A menos de una semana de que la presidenta Claudia Sheinbaum llegue a su primer año de gobierno, el huachicol es el problema más complejo para la administración federal y que entorpece el avance de la política energética, destacaron analistas consultados por La Silla Rota.
En entrevista con este medio de comunicación, Francisco Barnés de Castro, ex subsecretario de Energía y ex rector de la UNAM, comentó que el robo de combustibles, también conocido como huachicoleo, es un problema que se ha vuelto cada vez más complejo.
“Pemex tiene que enfrentar tres problemas de huachicol, uno vinculado al robo de combustibles y gas, otro al robo fiscal y otro al robo de crudo, todo esto les pega a las finanzas de Pemex y también a las finanzas del Estado”, destacó.
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De acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos, en el primer semestre de este año, el robo de combustibles dejó pérdidas por un total de 13 mil 122 millones de pesos, esto es 37% más, comparado con los 9 mil 581 reportados en el mismo periodo de 2024.
“Hay una colusión entre el crimen organizado y los trabajadores de Pemex, no hay otra manera de entrar a robar el producto, una vez afuera hacen una competencia desleal, no se pagan impuestos, y en muchos casos se obliga a los gasolineros a adquirir estos combustibles robados”, destacó Barnés.
Los analistas del sector coinciden que en este primer año de gobierno hay avances, no obstante, las grandes interrogantes siguen siendo: ¿cómo se va a combatir el huachicoleo y qué se va hacer con un sistema de refinación que sigue dejando grandes pérdidas?
Carlos Aurelio Hernández González, presidente de la Comisión de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), también coincide en que el huachicoleo, en sus tres formas es uno de los principales lastres de la empresa.
“Nos preocupa que no haya una política clara para hacerle frente”, destacó.
Contexto: El robo y venta ilegal de combustibles es una de las principales problemáticas de seguridad y finanzas en México en la última década. A pesar de operativos federales y reformas legales, la extracción clandestina de hidrocarburos en ductos de Pemex sigue representando pérdidas millonarias y un desafío en materia de seguridad pública.
Este delito se concentra principalmente en estados como Hidalgo, Puebla, Estado de México y Guanajuato. En 2018, Pemex registró pérdidas estimadas en 66 mil millones de pesos por robo de combustibles, por lo que Andrés Manuel López Obrador lanzó en 2019 un plan contra el huachicoleo, con despliegue de fuerzas armadas y cierre de ductos, y a siete años de ese suceso la empresa sigue reportando importantes pérdidas por este delito.
Los avances
César Rivera de Jesús, investigador en transición energética del CIEP, comentó que la política energética en 2025, ha sido la culminación de lo que se planteaba la administración pasada, pero hoy hay una estructura bien definida, respecto a cada uno de los temas que se quieren o que se contemplan, “me parece que se definen de mejor manera que en la administración pasada”, comentó.
“Se sigue prácticamente con la misma retórica o con la misma línea, pero los planes son más más claros, más alineados, objetivos más alcanzables que los que se plantearon en la administración pasada”, destacó el analista.
El investigador destacó que en el caso de la producción plantearon 1.8 millones de barriles de petróleo, cuando al principio de la administración pasada la meta fue de hasta 2.6 y después se fue bajando a 2, luego 2. 1 y al final pues igual se bajó a 1.9.
“Es muy realista y muy sensato por parte de la administración y el hecho de tener estos objetivos, pues también te permite en el aspecto de finanzas públicas, tener más claro cuáles serían los ingresos por este rubro entonces en esa parte, lo veo mucho más sensato”, destacó.
Por su parte, Susana Cazorla, fundadora de SICEnrgy & Madero, destacó que en este primer año hay un cambio importante con respecto al sexenio anterior, sobre todo en materia de experiencia y formación de los funcionarios que están al frente del sector.
“La gente está mucho más preparada para enfrentar el tamaño del problema que estamos viviendo, pero falta que se logre congeniar el discurso ideológico y político, que no va a cambiar, con la preparación y las promesas que están haciendo, ojalá que empiecen a cerrar ese círculo”, destacó Cazorla.
Otro de los avances es el cambio de los funcionarios, Cazorla destaca que se limpiaron las empresas públicas de personajes que tenían denuncias, destaca la salida de Bartlet y el cambio en la dirección de Pemex.
Los otros pendientes
Rivera de Jesús comentó que uno de los pendientes más importantes es que de verdad se cumpla lo que mencionaron sobre que Pemex ya no va a necesitar ayuda del gobierno federal, cumplir con eso es el gran reto.
Por su parte Susana Cazorla asegura que, si bien hay un avance, hace falta dar certeza y claridad, pues a pesar de que ha habido cambios importantes, hace falta detallar cómo se van a lograr.
“Ya pasó un año, ya hubo cambio constitucional para Pemex y CFE y todavía no sacan los reglamentos, (…). Las reglas deberían estar escritas y claras para todos, eso es lo que hace falta. No hay un ambiente de suficiente confianza que permita que se den las inversiones que se tienen que dar”, destacó la especialista.
Barnés de Castro dijo que tampoco se está cumpliendo con las metas de energías limpias, pues Pemex sigue siendo uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero en el país.
Sobre el Plan de Pemex, el ex rector de la UNAM dijo que es bueno fortalecer financieramente a la empresa, pero hace falta ver que de verdad se cumpla y no sólo se patee la pelota seis años más, porque si no se resuelve el problema financiero de la petrolera, no sólo está en riesgo la empresa sino la economía del país.
“No queda claro si vamos a tener la capacidad de ejecutar este plan, sobre todo los proyectos que se requieren para reducir las pérdidas de Petróleos Mexicanos, reducir la deuda verdaderamente, si no se logran ejecutar los proyectos, sólo le estarán dando respiración artificial”, destacó.
