La mayoría de los analistas coinciden en que será inminente una crisis de fin de sexenio. ¿Cuándo iniciará? ¿De qué magnitud? En eso sí hay diferencias: algunos aseguran que podría empezar en 2023 y otros pronostican que llegará a fines de 2024 o principios de 2025.
La falta de recursos, el ínfimo crecimiento económico que se ubicará en promedio en 1.5%, la creciente inflación y los fallidos proyectos de la actual administración y los recursos que se destinaron para ello, podrían llevar a la moneda nacional a los 25 pesos por dólar en los siguientes dos años.
Nos cuentan que sólo la refinería de Dos Bocas tendrá un costo que ya se estima en 25 mil millones de dólares, sin embargo, se prevé que los trabajos concluyan en su totalidad hasta el 2024 y todavía pasarán varios meses más para que inicie la producción de petróleo.
Otra de las Mega obras que no generará ingresos para el actual gobierno es el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), ya que no ha despertado mayor interés de las aerolíneas nacionales y extranjeras, por lo que tiene poco tráfico y por el momento, no se anticipa un cambio en el corto y mediano plazos.
La tercera y que podría quedar inconclusa es la construcción del Tren Maya, debido a que una parte del suelo de la Península de Yucatán -que forma parte de la ruta del proyecto- es frágil y no resistirá, por lo que se prevé que varios tramos se tendrán que frenar.
Los que más saben aseguran que la economía no está en buenas condiciones por las erróneas decisiones del gobierno federal, iniciando con la cancelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya que esta medida generó la salida de millones de pesos en inversión extranjera, los que a la fecha no se han podido recuperar.
Después, inició la pandemia por covd-19 que afectó a todas las economías, pero más a la mexicana, ya que no se aplicó un programa de apoyo para las micro, pequeña y medianas empresas.
Cuando no hay crecimiento económico, no hay forma de aumentar los ingresos públicos y este mínimo dinamismo económico se debe a que no se diseñó un programa de reactivación durante y después de la pandemia. Por si fuera poco, ahora, el país enfrenta presiones inflacionarias que podrían durar varios meses más.
Bajo este escenario, la mayoría de los economistas independientes aseguran que al gobierno no le alcanzará el dinero y eso lo obligará a continuar con los recortes al presupuesto y a un aumento todavía mayor de la deuda para mantener los programas sociales.
A los especialistas les preocupa que ante la sequía financiera no se percibe un cambio de rumbo para buscar más ingresos vía la inversión productiva y los excedentes petroleros ya se los comió el subsidio al precio de la gasolina, con lo que en el 2024 el gobierno podría tener unas finanzas “técnicamente quebradas”.
Así las cosas…