México debe realizar una contención del gasto, pero sobre todo revisar las pensiones más caras y onerosas que son las de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para evitar que el sistema de pensiones se convierta en un problema fiscal, aseguró Alejandra Macías, directora Ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Para Jorge Cano, investigador de México Evalúa, dijo que las finanzas públicas tienen una presión en el futuro por el hecho de los trabajadores de la CFE se jubilen a una edad más temprana, mientras que los trabajadores de PEMEX tienen acceso a pensiones mucho más onerosas que los trabajadores del IMSS y el ISSSTE.
“El crecimiento de las pensiones contributivas IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE tenían un crecimiento inferior al 30% sexenal, que es un crecimiento importante. Específicamente en las pensiones de PEMEX y CFE sí hay presiones constantes”, añadió.
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Expuso que en el caso de la CFE, en el sexenio pasado se revirtieron las reformas que habían incrementado la edad de jubilación de sus trabajadores, lo cual incrementa el pasivo pensionario, ya que ahora se van a jubilar en forma más temprana, lo cual va a tener implicaciones importantes hacia futuro.
Y en el caso de los trabajadores de Pemex, si bien se ha registrado una disminución en el número de trabajadores, los tipos de pensiones y contratos que se llegaron a obtener en años previos, cuando todavía había un boom petrolero, generaron obligaciones pensionarias bastante elevadas.
Desde su perspectiva, la renegociación de pensiones de este sector es un tema complicado.
“Una idea que generalmente surge a nivel internacional es hacer un pago fuerte para los trabajadores que ya están cobrando la pensión y renegociar el pago de pensiones para que se vaya disminuyendo a largo plazo. Le dices a una persona ‘te pago una buena cantidad ahorita’, pero pues ya se disminuye este futuro y en el largo plazo el gobierno sale ganando y el pensionado tiene en el corto plazo un incremento fuerte de de sus ingresos”, expuso.
Contexto: el pasado 29 de noviembre, en su mañanera, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expuso que algunas jubilaciones, principalmente de los traajadores de confianza de Pemex significan un gasto desprporcionado para la empresa que daña sus finanzas.
Anualmente, el gasto de pensiones de la empresa del estado mexicano alcanza 90 mil millones de pesos.
Situación crítica
La directora Ejecutiva del CIEP expuso, en entrevista con La Silla Rota que el país tiene dos sexenios para poner un alto al desbordado aceleramiento de las pensiones.
“Vivimos en un periodo de transición demográfica donde el envejecimiento va a ser muy acelerado. Entonces, el crecimiento de las pensiones también va a ser muy acelerado y durante los siguientes 15 años va a ser crítico que hagamos algo para contener ese gasto”, enfatizó.
Hizo hincapie en que las finanzas públicas son transversales, con lo cua un impacto le pega a la población en el día a día, ya que si no hay presupuesto para mantenimiento, carreteras, agua, “pues claro que nos pega directamente a cada uno de nosotros”.
¿Reforma fiscal?
La directora Ejecutiva del CIEP dijo que se necesita una Reforma Fiscal, para muchas cosas, pero no para pagar pensiones.
“Porque entonces entraríamos en el mismo espiral negativo de estar financiando cosas que están creciendo mucho”, expuso.
Macías aseveró que México debe acotar la generación de transición, sobre todo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero también de las empresas estatales.
“Podemos meter algunos candados a legislación como la modalidad 40, podemos revisar en cuánto están las pensiones más caras, las más onerosas que son de CFE y PEMEX, en donde la realidad es que los trabajadores no contribuyeron para su pensión. Entonces, desde una visión de justicia intergeneracional, pues tendríamos que revisar esas pensiones que nos salen muy caras, las cuales se está financiando son los impuestos que pagamos todas y todos”, expuso Macías.
Agregó que también se necesita una mejor rectoría del sistema de pensiones, porque lo que se conoce es que es 6% del PIB.
“Pero hay muchas cosas que no sabemos, no entendemos de los estados y de los municipios y de las universidades públicas, que puede ser mucho más alto que ese 6%”, manifestó.
Enfatizó que el crecimiento de pensiones seguirá, porque si bien la Secretaría de Hacienda, para 2026, proyecta un crecimiento de las pensiones contributivas de 0.5%, la realidad es que el aumento es de 7% por año.
“Entonces, ese crecimiento que nos plantearon en el Paquete Económico es poco creíble. Van a crecer más, entonces, yo estoy pensando que las pensiones para 2026 van a acabar como el 6.2% del PIB”, enfatizó.
La directiva del CIEP aseveró que los ingresos por pensiones se pueden deducir hasta un monto muy alto, con lo cual se podría bajar se límite, para que más ingresos por pensiones paguen impuestos.
Financiamiento con gasto corriente
Macías dijo que uno de los principales problemas del pago de pensiones es que su financiamiento es con gasto corriente.
“Cuando se hicieron todas las reformas de pensiones en el 1997, en 2007, en 2008 de la CFE y 2015 PEMEX. Lo que ha sucedido es que el Gobierno Federal asume toda la responsabilidad de pagar esas pensiones que ya estaban comprometidas para transitar a un esquema de cuentas individual”, expuso.
Expuso que en el país hay una generación de transición que crece y presiona mucho las finanzas públicas, lo cual no se va a poder contener si no se hacen cambios en en cómo está actualmente el sistema de pensión.