Un control de rentas mal diseñado en la Ciudad de México podría desincentivar nuevamente la inversión privada, la cual en 2024 representó 85% del financiamiento para la construcción de vivienda en la capital de la República, aseveró Banamex.
Además, ubicar esas políticas públicas en zonas centrales puede trasladar la presión inmobiliaria a otras zonas, provocando más gentrificación periférica, destacó en el análisis “Las rentas congeladas (y los riesgos que conllevan) no serían nuevas en la CDMX”.
Banamex enfatizó que otras posibles externalidades negativas son: aumentos en la informalidad en el arrendamiento, a través de contratos verbales y no registrados; erosión del valor catastral; disminución de la recaudación fiscal y discriminación de inquilinos potenciales.
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“Las rentas congeladas que ya experimentó la Ciudad de México son un claro ejemplo de los efectos no deliberados de políticas públicas que pueden ser bien intencionadas. Aunque protegieron a un segmento de la población, distorsionaron el mercado inmobiliario, deterioraron el parque habitacional y contribuyeron al despoblamiento del centro urbano”, concluyó en su análisis.
Contexto: el 16 de julio de 2025, la jefa de gobierno, Clara Brugada, presentó el Bando 1 “Por una Ciudad Habitable y Asequible con Identidad y Arraigo Local”, el cual es una estrategia contra la gentrificación, una respuesta a las protestas por el aumento en el costo de las rentas.
El objetivo del proyecto es garantizar el derecho a la vivienda, preservar la vida barrial y evitar el desarraigo en colonias con presión inmobiliaria en la Ciudad de México.
Desde 2020, las rentas han crecido alrededor de 10% anual.
Brugada señaló que la aplicación del Bando 1 se realizará en distintas etapas entre julio y septiembre, entre las cuales tiene considerado diversos foros con la participación de comunidades locales, organizaciones civiles y especialistas.
Rentas congeladas no son nuevas
En el trabajo realizado por los analistas Paulina Anciola e Iván Arias se plantea que entre 1942 y 2001, el Distrito Federal implementó un régimen de rentas congeladas que fijó los precios de alquiler.
Con esa situación, se generaron distorsiones significativas en el mercado inmobiliario, deterioro urbano y despoblamiento del centro de la ciudad.
“Estimamos que las rentas congeladas redujeron la oferta de vivienda en renta en alrededor de 20% entre 1950 y 2000”, detalló.
Deterioro en la San Rafael, Santa María la Ribera y el Centro Histórico
Banamex puntualizó que el congelamiento de rentas desincentivó el mantenimiento de los inmuebles por parte de los propietarios, quienes enfrentaban ingresos fijos frente a costos crecientes.
“Por ejemplo, en la década de 1990, las rentas congeladas podían ser tan bajas como 0.40 a 10 pesos mensuales por vivienda, mientras que los costos de mantenimiento e impuesto predial crecieron a una tasa promedio de 10% anual entre 1970 y 2000. Colonias céntricas como Cuauhtémoc, San Rafael, Santa María la Ribera y el Centro Histórico experimentaron un deterioro físico significativo.”, destacaron.
Además, con el deterioro de los inmuebles, llegó el abandono de edificios y el despoblamiento de zonas céntricas.
“Entre 1950 y 2000, la población del Centro Histórico disminuyó de aproximadamente 300,000 a 100,000 habitantes, según los Censos de Población y Vivienda del INEGI”, planteó.
Un fenómeno adicional fue que el congelamiento de rentas redujo la oferta de viviendas en alquiler, porque los propietarios evitaron destinar inmuebles a ese mercado.
La estadística, expuso Banamex, muestra que entre 1950 y 1980, la construcción de viviendas en renta en el DF creció a una tasa promedio de sólo 1.2% anual, comparado con 3.5% de viviendas en propiedad
Mirar al pasado
“En el contexto actual, propuestas como la de limitar los aumentos de renta deben considerar las lecciones del pasado”, enfatizó Banamex
Por ello, consideramos muy relevante la implementación de políticas complementarias, como incentivos fiscales para el mantenimiento de inmuebles en renta y subsidios directos a inquilinos de bajos ingresos, para balancear la justicia social con la sostenibilidad económica.
¿Por qué es importante buscar solución a la gentrificación?
La gentrificación es un fenómeno urbano en el que barrios populares comienzan a atraer inversión, turismo y nuevos residentes de mayores ingresos.
Si bien puede mejorar infraestructura y servicios, también provoca el desplazamiento forzado de habitantes originales, eleva el costo de vida y erosiona el tejido social.
Abordar este fenómeno no sólo es una cuestión de justicia social, sino de garantizar el derecho a la ciudad para todos sus habitantes.