Por si no fueran suficientes los estragos que dejó la pandemia por covid-19 para el sector aéreo y la degradación del nivel 1 a 2 en seguridad, ahora viene otro revés: la iniciativa sobre cabotaje, que de aprobarse será el tiro de gracia para muchas aerolíneas nacionales, que optarán por bajar el tren de aterrizaje y no volver a volar.
La propuesta que impulsan los legisladores de Morena busca en el fondo llevar más tráfico y pasajeros al fallido Aeropuerto Felipe Ángeles y evitar que esta mega obra se convierta en el mayor fracaso del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los que más saben del tema nos cuentan que los altos mandos de las aerolíneas y de las distintas asociaciones del ramo llevan varias semanas reuniéndose con los legisladores para hacerles ver la gravedad de la medida, por el impacto que tendrá en el turismo y la aviación nacional.
Lo grave es que la intención de los morenistas es dictaminar la iniciativa en la Comisión de Comunicaciones y Transportes, Economía e Infraestructura de la Cámara de Diputados para subirla al Pleno en esta misma semana.
En pocas palabras, lo que alarma a las compañías mexicanas es que la iniciativa implica entregar el espacio aéreo a las empresas extranjeras sin ningún tipo de reciprocidad, sin embargo, hay la certeza de que esta moneda de cambio tiene como única finalidad rescatar al Aeropuerto Felipe Ángeles, que es resultado de decisiones unilaterales.
Incluso, el sector planteó la urgencia de poner en marcha las acciones conducentes para regresar a la categoría 1, debido a que la degradación por la falta de seguridad generó pérdidas por más de mil millones de dólares a las empresas mexicanas, al no poder aumentar sus vuelos a Estados Unidos.
Los 45 integrantes de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) manifestaron en conjunto y por separado su preocupación por la iniciativa que busca reformar la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos y que, entre otras cosas, permite que compañías aéreas de otros países realicen vuelos entre dos destinos del territorio nacional, lo que comúnmente se llama cabotaje.
Para las líneas aéreas, pilotos, taxis aéreos, cargueras y prestadores de servicios advirtieron que la propuesta carece de sustento legal, de análisis, estudios serios o estadistas que demuestren su viabilidad con base en una experiencia internacional. También se ignoró que la mayoría de los países prohíben el cabotaje y aquellos que decidieron aplicar la medida perdieron aerolíneas lo que generó una crisis de conectividad y competitividad de “dimensiones desastrosas”.
Por lo pronto, las compañías y las asociaciones de pilotos no se quedarán con los brazos cruzados ante la amenaza que representan los cambios a la Ley de Aviación y continuarán buscando acuerdos con los legisladores, ya que nos dicen, está en juego la permanencia de varias aerolíneas nacionales.
En este momento, comentan los especialistas, lo que le conviene al país es tener un sector aéreo fuerte, ya que sólo de esta forma se generará más empleos, más ingresos para el fisco vía impuestos y más turismo.
Así las cosas…