El modelo por medio del cual la iniciativa privada invierte de la mano de Petróleos Mexicanos (Pemex), en lo que llaman “contratos mixtos”, ya arrojó los primeros resultados.
“A la fecha, se ha concretado la firma de los primeros 11 contratos mixtos, como parte de una etapa inicial”, de acuerdo con el Primer Informe de Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Además, actualmente, PEMEX avanza en el proceso de formalización de un segundo grupo de asignaciones bajo este mismo esquema, cuyo cierre está previsto antes de finalizar el año.
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Para dar certidumbre a los inversionistas y a Pemex, todo se manejará a través de un fideicomiso, según la Secretaría de Energía.
El informe planteó que la reforma al sector energético de octubre de 2024 y la armonización de las leyes del sector del 18 de marzo de 2025 abrió la puerta a un nuevo esquema contractual que permite la participación de la iniciativa privada en las operaciones de PEMEX.
Contexto: el pasado martes 5 de agosto, las Secretarías de Energía y Hacienda, en conjunto con Pemex, presentaron el Plan Estratégico para Pemex 2025-2035, en donde se contempla la instrumentación de contratos mixtos.
El estado no cede el control
En una entrevista con La Silla Rota, realizada el pasado 11 de agosto, la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, explicó que en los contratos mixtos el gobierno y el sector privado comparten riesgos y ganancias.
Consideró que la proyección es que “en el pico máximo” de la explotación de esos campos se vaya a estar produciendo cerca de 450 mil barriles al día.
“Son un nuevo modelo que permite a la iniciativa privada invertir de la mano con Pemex, pero sin ceder el control, o sea, la propiedad, por supuesto, del Estado, pero también, lo más fundamental es la propiedad de los hidrocarburos y el control de las asignaciones”, expresó.
Detalló que el esquema es “más claro, transparente”, y hay “un importante interés” por parte de los inversionistas.
Van por 21 esquemas
Pemex espera concretar 21 esquemas de desarrollo mixto antes de que concluya 2025.
En los esquemas que proyectan las autoridades energéticas se encuentran tres contratos mixtos en aguas profundas: exploratus, Cratos y Nobilis-Maximino.
Además, hay nueve en aguas someras: Tlatitok-Sejkan, Macuil-Paki, Arenque, Kayab-Pit-Utsil, Xikin, Tetl Rec Sec, Tlacame Rec Sec, Ayatsil Rec Sec y Casquete de gas Akal.
Asimismo, se tienen nueve contratos mixtos terrestres: Tupilco terciario, Milquetla, Sini-Caparroso, Macavil, Cuervito, Madrefil-Bellota, Pánuco, Agua Fría y Tamaulipas Constituciones.
De acuerdo con el informe de gobierno del primer año de la presidenta Claudia Sheinbaum, la producción nacional de hidrocarburos líquidos alcanzó un promedio mensual de 1.716 millones de barriles diarios, en donde la meta de 1.8 millones de barriles para 2030.
¿Cómo se distribuirán los recursos?
En el proceso de los contratos mixtos, cuando se extraiga el crudo, lo primero que se paga es 30% del Derecho Petrolero para el Bienestar, una tasa que delineó la subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda.
Posteriormente, se tendrá la recuperación de los costos de la inversión privada, bajo estándares internacionales.
El tercer momento será el reparto de ganancias entre privados y Pemex.
“En ese reparto de ganancias, Pemex no puede recibir menos del 40%. Si haces todas las sumas y restas, es el nivel de ganancia normal de las petroleras en el mundo”, expresó la titular de Energía a este medio.
¿Por qué es importante la producción petrolera?
Aunque crecen las energías renovables, la producción petrolera sigue siendo un pilar económico y geopolítico.
El crudo mantiene un rol estratégico en las finanzas públicas, transporte, generación de electricidad y seguridad energética.
Su relevancia impacta tanto en países productores como consumidores, y define tensiones internacionales.