Hace pocas semanas, un número desconocido marcó al teléfono de Maricela. En la llamada, le decían que eran de un grupo delictivo y, si no quería consecuencias en su negocio, debía darles una “cuota”.
La extorsión a pequeños negocios y ambulantes es una realidad que se vive en México. El “cobro de piso” puede ir de 500 a mil pesos semanales, de acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.
La Silla Rota platicó con diferentes comerciantes de la zona céntrica de la CDMX para saber qué es lo que viven día a día.
Te podría interesar
Entre ellos está Maricela, quien heredó un negocio familiar, le tocó la “mala suerte” de que, por llamada telefónica, la amenazaron para dar dinero a un grupo delictivo.
Por otro lado, está Mariano, quien, por décadas ha trabajado en la zona y siempre ha tomado la decisión de no pagarle a cualquiera que le diga de "caerle" para que no le pase nada a su puesto.
“Trabajo para mí, no para otros”
Mariano cuenta que desde hace 6 o 7 años se empezaron a presentar algunos tipos que decían ser de la “Unión y la Familia” todos ellos venían en motos.
En ninguna de las ocasiones cedió ante las extorsiones porque comenta que “trabajo para mí, no para otros que solo vienen a estirar la mano”.
Lee: Delta abortó despegue, ante posible colisión con nave de Aeroméxico: AFAC
No es lo mismo para los demás comerciantes que están a sus alrededores. Algunos han decidido pagarle a “el gobierno para que les pongan policías”, otros tantos eligieron pagarle a quien sea que venga y se presente amenazante.
Para él, hacer escándalo, es la solución. “Venían y me decían que esto y aquello, pero al final empiezas a decir… a gritar y, ellos solitos se van”.
En su momento, Mariano recibía visitas cada 15 días “todos eran diferentes, nunca veía el mismo, pero pedían que les diera la “cuota” para que no me pasará nada a mi y al negocio”, relata.
“Te tenían bien estudiado, se sabían tu nombre, a qué hora llegabas, a qué hora te ibas, con quién platicas”, comenta.
Las visitas de este grupo de personas las dejó de recibir hace dos años y, nunca le ha pasado nada.
“Nos deberíamos organizar todos. Todos lo saben. Saben quiénes son y cómo llegan con sus motos…”, dice resignado.
Después de un asalto… queda miedo
Mucho antes de las dos llamadas de números desconocidos, Maricela fue víctima de un asalto en su puesto.
“Después de eso se te queda… algo feo, no sé y, con las llamadas empeoró”, dice mientras se frota las manos.
Las llamadas las tomó como cualquier otra, pensando que podía ser un cliente, un familiar, nada anormal.
“Le respondí y me dijo que era de esos. Me dijo mi nombre, el de mi hijo, que sabía que mis nietos venían en las tardes… No supe qué decirle”, cuenta.
Después hubo otra llamada y, en casi más de un mes no tiene noticias de las personas que le hablaron.
Maricela le contó a algunos de sus conocidos, muchos de ellos le dijeron que era normal y, si no pensaba darles dinero “fuera con cuidado”.
El carnicero que se “rajó”
Mariano explica que sí hay comerciantes que se han ido, entre ellos un carnicero.
“Él los denunció con la policía… que venían y lo extorsionaban. Vinieron y se llevaron a cuatro tipos que eran los que estaban haciendo eso”, recuerda.
A los días, el carnicero dejó de ir, a varios de los comerciantes, entre ellos Mariano les dijo que ya no quería ir.
“Tenía miedo, de que lo mataran a él o a alguien de su familia”, concluye.
En entrevista con La Silla Rota, Cuauhtémoc Rivera menciona que esta reacción de miedo es común en este tipo de situaciones.
“Por miedo la mayor parte de la gente no denuncia, se puede decir que la gran parte. Y otra gente ha caído de convencerse en para qué combatir al enemigo mejor alíate a él. Hasta lo defienden y se vuelven rehenes de ellos”, menciona.
La extorsión en el país
Contexto: En México, de enero a junio de este año, se han reportado 5,530 denuncias de extorsión, lo que significa un aumento de 7.39% respecto al periodo de 2024, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sin embargo, no hay una sección específica de cuáles denuncias corresponden a negocios o comercios mexicanos.
Dentro de las cifras, el Estado de México presentó 1398; Guanajuato tuvo 684; Ciudad de México reportó 643; Nuevo León con 480 y Veracruz informó 454.
Ante esta problemática, la Cámara de Diputados informó que la Comisión de Puntos Constitucionales recibió el pasado 10 de julio una iniciativa presidencial en materia de extorsión.
La propuesta busca que la extorsión sea perseguida de oficio, lo que significa que las autoridades podrán actuar sin necesidad de una denuncia previa por parte de la víctima.
Con esto, se establecerá un tipo penal único, agravantes, sanciones, delitos vinculados y mecanismos de prevención, atención y reparación del daño a nivel nacional.
¿Por qué es relevante la extorsión a comerciantes?
La extorsión se ha convertido en uno de los delitos más corrosivos y normalizados en la vida cotidiana de pequeños negocios en México. Como lo explica Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, este crimen no solo lesiona las finanzas de los comerciantes, sino también su vida comunitaria y personal.
Se trata de un “arancel del crimen” que se impone según el éxito económico del negocio: a mayor volumen de ventas, mayor cuota por “protección”.
Este delito afecta principalmente a tiendas de barrio, carnicerías, fruterías y ferreterías en zonas populares, sobre todo en estados como el Estado de México, Guerrero, Michoacán y Morelos, donde las bandas criminales operan con información detallada de las víctimas y en muchos casos, con la presunta complicidad de autoridades locales.
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
La extorsión llega a provocar cierre de negocios, horarios recortados, miedo generalizado y pérdida de tejido social.
Rivera señala que la organización comunitaria, visibilizar el delito y generar redes de apoyo entre comerciantes es un buen primer paso para enfrentar este fenómeno.
esr
