Las recientes decisiones arancelarias del presidente Donald Trump están provocando efectos inmediatos en empresas de todo el mundo, desde fabricantes en Estados Unidos hasta cadenas alimentarias en Canadá y exportadores europeos, según reporta la BBC.
El plan arancelario de Trump ha obligado a diversas compañías a reorganizar de forma urgente sus cadenas de suministro.
Uno de los casos más representativos es el de Learning Resources, una empresa de juguetes educativos con sede en Illinois que fabrica la mayoría de sus productos en China.
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“Me inclino a plantar cara cuando mi empresa está en serio peligro”, declaró Rick Woldenberg, director ejecutivo de la compañía, a la BBC.
Según sus estimaciones, los nuevos impuestos de importación podrían elevar su factura anual de 2.5 millones a más de 100 millones de dólares, poniendo en riesgo la viabilidad de su negocio.
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Contexto: el presidente Donald Trump anunció que postergará la aplicación de nuevos aranceles hasta el próximo 1 de agosto, dando un margen adicional a sus socios comerciales. Sin embargo, afirmó que no habrá más prórrogas y que las tarifas entrarán en vigor sin excepción.
El objetivo, dijo, es dar tiempo para afinar detalles por país. La medida afectaría principalmente a importaciones de Asia.
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Demanda legal y reconfiguración global
Ante esta situación, Learning Resources decidió presentar una demanda contra el gobierno estadounidense bajo el caso “Learning Resources et al vs Donald Trump et al”.
En mayo, un tribunal distrital en Washington D.C. falló a su favor, declarando ilegales los aranceles. No obstante, el gobierno apeló el fallo, por lo que la empresa aún debe cumplir con el pago de los impuestos mientras el proceso continúa.
En paralelo, la compañía comenzó a trasladar parte de su producción a Vietnam e India, países que enfrentan aranceles más bajos del 10% por parte de Estados Unidos.
Sin embargo, Woldenberg reconoce que esta reubicación es costosa, incierta y difícil de escalar.
“No sabemos si pueden manejar la capacidad de nuestro negocio”, reconoció en entrevista con la BBC.
Les Brand, director de la firma de consultoría Supply Chain Logistics, advirtió que mover operaciones de un país a otro implica un esfuerzo enorme en tiempo, dinero y capacitación:
“La transferencia de conocimientos requiere mucho tiempo y dinero, y eso afecta a los márgenes de beneficio ya de por sí muy estrechos”.
Esta situación revela una problemática estructural: el sistema de comercio internacional se ha vuelto altamente dependiente de las cadenas de suministro extendidas y just-in-time.
Cualquier medida disruptiva, como un arancel inesperado, genera una reacción en cadena que obliga a las empresas a rediseñar sus operaciones, asumir pérdidas o trasladar costos al consumidor.
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Impacto en Canadá, Europa y el consumidor
La BBC también recoge el testimonio de Cluck Clucks, una cadena canadiense de pollo frito que ha debido reducir su oferta en nuevos locales debido a los aranceles recíprocos entre Canadá y Estados Unidos.
“Fue una decisión importante, pero creemos que es la estrategia correcta”, señaló Raza Hashim, director ejecutivo de la empresa, quien alertó que los costos podrían trasladarse a los consumidores ante el encarecimiento de equipo como refrigeradores industriales.
El caso de Cluck Clucks refleja otro efecto colateral de esta política comercial: la afectación a las pequeñas empresas que dependen de insumos o maquinaria importada.
Al no contar con proveedores nacionales de ciertos equipos —como las freidoras a presión estadounidenses— la firma ha tenido que cambiar incluso su menú en nuevos puntos de venta, prescindiendo del pollo con hueso.
En España, la productora de aceite de oliva Oro del Desierto, que destina 8% de su producción al mercado estadounidense, contempla reducir sus envíos si los aranceles (actualmente en 10% para productos europeos) afectan la rentabilidad.
“Estos aranceles afectarán directamente al consumidor final”, advirtió Rafael Alonso Barrau, gerente de exportaciones.
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Un clima de incertidumbre
Expertos citados por la BBC coinciden en que la rapidez con la que se implementaron los aranceles agudiza el problema.
“El presidente Trump debería haber actuado con más lentitud”, opinó Brand. Las decisiones repentinas, sin un margen de adaptación suficiente, generan una sensación de vulnerabilidad tanto en inversionistas como en productores.
Mientras tanto, empresarios como Woldenberg toman decisiones difíciles sin certezas sobre el entorno comercial.
“Solo tenemos que tomar la mejor decisión posible, basándonos en la información que tenemos y luego ver qué sucede. No quiero decir ‘esperar lo mejor’, porque no creo que la esperanza sea una estrategia”, finalizó.
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¿Por qué los aranceles de Trump generan impacto económico?
Los aranceles impuestos por Donald Trump generan impacto económico porque aumentan directamente el costo de los bienes importados, afectando tanto a las empresas como a los consumidores. Aunque se aplican oficialmente a los productos extranjeros, en la práctica son las compañías importadoras —en su mayoría estadounidenses— quienes deben pagar esos impuestos al ingresar la mercancía al país.
Este aumento en los costos de operación obliga a muchas empresas a recortar márgenes de ganancia, trasladar parte de su producción a otros países o incluso subir los precios al consumidor final.
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Además, los aranceles interrumpen cadenas de suministro globales que han sido optimizadas durante décadas bajo principios de eficiencia y costo.
El reajuste forzado hacia nuevos proveedores, países o modelos logísticos implica inversiones adicionales, tiempos de adaptación prolongados y una mayor exposición a riesgos. Todo esto contribuye a frenar la competitividad, desacelerar el comercio internacional y, en algunos casos, a generar incertidumbre legal que puede afectar la toma de decisiones a largo plazo.