COALICIÓN PAN-PRI-PRD

Aliarse o no aliarse, esa será la cuestión

Como partidario de la alternancia, mi opinión es que Acción Nacional defienda su rol en la ciudad. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

El triunfo de la Alianza PRI-PAN-PRD, en la mayoría de las alcaldías de la Ciudad de México, en 2021, marcó una ruta clara de éxito para las elecciones de 2024. De hecho, derrotas como la de Iztacalco, donde estos tres partidos no iban juntos, exhibieron la necesidad de coaligarse en todas las demarcaciones, pues en una coalición habrían superado por 7 puntos porcentuales a Armando Quintero. Aún así, las candidaturas comunes garantizan el acceso al poder, más no un cambio de rumbo en la ciudad.

Cuando empezaron las presiones de Claudia Sheinbaum y su equipo contra los alcaldes de oposición, los nueve hicieron bien en conformar la UNACDMX, como una forma de hacer un frente común. Sin embargo, ya desde ese momento se notó que no iban tan juntos: a la hora de los catorrazos, no todos estaban ahí. Por ejemplo, cuando fueron golpeados por granaderos en el entorno del Congreso de la Ciudad, algunos se esfumaron.

Entre los alcaldes de oposición hay, por lo menos, tres que están interesados en la Jefatura de Gobierno: Adrián Ruvalcaba, 100% priísta; Lía Limón, que se mueve bien entre PRI y PAN; y Santiago Taboada, 100% panista. Menciono la militancia porque en el apoyo del PAN a la candidatura de Alejandra del Moral hay un compromiso del PRI para apoyar una candidatura común en la Ciudad de México, en torno a un panista, y justo Taboada es la figura más visible en esta lógica, si bien podemos mencionar otros nombres, panistas como Kenia López Rabadán, o cercanos al blanquiazul, como Xóchitl Gálvez, quien es la más destacada en las encuestas.

Hace un año se expidió la nueva Ley de Publicidad Exterior de la Ciudad de México, la cual ha puesto en severos aprietos a la industria, que hoy enfrenta presiones de la autoridad. En diciembre un publicista me dijo que tenía la orden de subir espectaculares de uno de esos tres alcaldes por toda la ciudad. Así sucedió. Si bien Ruvalcaba es un buen alcalde de Cuajimalpa, aprovechó la ventana legal para publicitarse por la CDMX ... y todavía hoy, fuera de los tiempos legales, hay publicidad de él. Está claro, Adrián es el aliancista favorito del Zócalo. 

A pesar del pacto en torno a las elecciones del Estado de México y Coahuila, en la Ciudad de México cada quién dará la batalla, elevará los costos a los demás para negociar los escasos cargos públicos. De haber alianza, ésta ganará por lo menos una senaduría. De las dos candidaturas al Senado, el primer lugar lo va a ocupar quien más haya tenido que ceder al candidato o candidata a la Jefatura de Gobierno.

La existencia de una alianza no garantiza el triunfo de la oposición en la Ciudad de México, pero da mucha esperanza y dividirá al electorado en dos grandes fuerzas, con un rol marginal de las candidaturas distintas a Morena-PT y la coalición opositora. Se supone que no ir juntos es suicida: no sólo pierdes los votos de los partidos que te apoyan, sino que tus potenciales aliados se convierten en tus opositores.

Como partidario de la alternancia, me considero partidario de una alianza, pero si la negociación es cara, y pese a los riesgos, mi opinión es que Acción Nacional defienda su rol en la ciudad. Esto puede ser muy constructivo para el electorado. Un gobierno de coalición puede tener un gran impacto en la ciudad si hay un proyecto común, pero si no lo hay, al final tendremos un gabinete de cuotas y no de visión de ciudad, que es lo que necesitamos los capitalinos.

Me gusta la idea de que el PAN se coaligue con el PRD porque la agenda social y los derechos de las minorías quedan incluidos en el proyecto. Voces ultraconservadoras, como la de América Rangel en el Congreso de la Ciudad, siembran preocupación entre quienes simpatizamos con las agendas feminista y LGBT, por lo que un aliado de izquierda suma más en términos de visión que en términos electorales.

Sin embargo, hay algo muy claro: Acción Nacional ha venido creciendo paso a pasito, trienio tras trienio. No ir en alianza puede forzar a desarrollar un proyecto más completo de ciudad y hacer que el electorado lo identifique. Aún perdiendo la Jefatura de Gobierno, seguirán ganando terreno en el Legislativo local, a la vez que el PRI seguirá perdiendo presencia en el Congreso de la Ciudad de México, lo mismo que el PRD.

Hubo un acuerdo para ir en coalición en Coahuila y Estado de México, a cambio de que el PAN decida la candidatura de la Ciudad de México y establezca las reglas para nombrar al candidato a la Presidencia de la República. Si el acuerdo no se cumple, bien hará Acción Nacional en tomar el toro por los cuernos y posicionarse como una fuerza política e ideológica para la ciudad. PRI y PRD tienen mucho más que perder si no se suman.