El cierre de la operación entre Citibanamex y el magnate Germán Larrea está en la cuerda floja. Hay quienes aseguran que la operación no prosperará no sólo por los altos pasivos y los muertos en el clóset que se detectaron en el grupo estadounidense sino por la iniciativa de reformas a la Ley Minera que, de aprobarse en el próximo periodo que inicia en septiembre, tendrá un impacto en los negocios del empresario.
Nos cuentan que el acuerdo entre el segundo hombre más acaudalado del país y los altos mandos de Citibanamex estaría cerca de romperse, ya que con los cambios que se prevén para la industria minera, la compra del negocio minorista está supeditado a la discusión de la propuesta, ya que se había pedido como garantía una parte importante de los ingresos de una de sus minas.
Este panorama complica cada vez más el cierre de la operación. Y en Citibanamex lo saben, al igual que el equipo de abogados de Germán Larrea.
Nos cuentan que esto llevaría al consocio financiero a replantear su estrategia de venta e iniciar con la oferta, ya que muchos de los grandes postores decidieron salirse porque el monto que fijó Citibanamex estaba por encima de su precio real, lo que sin duda desanimó a otros postores como Ricardo Salinas Pliego y Carlos Hank, dueño de Banorte.
En la pelea final se quedó el grupo de inversionistas que lideró el banquero Daniel Becker, presidente de Mifel, pero apostó menos de lo que había pedido Citi.
Nos cuentan que otro de los factores que desanimaron a algunos empresarios fueron las muchas condiciones que impuso el gobierno federal y su intención de meter las manos en un proceso que compete sólo a privados.
Pero ante el temor de que las autoridades mexicanas como la Comisión Federal de Competencia y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) negaran su visto bueno, los finalistas decidieron “complacer” las observaciones y peticiones del Ejecutivo.
En enero de 2022, Citibanamex anunció la salida del negocio minorista de México, proceso que ya se había presentado en otros países en donde el gigante estadounidense tiene presencia.
La venta de algunos de sus negocios de consumo era algo que desde hacía meses tenía considerado Citi. Incluso, hizo diversos ajustes de su plantilla de personal para abaratar costos y dejar el negocio lo mejor posible para atraer a inversionistas.
Lo que Citi pretende vender es su cartera de tarjetas de consumo, entre las que se incluyen crédito, nómina, autos, hipotecarios, así como los préstamos pymes.
También busca comercializar el negocio de la Afore, la aseguradora, así como la infraestructura de las sucursales y cajeros automáticos –junto con la mayor preocupación del presidente Andrés Manuel López Obrador– que es el acervo cultural, el archivo histórico y los edificios, entre ellos, el Palacio de Iturbide.
Nos cuentan que hay un desánimo entre el equipo de asesores del magnate minero Germán Larrea, luego de que evaluaron el tamaño de los pasivos, muchos provenientes de Oceanografía. Sin embargo, la propuesta de la nueva Ley Minera, cuya discusión se aplazará hasta septiembre de 2023 y se analizará a través de un Parlamento Abierto, complica todavía más la situación.
Así las cosas…