La economía informal mexicana generó 6.1 billones de pesos en el último trimestre de 2024, lo que representa un crecimiento real de 4.2% respecto al mismo periodo del año anterior, así lo revela el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre las Mediciones de la Economía Informal Trimestral por Entidad Federativa (MEITEF).
El MEITEF es un indicador que permite conocer el comportamiento de la economía informal a nivel estatal y nacional. Este incluye tres variables clave: el Valor Agregado Bruto (VAB) generado por las actividades informales, los puestos de trabajo remunerados en este sector y las remuneraciones que perciben sus trabajadores; aquí se contempla tanto el sector informal (negocios sin registro legal, propiedad de los hogares) como otras modalidades de informalidad, es decir, personas que trabajan sin prestaciones en empresas formales.
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Desigualdades profundas: entre expansión y retroceso
Contexto: en estados como Sinaloa, el valor generado por la economía informal se disparó 10.8% en un año. Le siguen Guerrero y Zacatecas con alzas de 9.7%, Tamaulipas (8.7%) y Oaxaca (8.6%). Estos datos reflejan una mayor actividad en sectores que operan fuera del marco legal o sin protección social, como el comercio ambulante, talleres, servicios domésticos o empleos sin contrato en empresas formales.
Por el contrario, otras regiones experimentaron un retroceso. El VAB de la economía informal cayó 15.7% en Campeche, 12.0% en Quintana Roo y 1.5% en Tabasco, lo que podría estar relacionado con dinámicas locales adversas como la caída del turismo, cambios en la actividad energética o condiciones laborales restrictivas.
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El estudio pone sobre la mesa un hecho que es irrefutable para la economía mexicana: la informalidad no solo persiste, sino que es una parte estructural del sistema productivo nacional, aunque con enormes contrastes entre entidades.
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Millones dependen de empleos sin seguridad social
El informe del Inegi señala que al cierre de 2024 existían 16.9 millones de puestos de trabajo remunerados en el sector informal. A nivel nacional, el crecimiento fue apenas del 0.1%, pero algunos estados rompieron la tendencia. Zacatecas destacó con un alza de 11.4% en empleos informales, seguido de Guerrero (9.7%), Hidalgo (5.8%) y San Luis Potosí (5.1%).
En cambio, la situación laboral se deterioró considerablemente en Campeche (-15.3%), Quintana Roo (-13.8%), Michoacán (-9.1%) y Jalisco (-6.9%), lo que impacta directamente a las familias que dependen del trabajo informal como única fuente de ingresos.
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Remuneraciones crecen en unos estados y se desploman en otros
Los datos del Inegi también muestran que las remuneraciones en la economía informal aumentaron 8.0% en promedio a nivel nacional. Estados como Zacatecas (15.1%), Durango (14.8%), Guerrero (14.7%) y Hidalgo (13.5%) reportaron los mayores incrementos en ingresos para los trabajadores informales.
Sin embargo, otras regiones sufrieron una fuerte contracción: Campeche tuvo una baja del 11.2% en remuneraciones informales, y Quintana Roo, del 8.9%, lo que plantea preocupaciones sobre la precarización del empleo en ciertas zonas del país.
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Una economía que sostiene a millones, pero sin protección
El informe del Inegi deja claro que la economía informal no solo está lejos de desaparecer, sino que sigue siendo un soporte esencial para millones de mexicanos, especialmente en estados con menor dinamismo económico.
No obstante, la informalidad también implica vulnerabilidad: no hay acceso a seguridad social, prestaciones ni estabilidad laboral.
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Las cifras expuestas reafirman que el combate a la informalidad requiere políticas regionales específicas, que contemplen tanto la promoción del empleo formal como el reconocimiento de las condiciones reales en las que millones trabajan cada día.
