Políticos y periodistas vieron en el último debate entre Javier Milei y Sergio Massa a un ultraderechista arrinconado, mientras que el candidato del peronismo y de las izquierdas (incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador), se le vio enérgico. Pero el elector argentino tenía otros datos y tras la sorpresa en la primera vuelta, en la definitiva optó por un presidente que propone absurdos como ir en contra del aborto, entre otras locuras… que habrá que ver si puede cumplir.
Pero lo que pudimos observar fue a un votante de Argentina decidido a echar a patadas a quien los ha hundido en su economía. El tremendo batacazo al peronismo, que perdió en bastiones importantes, sólo refleja que fue un voto de castigo, pero no un voto de alternancia porque se eligiera una propuesta novedosa, pujante que mostrará potaje para un mejor futuro. No. Fue un voto enojado y para castigar.
Guardadas las proporciones y con contextos definitivamente distintos, en el 2021 el electorado cimbró al oficialismo de Morena en el corazón: le volteó bandera en la Ciudad de México. Y no es que haya optado por mejores perfiles, simplemente castigó al gobierno y al presidente Andrés Manuel López Obrador. Más allá de culpar a operadores de casa que les jugaron en contra, deben reconocer que los votantes chilangos salieron en cantidades no esperadas para votar en contra de los abanderados y abanderadas de Morena.
Te podría interesar
Por eso es que el 2024 comienza a dejar ver nubarrones y relámpagos que avizoran tormenta. Pero no sólo para el oficialismo de Morena y su líder Andrés Manuel López Obrador. En la oposición también están viviendo momentos de turbulencia.
En julio pasado en este espacio se describió qué es lo que quebraría a los partidos, desde Morena hasta el PAN, PRI, PRD, MC, PVEM y PT: los cargos. Porque no vengan con el cuento de que es el encargo y no el cargo.
En aquel momento se relató que (Elecciones 2024, esto quebrará a los partidos | La Silla Rota) se renovará la Cámara de Diputados, con 500 diputados y diputadas, lo que exige mil personas, entre titulares y suplentes. Y el Senado con 128 posiciones, exige 326 personas candidatas y candidatos y sus respectivos suplentes.
Luego se recordó que, de los 300 Distritos electorales federales que integran el país, al menos 157 se encuentran dentro de 145 municipios identificados como prioritarios por su tamaño y peso electoral: es decir, tienen mucha gente que puede ejercer su sufragio. Y de los 648 distritos locales que se competirán en 2024, prácticamente el 50% (323) están en esos 145 municipios con un mayor número de votantes. ¿Cómo se van a repartir ese pastel?
Al sumar todas las posiciones en disputa son 39,640 candidaturas, de las cuales son 19,820 candidatas y 19,820 candidatos (con sus respectivos suplentes). Paridad, bloques de competitividad (definición de distritos con alta, mediana y baja votación por partido), acciones afirmativas (mujeres, personas indígenas, jóvenes, personas con discapacidad, personas de la comunidad LGBTTTIQ+ y personas afroamericanas), definición de listas plurinominales… son factores que los van a quebrar.
“No cabe ninguna duda: hay 39,640 posibilidades de quiebre en Morena, PAN, PRI, PRD, MC, Verde, Partido del Trabajo…”, se escribió aquí.
Y luego, el 5 de noviembre pasado estos #Recovecos se titularon Elecciones 2025: el infierno ya está aquí (Elecciones 2024: el infierno ya está aquí | La Silla Rota). ¿Por qué? Porque en Morena, PAN, PRI, PRD, MC, PT y Partido Verde, todos están metidos en líos. Como es usual en cada proceso electoral siempre hay premiados y castigados con candidaturas a regidores, diputados locales y federales, senadores, gobernadores/as y a la preciada presidencia de la república en este 2024. Por eso es que las dentelladas están a todo lo que dan. No hay tregua ni cuartel.
Por eso a los jaloneos de Adrián Rubalcava, quien ya desde antes tenía acercamientos con Morena, se suma ahora el amago del PRD para definir solitos a sus candidatos al Congreso, es decir, a Senado y Cámara de Diputados.
Es claro que los implicados, desde Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez, Marko Cortés, Alejandro A(m)lito Moreno, Jesús Zambrano, principalmente, no se asustan con el primer relámpago, es un hecho que están en una crisis. Todos. Y que el campanazo de la elección argentina es una llamada de atención que deberán considerar en sus escenarios.
Punto y aparte. No hay crisis, es turbulencia. Pues a abrocharse los cinturones.
Punto final. ¿Hasta dónde llegará el conflicto México-Argentina por las posiciones (y decisiones) del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a los comicios en ese país?