El 2024 se perfila como un año extremadamente difícil para la administración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), marcado por importantes desafíos y oportunidades en los ámbitos político y económico. En la política interna, se espera que AMLO continúe fortaleciendo su partido, MORENA, consolidándose como una fuerza dominante en México.
La atención a los programas sociales seguirá siendo una prioridad, buscando apoyar a los más vulnerables, mientras que la lucha contra el crimen organizado y la violencia se mantendrá como un desafío significativo.
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En el terreno de la política exterior, las relaciones con Estados Unidos, especialmente en comercio y migración, seguirán siendo un punto central, junto con un esfuerzo mayor por fortalecer la presencia de México en asuntos latinoamericanos.
Desde la perspectiva económica, se anticipa un crecimiento moderado pero estable, centrado en la estabilidad y el desarrollo sostenible. Proyectos de infraestructura como el Tren Maya podrían impulsar la economía regional.
Se espera, además, que continúe el respeto a la autonomía del Banco de México, y las políticas energéticas, en particular en torno a Pemex y la energía renovable, seguirán siendo un tema de debate. El manejo de la inflación y la deuda pública, así como la diversificación del comercio, serán aspectos críticos.
El impacto social y ambiental también será una consideración a tener en cuenta. El equilibrio entre el apoyo a la industria petrolera y la transición a energías renovables será un área de interés. Además, se espera que continúen los esfuerzos para reducir la desigualdad social, y la inversión en sectores como educación y salud será importante para el desarrollo a largo plazo.
En el plano político, la polarización podría intensificarse a medida que se acerquen las elecciones de 2024. El gobierno enfrentará el desafío de manejar las expectativas del público, equilibrando las promesas electorales con la realidad económica.
El 2024 promete ser un periodo significativo para la administración de AMLO, con un impacto profundo en el futuro de México.
El año que concluye deja algunos sinsabores en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador se empeñó en enrarecer el clima político y social. Siguió en la cotidiana confrontación violando principios de respeto y gobernabilidad. Fiel a su estilo siguió echándole tierra a la oposición política, a los empresarios y a la prensa, culpando a otros de sus yerros.
Pero ya falta poco para que esto se acabe y el país retorne a la senda de la estabilidad social que tanta falta le hace.