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En México, solo 22% de las mujeres acceden a puestos de liderazgo empresarial, advierte la ONU

El liderazgo femenino implica no solamente ocupar un cargo, sino también tener voz, poder de decisión e influencia para la toma de decisiones

En México, solo 22% de las mujeres acceden a puestos de liderazgo empresarial, advierte la ONU.El poder económico sigue concentrado en manos masculinas. Créditos: iStock
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Aunque México ha alcanzado la paridad de género en el Congreso, en la presidencia y en espacios de decisión económica, la participación de las mujeres sigue rezagada a nivel global, a tal grado que apenas el 22.9% de los altos cargos empresariales están ocupados por mujeres, según un estudio elaborado por ONU Mujeres.

De acuerdo con ONU Mujeres, la participación femenina en posiciones de liderazgo económico —como consejos de administración, ministerios financieros y direcciones ejecutivas— sigue siendo limitada, incluso en países que han alcanzado la paridad legislativa. En México, donde las mujeres ocupan más del 50% de los escaños en el Congreso, su influencia en el ámbito empresarial y financiero continúa siendo marginal.

Contexto: este contraste refleja una brecha estructural, mientras el discurso de igualdad avanza en la política, el poder económico sigue concentrado en manos masculinas. La falta de mujeres en la toma de decisiones empresariales no solo perpetúa la desigualdad, sino que también limita la capacidad de los gobiernos y empresas para responder a las necesidades de toda la población.

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Liderazgo económico, un espacio aún restringido

ONU Mujeres advierte que el camino hacia la igualdad real implica mucho más que ocupar curules. En el sector económico y empresarial, las mujeres enfrentan obstáculos estructurales como la falta de redes de contacto, el acceso desigual a oportunidades de promoción, la carga desproporcionada de cuidados y los estereotipos que todavía asocian el liderazgo con lo masculino.

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Estas condiciones hacen que, aun cuando las mujeres están calificadas, el entorno corporativo y de alta dirección no les ofrece las mismas condiciones para ascender que a sus colegas hombres. En consecuencia, su presencia en puestos de poder financiero, planificación económica o representación empresarial internacional es baja o inexistente.

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De la paridad política al poder económico

México ha sido reconocido por organismos internacionales por su avance en materia de paridad política, pero ONU Mujeres advierte que esto no debe confundirse con igualdad sustantiva. El verdadero reto es trasladar ese avance a otros ámbitos, como la economía, donde la representación de las mujeres continúa siendo simbólica.

El informe hace un llamado a ampliar la agenda de género hacia el sector empresarial. Lograr la igualdad en este espacio requiere más que voluntad: se necesita una transformación profunda en la cultura institucional, en los procesos de promoción y en la forma de definir el liderazgo y el éxito.

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Cambiar las reglas, no solo abrir espacios

Para ONU Mujeres, la participación femenina debe ser vista no solo como un tema de justicia, sino como una condición necesaria para una gobernanza más inclusiva, diversa y efectiva. Las empresas, los gobiernos y los organismos multilaterales deben adoptar mecanismos para garantizar que las mujeres no solo accedan a espacios de poder, sino que puedan ejercerlo con plenitud.

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Esto implica promover políticas como procesos de selección transparentes, cuotas de representación, esquemas de mentoría, conciliación laboral-familiar y evaluación con perspectiva de género, entre otras medidas. Solo así se logrará cerrar la brecha que separa a las mujeres del corazón de las decisiones económicas.