política. Una vez más, la Fiscalía está más preocupada por el montaje político que por la justicia.
Pero si nos fijamos en casos de particulares, constantemente observamos la antigua tradición de fabricar delitos para simular justicia. Hace unos días, el periódico Reforma destacaba la detención de un joven transeúnte por parte de la Policía Preventiva, acusado de un homicidio que ocurrió al mismo tiempo en el que él estaba caminando. ¿Quién puede sostener una acusación sin pruebas? La Hechicería General de Justicia de la Ciudad de México.
En diciembre de 2021, un conductor en estado de ebriedad o bajo los efectos de drogas atropelló a una decena de peregrinos. A los pocos días, la Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán informó, durante una conferencia, sobre la detención del conductor y su acompañante. Estuve presente en esa conferencia y pregunté: "¿Por qué detuvieron al acompañante?" La titular de la fiscalía desconcentrada mostró una expresión de desagrado en su rostro y me respondió: "Por Resistencia de Particulares". No me atreví a profundizar… ¿Resistencia a qué? La Fiscalía General de Justicia como fábrica de delitos por inspiración divina.
En otra ocasión, me enteré del asalto a una casa habitación. Días después, la víctima me dijo que habían detenido a los delincuentes y me explicó el procedimiento. Como ya había pasado el periodo de flagrancia, los acusaron de distribuir drogas, y cuando se agotó el plazo legal para presentar pruebas, la Fiscalía había ganado tiempo para concretar la detención por el delito que sí cometieron. Este tipo de artimañas por parte de la Fiscalía no son nuevas, han existido durante décadas en las procuradurías de nuestro país, y en innumerables ocasiones han sido la base tanto para que los juicios a delincuentes terminen en su libertad, como para que inocentes sean detenidos.
Ahora, sin merecerlo y sin haber demostrado un desempeño honesto, la Fiscala Carnala será designada por otros cuatro años gracias a una argucia legal. Dado que Morena no podría obtener los dos tercios de los votos en el Congreso de la Ciudad de México, tras perseguir a políticos del PAN, optaron por modificar la ley y obviar este requisito de una manera sucia y grotesca, sin diputados de oposición.
Bienvenida por otros cuatro años, Ernestina Godoy. Sigamos con la simulación del estado de derecho. Sigamos con la carnalización de la justicia, que es la antítesis misma de la justicia, porque implica que los procesos no importan y lo único que importa es el capricho de unos pocos. Sin embargo, si esto fuera válido, sólo podría serlo a través de la voluntad divina, que no es el caso. La Fiscala Carnala es un ser humano, dispuesto a que las reglas humanas se ajusten a su conveniencia. La carnalización de la justicia es la injusticia misma.